Lo que la Oscuridad Oculta

Capítulo #5

Despierto en mi habitación y me siento llena de vida, activa, con ganas de correr una maratón. Me levanto y es cuendo noto la presencia de mis amigas. 
-Queremos explicaciones- refuta Leah.
-Te trajo un chico que parece tu hermano gemelo, que está buenísimo y yo no sabía nada de su existencia- arma drama Tiffany -Me siento excluida de tu vida.
-Chicas puedo explicarlo- aunque quisiera no puedo contarles lo sucedido porque estarían en peligro si supieran de los Darksiders o que ahora soy inmortal.
-Entonces cuenta quien era el chico- hablan al unísono. 
-Él es...
-¿Quién?- vuelven a preguntar a coro.
-Mi novio- suelto lo primero que se me ocurre y luego de eso es que me reprendo por haber dicho eso.
-¿Qué?- abren los ojos como platos y no las culpo hasta yo estoy sorprendida.
-¿Cómo pasó esto?- indaga exaltada la de cabello negro. 
-Lo conocí en... en Now York- no miento ya que lo vi por primera vez cuando me envió la nota.
-¿Cómo que en New York?- se pone de pie la americana y comienza a dar vueltas por la habitación  -¿y no sabíamos nada?.
-No quería precipitarme, ya saben lo que pasó con Christian, no quería que se repitiera-  trato de calmarlas. 
-Christian sólo es un idiota que te dejó por otra- habla la Filipina.
-Cierto- la apoya Tiffany. 
-Lamento no haberles contado- me disculpo aumentando aún más la mentira.
-Está bien- contestan juntas y me abrazan.
-Gracias- las abrazo también -¿La abuela notó mi ausencia?- pregunto una vez que se apartan en lo que se dedican una mirada cómplice y entiendo de inmediato. 
-Chicas...- llama mi abuela en el pasillo -las buscan ahí afuera.
-Ya vamos- respondo.
-¿Quién podrá ser?- pregunta la de cabello castaño.
-Habrá que ir para ver- le digo.
Bajamos al recibidor y el corazón se me detiene cuando veo de quien se trata. 
-¡Alan!- exclamo. 
-Hola tigresa- responde y se fija en mis amigas -¿no me presentarás a tus amigas?
-Ellas son Tiffany y Leah- las señalo -chicas él es Alan.
-¿Qué hacen las personas aquí  para tener el pelo blanco y los ojos como el cielo?- salta Tiffany con sus preguntas fuera de lugar. 
-Morir- dice y agradezco que ellas lo tomen como broma y suelten a reír.
-Chicas si gustan pueden salir con su amigo- aparece la abuela y de inmediato odio a Alan cuando se acerca a ella y besa sus nudillos.
-Es un placer conocerla- le dice él. 
-Bien nos cambiaremos y saldremos, Alan espéranos afuera- le digo y lo empujo afuera. 
Subimos a cambiarnos ya que seguimos en pijama y no dejo que me pregunten nada porque no quiero seguir mintiéndoles. Opto por una falda de pliegues blanca y un top rosa que realza mi busto, no es que tenga mucho pecho pero no son pequeños, me coloco una medias bucaneras blancas que terminan en unas líneas rosas y me llegan a medio muslo y las complemento con mis zapatillas blancas. Recojo mi cabello en una coleta y atrás viene Tiffany y lo suelta colocándome una diadema rosa.
-Así está mejor- asiento al ver mi reflejo en el espejo.
-Ya estamos listas- habla Leah y me fijo en ellas.
La americana viste baqueros cortos con un top verde y una chaqueta que le llega a cintura con zapatillas y el cabello recogido perfectamente en una coleta mientras que la filipina usa una sudadera que le tapa el short que lleva y al igual que nosotras lleva zapatillas con el cabello suelto. Aún no entiendo como nos maquillamos y vestimos tan rápido. 
-Abuela ya nos vamos- digo una ves abajo. 
-Que la pasen bien- contesta desde la cocina y salimos.
-Pero que rápido- nos mira de arriba abajo y me quiero morir al ver que Natasha y Adam también están.
-¿Ese no es tu novio?- me susurra Leah. 
-Amor- de repente quiero que la tierra me trague cuando por instinto corro a él -querían saber quien eras y obviamente no le iba a decir que eres un Darksider idiota así que ahora te aguantas y finges que eres mi novio- digo entre dientes solo para los dos.
