Adrick
Dubai - Dos días después.
Habían pasado dos días, luego de saber que mi querida hermana, había tenido una hija en los Estados Unidos y la había abandonado.
Espere pacientemente a que John me enviara toda la información que le había pedido, y a pesar del cambio de horario, yo sabía que de igual manera lo haría, pero mamá no lo entendía tan fácilmente.
Tuvo que contarle a papá la verdad y paso lo que tenía que pasar, papá se enojó y mucho y pidió conocer a su nieta aún desconocida y sin nombre para nosotros.
La verdad a mí no me llamaba tanto la atención saber sobre aquella niña, pero lo hacía por mis padres y por qué aquella niña tenía el derecho de tener una familia que a pesar de todo ya la querían sin ni siquiera haber visto una foto de ella.
Sabía que cuando tuviera toda la información, mamá querría viajar a América para conocer a su nieta, pero lo que ella aún no sabe es que primero iré yo a ver si verdaderamente aquella niña es hija de Alisha y no una mentira más de ella.
Sé que mis padres querrán ir conmigo, lo cual no va a pasar, por ahora, primero tengo que verlo con mis propios ojos que esa niña existe, aun así me mandará toda la evidencia.
Mientras tanto, me dedicaré a mis negocios, como lo estoy haciendo ahora dentro de mi oficina, en mi empresa, junto a mi asistente Lux.
— ¿Ya llegaron las telas?
— Aún no, la carga está pasando por la aduana primero, pero ya está aquí en el país.
— Ok, cuando llegue quiero los papeles listos y los bocetos enviados ya a los costureros.
— Está bien, no olvides que las esencias ya están aquí, tienes que ver y dar el listo bueno para que ya salga al mercado.
— Sí, casi lo olvido, manda a Giacomo con los perfumistas por las fragancias y que llame a unos de los fotógrafos para que tengas las fotos y publicarlos en la revista.
— Perfecto, ¿algo más?
— Sí, contáctate con los encargados de los moldes de los collares... quiero saber cómo van.
— Está bien, eh... ya te toca tomar tus vitaminas.
Dijo ella, mirando su reloj y sacando de su bolso tres frascos de mis vitaminas y medicinas.
Nací con un extraño problema en mis piernas y en mi equilibrio, suele temblarme las piernas en cualquier momento, causando golpes al caerme y suelo golpearme con las cosas a mi paso.
Mamá y papá me tuvieron en terapias físicas desde que tengo uso de razón, como por ejemplo en una piscina preparada perfectamente para estos tipos de terapias y con un experto en fisioterapia.
Fui monitorizada por médicos especialistas y aún no han encontrado un nombre exacto para esta condición que tengo, mi cerebro fue examinado y descubriendo que los conectores de estos no le daban muy bien las señales de equilibrio a mi cuerpo, es por eso que para muchas personas, soy algo torpe al caminar o distraída en ello, pero a pesar de todo, puede llevar una vida normal prácticamente, claro esta que todas las mañanas hago ejercicio en una piscina en mi casa hecha especialmente para eso.
— Gracias Lux.
Tome las pastillas y seguí dedicándome a mi trabajo, terminando de formas algunos que otros documentos que tiene que ser enviados a Italia y Estados Unidos para dar autorización de que los productos lleguen a cada tienda que tengo esparcidos en esos países y a nivel mundial.
Mis productos son muy consumidos por varias personas sin excepción.
Mi negocio está en top 1 a nivel mundial en mis perfumes y ropa que saco en cada temporada.
No es nada fácil, pues prácticamente tengo que hacer desfiles de mis nuevos diseños cada cierto tiempo, pues la moda revoluciona para bien o para mal algunas veces.
Tengo pensado en sacar una línea de bolsos de cuero de la mejor calidad y está para una próxima reunión con mis socios y trabajadores.
Mientras que me dedicaba a terminar mi trabajo, me llega una llamada de mamá.
— Hola mamá.
— Amor, ¿ya?
Suelto un gran suspiro y pongo los ojos en blanco a la desesperación de mi madre.
— Aún no, aún es de madrugada, haya tienes que esperar un poco más.
— Pero, hija…
— ¡Mamá!, estoy haciendo todo lo posible para que veas a tu nieta, pero si me presionas más, créeme que dejaré de hacer esto.- digo firme y voz seria.
Lux mira y escucha atentamente lo que le decía a mamá, pues en su rostro se reflejaba el no entender nada.
Mamá se queda en silencio por unos segundos, hasta que suelta un gran suspiro de resignación.
— Está bien amor, lo siento…
— Mamá, John enviará la información, solo tienes que esperar un poco más.
— Lo sé, pero es que no sé, cómo estará esa niña, si comerá bien, si está en buenas manos.
En cierta parte entendía a mamá, era su nieta a pesar de todo, pues de Alisha se puede esperar de todo y peor aún con la mala gente con la que suele meterse.