Ciudad Carlo
Ava:
Tomando un sorbo de mi té trato de pensar en lo que ha pasado en la escuela hoy, me quede viendo a Megan, y no me di cuenta que la estaba observando como una boba hasta que Erick me llamó del asiento que compartimos dentro del aula. El timbre no dejaba de sonar arriba mío y no le he escuchado, ni el llamado de mi mejor amigo.
<<Si que estoy mal >> pienso dejando mi taza en el fregadero, y tomando el paquete de galletas dulces para llevarlas conmigo.
Llegando a mi cuarto, abro la puerta con una mano y con la otra trato de sostener mi celular y el paquete. No puedo dejar de prestar atención al celular, ya que mamá me ha dicho que apenas salga de trabajar vendrá por mí.
Me recuesto sobre mi cama, boca abajo, abriendo mi laptop en busca del capítulo donde que no termine de ver de mi serie favorita del momento. Al encontrarlo le doy el click y en toda la habitación, semi oscura, empiezan a escucharse las voces en inglés de los actores, mis ruidos al masticar y la de mi mano sacando mas galletas de la mini bolsa.
Hasta que desde algún lugar de la casa se empieza a escuchar un ruido de susurros, a la primera trato de ignorarlos ya que mi concentración está en la escena de amor entre los protagonistas. Luego a la segunda cuando escucho unas risas, me empiezo a preocupar. Erróneamente creo que vienen de la entrada, y creyendo que se trata de la gente que pasa por la vereda, solo pasando por ahí, pero al verificar que la entrada está vacía, se que definitivamente no se trata de eso.
Volviendo a mi habitación, noto que los sonidos se escuchan mucho más fuertes cada que me acerco màs a mi cuarto. Cierro la puerta y camino hacia las cortinas abriéndolas super rápido. Y de repente…
Silencio.
No se escucha ningún ruido. Creyendo que me lo estuve imaginando todo el tiempo, vuelvo a darle reproducción al capítulo. Los susurros vuelven y ya harta, me enderiezo parando con una mano la serie y con otra agarrando el paraguas que he tenido siempre en el respaldar de mi cama. Miro hacia todos lados tratando de averiguar de dónde viene el ruido: hasta que se escucha un ruido de perchas moviéndose seguido de un alarido que obviamente proviene de una persona.
Me acerco al armario lentamente, sosteniendo el paraguas como si fuera un bate de béisbol. Al acercarme un poco más, estiro mi mano y con la manija del paraguas abro una de las puertas del closet. Lo que ven mis ojos, mi cerebro no puede creerlo.
Entre toda mis camperas, ropa que estaban en el piso del armario y mis perchas rojas veo a una persona a la cual solo se le ve su pelo oscuro. Este ser que se encuentra dentro mi closet trata de sacarse toda mi ropa encima y yo quedo paralizada con mis manos a los costados viendo la escena.
Su intento desenredó termina en la alfombra de mi cuarto, cuando mi cerebro empieza a reaccionar y ve que la persona es un sujeto. Aún con mitad de mi ropa en su cuerpo puedo observar que sus rasgos son de un chico joven.
El sujeto permanece en la alfombra tratando de soltarse de camperas y camisetas para dormir, al lograrlo mi primera reacción es la interrogación aunque eso dura solos dos segundos.
── ¿QUE HACES DENTRO DE MI ARMARIO, DE MI HABITACIÓN Y DE MI CASA? ──Grito al sujeto parada al lado de él── Eres un ladrón o violador, de todos modos no te vas a salir con la tuya, SE DEFENDERME.
Al responderme empiezo a tener la reacción de pánico, me acerco al sujeto quien está tratando de sacarse una de las camisetas de su cuello y me preparo para defenderme. Cuando estoy por poner mis manos sobre la tela de la camisa para asfixiarlo logra sacarla, lo que veo a continuación es el rostro de un chico de misma edad, con una sonrisa nerviosa y mejillas super sonrojadas.
──No tienes que tener miedo, soy… ── pero es interrumpido por el sonido de la segunda puerta del closet que se abre y deja a la vista a otra persona envuelta en mis bufandas y gorros.
Luego de dos suspiros grandes tratado de analizar que tengo a dos chicos en mi cuarto, que al darme vuelta ya están sentados en mi cama. Antes de decir alguna palabra el chico con caballo dorado comienza hablarme como si nos conociéramos de siempre.
──Soy, digo, somos Pansexual y Bisexual, vinimos por tus repentinos pensamientos──dice mientras se endereza y empieza a caminar por la habitación como hace muchas veces mi profesora de biología cuando nos explica una tema── Estamos aquí para que elijas de que equipo vas a hacer.
──Obvio no podemos esperarte toda una eternidad a que tú elijas, hay un límite de tiempo, pero no seremos hostiles solo venimos para ayudarte a que te decidas── dice el de cabello oscuro.
──Pero también tenemos que…
──ME PUEDEN DEJAR OPINAR──Interrumpo al que creo que es Pansexual── Es cierto que he tenido pensamientos medios raros, pero ¿Cómo saben eso?
>> ¿Y QUIÉNES SE SUPONEN QUE SON USTEDES?──Alzó la voz mirándolos fijamente.
Bisexual se queda callado mirando hacia un punto de mi habitación mientras que el otro se acerca y camina por detrás de mí sin detenerse.
──Somos orientaciones y estamos dentro de tu cabeza, el radar indica que tienes un signo interrogante en tu orientación──Escuchó atenta, mientras que de su cinturón saca un aparato que hace algunos de los sonidos que sentí.
Pansexual acerca ese aparato a mi cabeza, que parece de uno los primeros teléfonos del mundo y luego de dos segundos me muestra la pantalla, en la cual se puede ver un signo de pregunta cubriéndola entera.
──Okey elegiré a uno de ustedes y así se irán de mi habitación──digo tratando de entender la situación.