-Debí matarte antes del rutual- contesta en el mismo tono que yo.
-Ya es tarde- le digo y cruzo mi brazo con el suyo cuando mis amigas se acercan.
-Más que novios parecen gemelos- dice Leah y sin mirarlos noto la confusión de los dos Darksiders restantes.
-Para nada- habla Adam -somos muy diferentes así como si uno estuviera vivo y el otro muerto, ¿no es verdad amor mío?
-No hagas esas bromas cariño- lo codeo sin que nadie note. 
-No lo tomes tan a pecho- sujeta mi mentón para que lo mire.
-Y... ¿A dónde iremos?- interrumpe Tiffany. 
-A dónde tu quieras preciosa- le coquetea Alan.
-Iremos al Club que hay por aquí cerca- dice Natasha. 
-Genial, Sabrina no nos ha llevado a ningún lado- se queja la americana. 
Nos dirigimos al Club, el cual obviamente ya conozco pero es mejor que mis amigas no lo sepan, al llegar noto que es la misma chica de la última vez. 
-¿Cómo estás?- se sonroja al dirigirse a Adam y ruedo los ojos al notarlo.
-El mismo lugar se siempre- le dice él ignorando su pregunta. 
-Traen nuevas víctimas por lo que veo- se fija en mis amigas y me da dolor en la espina dorsal al imaginarme a que se refiere.
-No, son invitadas- le digo.
Luego de que la molesta recepcionista nos entregara la tarjeta de entrada nos dirigimos al lugar y noto que es el mismo de la última vez. 
-Es muy bonito el lugar- alaga mi amiga la de cabello castaño.
-No más que tú preciosa- la sigue cortejando el Darksider.
-¿Qué haremos?- pregunta Natasha.
-Tengo una idea- hablan mis amigas al mismo tiempo y echan a reír. 
-Juguemos verdad o atrevimiento- dice Leah y al parecer todos están de acuerdo -si alguien no quiere cumplir el reto o responder la pregunta deberá besar al que se lo hizo.
-Comienzo yo- levanta la mano Alan -Tiffany ¿Verdad o atrevimiento?
-Atrevimiento.
-Dame un beso- ríe por su victoria ya que si no quiere hacerlo de igual forma tiene que besarlo.
-Tramposo- se queja ella y todos reímos.
-Estoy esperando- le dice él. 
-Ok ok- Tiffany se levanta en lo que se acerca a Alan y este cierra los ojos ansioso pero ella le da un beso la mejilla y regresa a su lugar. 
-No es justo- hace un puchero el Darksider.
-Dijiste que te diera un beso no en donde- se le burla en la cara.
-Maldita sea- se sigue quejando.
-Bueno me toca, Sabrina ¿verdad o atrevimiento?- me pregunta mi amiga. 
-Atrevimiento- contesto de inmediato.
-Besa a Adam- dice y me quedo sin palabras.
Adam atrapa mi rostro en sus manos en lo que los demás comienzan a gritar a coro. 
-Beso, beso, beso.
Adam se acerca a mí y cierro los ojos esperando lo inevitable, atrapa mis labios en un beso húmedo al cual correspondo sin refutar. Después de unos segundos se aleja y veo sus labios manchados de mi labial rosa.
-Awwwww son tan hermosos- se abrazan mis amigas.
Siento mis mejillas arder en lo que los demás continúan el juego, no presto atención a nada en las horas siguientes y al parecer Adam está igual de perdido que yo. De un momento a otro Alan y las chicas salen ya que los Darksiders les mostrarán a Tiffany y a Leah el resto del Club.
-Este...- decimos al mismo tiempo. 
-Tú primero- le digo.
-Perdón por el beso.
-Era necesario para que no sepan quien eres realmente. 
-Es mi primer beso- confiesa. 
-¿En serio?- digo aguantando la carcajada.
-Si- asiente.
-Entonces perdóname tú por arruinarlo- coloco mi mano en su hombro.
-No lo arruinarte- ancla sus ojos con los míos haciendo que se me acelere el corazón.
-¿A qué te refieres?.
-Siendo un Darksider seguramente no lo daría nunca ya que entre nosotros no formamos parejas y con los humanos no podemos permanecer mucho tiempo- explica. 
-¿Qué soy realmente?- pregunto. 
