Capítulo 5: "Separación"

El aniversario del orfanato, era el día más esperado por los niños del orfanato, ya que era el único día donde ellos tenían feria y juegos dentro del orfanato, proporcionados por los benefactores del mismo, pero este aniversario a diferencia de los años anteriores tenía una gran novedad el festival de música, en el cuál los niños del taller de música del orfanato se presentarían con diversas piezas musicales, para mostrar talento en este arte, para ello, el principal benefactor del orfanato había invitado a diversos medios periodísticos para cubrir el evento, así mismo, ese día se estaba permitido el ingreso de personas ajenas a la institución para que estás puedan comprar los productos elaborados en el orfanato, los cuales eran mostrados en pequeñas tiendas móviles que se habían armado en el jardín del mismo.

Para la ocasión los niños del orfanato lucían la los trajecitos que habían recibido de sus benefactores en Navidad.

—Eli, ven, es tu turno — decía una joven que estaba peinando a las niñas más pequeñas del orfanato.

—Sí — respondió la nombrada, que llevaba puesto un vestido de color amarillo.

—Eli, no solo tienes un rostro muy lindo, sino además tienes un bello cabello castaño muy brilloso; te lo dejare suelto para que todos vean lo bello que es tu cabello, solo te haré un pequeño moñito para colocarte tu lazo — decía la jovencita, luego de que la niña tomara asiento en una vieja silla de madera.

—¡Gracias Lulú¡ tú también eres linda — expreso la niña con calidez, al tiempo que el niño de ojos color cielo, llegaba corriendo al lugar.

—Eli, Eli, te estaba buscando — decía Leo, sonrojándose al ver lo linda que se veía la niña castaña. Te ves muy linda — expreso en tono nervioso.

—Tú también te ves muy lindo — contesto la niña, con dulzura, mientras miraba al niño quien vestía un trajecito formal, que días antes el principal benefactor del orfanato le hizo llegar al igual que a todos los niños que participarían del festival musical.

—Eli tiene razón, se te ve muy apuesto pequeño Leo — pronunció Lulú, con una cálida sonrisa tatuada en su rostro.

—¡Gracias¡ — dijo el niño, haciendo una pausa para agregar — El señor Colbergs nos dio ropa y calzado a todos los integrantes del taller de música para usarlos hoy.

—Sí escuche ello — pronunció Lulú, haciendo una pausa para acotar — Ya estás Eli, ya puedes ir con Leo.

—¡Gracias! — dijo la niña, mientras bajaba de la silla.

—¡Vamos Eli¡ — expreso Gokú, tomando la manito de la niña, que solo asintió, antes de echar a correr junto al niño de ojos color cielo.

Leo y Eli, fueron al área de los juegos, en donde se divirtieron en cada juego que había, y comieron muchos pastelitos que daban de manera gratuita en la feria, sin siquiera presagiar lo que horas después les depararía el destino.

Horas más tarde el momento esperado por el principal benefactor del orfanato, quien ese día había ido con toda su familia a celebrar un año más de fundación del orfanato, se encontraban en el ambiente donde se llevaba a cabo el festival musical.

—Él es su hermano — expreso el señor Colbergs a su par de hijos que estaban junto a él, mientras su esposa miraba al niño con ternura.

—Se lo ve tan indefenso, nunca hubiese imaginado que él es uno de los dos únicos sobrevivientes de ese fatídico terremoto — decía la mujer con tristeza, mientras observaba al niño de cabello negro y ojos color cielo, tomar su ubicación en el escenario, sobre el cual ya estaba instalado un piano.

—Yo tampoco lo supe hasta hoy que la tutora antes de que venga con ustedes a este ambiente me hablara de los motivos de su ingreso debido a una pregunta que yo le hice, y ella me dijo que no podía darme respuesta solo me dijo ello, pues necesitaba saber en qué fecha nació para poder festejar su cumpleaños cada año a partir de ahora….

—¿Y cuándo es su cumpleaños cariño? — expreso la mujer.

—No se sabe a exactitud, pues con el terremoto no solo se perdieron muchas vidas, e infraestructura, sino también archivos y uno de estos fueron los expedientes de nacimiento de Leo, sin embargo, por los exámenes que le hicieron cuando lo trajeron a Metrópoli, se puede saber que él nació antes del 2 marzo, se presume que fue un 28 de febrero — agrego el señor Colbergs.

—Entonces tiene 8 — expreso la mujer.

—Así es…

—¿Y quién es la niña que también sobrevivió ese día? — decía mujer mirando a todas las pequeñitas que estaban en el lugar.

—No lo sé, solo sé que esa niña llego al orfanato recién nacida según los exámenes — respondió el señor Colbergs.

—Me gustaría que la adoptáramos también — agregó la mujer.

—Yo también lo pensé, pero ya tiene padres adoptivos, vendrán por ella en dos semanas — contesto el señor Colbergs, mientras sus hijos miraban al niño de ojos color cielo, tomar asiento frente al piano.

Luego de unos segundos, una hermosa melodía se escuchó en el lugar, una melodía que causo una mezcla de sensaciones entre los presentes.

—El maestro de música me dijo que es una composición de Leo, que él le apoyo con la partitura — decía el señor Colbergs con orgullo.