-Ahora mismo mi primer beso- responde haciéndome reír.
-No me refiero a eso idiota.
-Lo se.
-¿Qué eres idiota?- me le burlo. 
-No eres ni un Darksider ni una humana.
-¿Y qué significa eso entonces?.
-Que podemos ser una pareja- vuelvo a sentir como me sonrojo y mi corazón parece un león queriendo salir de la jaula. 
-¿Interrumpimos algo?- entran los demás.
-No interrumpen- contesto. 
-Claro que si- me corrige Adam y lo fulmino con la mirada. 
-¡Qué no!- reitero.
-Ya dije...- intenta decir y no termina ya que lo agarro del brazo y me lo llevo afuera. 
-¿Qué te pasa?- grito.
-No me pasa nada, ellos interrumpieron- se encoje de hombros.
-No interrumpieron absolutamente nada- le digo gritando -no te vuelvas a acercar a mí o sufrirás las consecuencias- le doy la espalda y me voy dejándolo sólo. 
-Sabrina- salta sobre mí Tiffany una ves que entro -Natasha es lesbiana- susurra para las dos.
-¿Qué hay con eso?- la miro confundida y comprendo de inmediato, Leah también lo es y por las miradas que se lanzan la Darksider y mi amiga supongo que se gustan -ya entiendo- le digo y se aparta.
-¿Dónde está Adam?- pregunto Alan.
-Creo que fue al baño- me limito a contestar.
-Esta música es un asco- refuta la americana dirigiéndose a los controles para cambiarla, pasa varias y se detiene un una en específico, la cual conozco muy bien ya que es nuestra canción, en la disco que frecuentamos en New York siempre la ponen para nosotras, obviamente porque el DJ el primo de Tiffany y antes de saber los gustos de Leah estuvo enamorado de ella.
-Vengan a bailar que es nuestra canción- nos anima Tiffany y correspondemos.
Power de Little Mix inunda la estancia y nosotras bailamos al ritmo de las notas. Leah invita a Natasha que al parecer no se le da bien el baile y Tiffany saca a Alan que demuestra de que está hecho bailando detrás de ella. Me quedo sola y de un momento a otro tengo a Adam pegado a mi espalda bajando también, las mejillas se me encienden al sentir su entrepierna rozando en lo bajo de mi espalda pero aún así continúo bailando con él. 
-Ya me acerqué ¿ahora que harás?- pregunta en mi oído.
-Cállate maldito idiota- pone las manos en mi cintura y me voltea haciéndome chocar con su pecho.
-Cállate tú- me reta.
-No me...- besa mis labios dejándome atónita. 
-Entonces te calló yo- continúa besándome en lo que seguimos bailando y así pasan tres o cuatro canciones no lo sé.
...
-Me duelen los pies- se queja Tiffany de camino a casa.
-Tu querías bailar- la regaña Leah.
-¿Por qué los demás no aceptaron venir un rato a casa?- pregunta la de cabello castaño.
-Tiff ya te he dicho diez veces en lo que va de camino que estaban ocupados- le contesto, en ocasiones puede ser muy molesta.
-Ok capitana- se para en firme y levanta la mano en señal de saludo militar y nos hace reír a Leah y a mí. 
Llegamos a casa y busco las llaves en mi bolso, abro la puerta y todo está en total silencio.
-De seguro Vanessa fue a tomar una siesta, le avisaré que llegamos- dice la de ojos rasgados y se dirige escaleras arriba. 
-Tengo mucha hambre- vamos a la cocina y noto que la puerta trasera está abierta y se escuchan ruidos en el jardín. 
-¿Abuela que haces ahí?- pregunto riendo al ver el desastre que tiene en el patio. 
-Buscaba cosas viejas y mira lo que encontré- levanta los viejos sables de esgrima de mi padre y suelto un chillido de alegría corriendo a tomarlos.
-Están como nuevos- los abrazo -los limpiaré- corro con ellos a mi cuarto por lo que necesito ignorando a Leah que me dice que la abuela no estaba en su habitación. Una vez en mi cuarto veo en la ventana una nota y la tomo. <<A las doce en la cueva que tienes deberes como reina >> definitivamente no hacía falta un nombre para saber de quien era pero ahora solo me importaban los sables y que iba a practicar con papá lo que nunca me permitió hacer cuando niña.




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