Lo que la Oscuridad Oculta

Capítulo #6

Son las doce y estoy lista para irme con baquero, una camisa que se me ajusta y unas botas sin tacón, la abuela y las chicas están dormidas y aprovecho para salir por la puerta principal.
Llevo conmigo los sables que mantengo envueltos en una sábana por si alguien me ve no note que llevo. El camino a la cueva hoy está iluminado por la luna y lo agradezco ya que no me hace tropezar a cada nada con raíces y piedras. Vislumbro la cueva que desde afuera se ve sombría y tenebrosa pero una vez adentro está más que iluminada  con muchas comodidades, cada Darksiders tiene su propia habitación y hay salones para recrearse pero antes de entrar veo a alguien sentado en una roca grande <<Alan>>
-Ey- le digo para que me note.
-Ah, Sabrina- contesta una vez que levanta la cabeza. 
-¿Qué haces aquí?- cuestiono ya que es raro que no esté con los otros.
-Pienso, hoy se elegirán a los que participarán en el Darkblood y en caso de que sea uno de ellos debo buscar una buena presa- dice.
-Pero te noto triste- me siento junto a él. 
-Es que ya tengo a una, es alguien que quiero tener junto a mí pero no quiero que se moleste por robar su vida- agacha la cabeza. 
-¿Es alguien cercano?
-Mi hermana menor.
-Ya veo.
-Aquí estás- se acerca Natasha -Oh Sabrina,  te esperan adentro.
-Ya vamos- le digo poniéndome de pié y Alan hace lo mismo.
Entramos y nos dirigimos a un salón donde hay una cancha de peleas.
-Aquí está nuestra reina- grita la Darksider que me acompaña y todos se inclinan ante mi llegada.
-Hija por aquí- me indica mi madre y voy al puesto del trono teniendo a mis padres uno a cada lado.
-Hoy tenemos el honor de tener la primera elección en presencia de nuestra Reina- habla mamá y todos escuchan -en tres días será el Darkblood y hay que elegir a los mejores cazadores, hay muchos postulados pero solo los que denuestren tener las habilidades necesarias buscarán sus presas, las cuales serán los próximos Darksiders que se postularán para el próximo año- continúa -Este año se realizarán batallas de a dos y el vencedor será elegido.
-Antes hay que hacer algo- todos se quedan expectantes y me pongo de pié desenvolviendo los sables lanzándole uno a papá el cual atrapa -a la cancha compañero- él solo sonríe ya que sabe lo que quiero y bajamos juntos -no hay ventaja ni compasión, mucho menos protección ahora no soy tu hija soy tu rival la cual puede dañarte- dejo claro y el asiente.
Me pongo en posición y él hace lo mismo.
-Ya- grito y me voy contra él lanzando el sable a su hombro pero es rápido y levanta el suyo bloqueando mi maniobra y mandándome atrás.
Da unos pasos alante y luego atrás en lo que me preparo para atacar de nuevo, doy cuatro paso que me dejan frente a él tratando de sacarle el objeto de la mano pero no se deja tocar, ahora es él quien me ataca rozando el sable que me corta unos cabellos cuando doy la vuelta para intentar esquivarlo, <<les dí filo en las puntas ya que estaban oxidadas, pero creo que me pasé>> intenta atacarme de nuevo pero inclino mi espalda hacia atrás apoyando mi mano libre en el suelo y dando una voltereta en lo que le doy una patada al mango de su arma que sale volando pero la vuelve a agarrar viniéndose contra mí. 
Vuelvo a esquivar su ataque y con unas maniobras que no se esperaba estoy detrás de él rodeándole el  cuello con mi brazo y bloqueando su sable con el mío sin dejarle la opción de atacar.
-Te vencí- digo en su oído y echamos a reír, todos me felicitan por mis habilidades y sigo riendo con papá -bien ahora si podemos comenzar.
-Los primeros que luchan por el puesto de cazador son Matias y Leo- anuncia mamá y salen los dos Darksiders con el trozo descubierto mostrándo cada uno de sus músculos -está demás decir que el perdedor se irá a las mazmorras para luego del Darkblood ser apuñalado por no demostrar el poder de los Darksiders. 
No presto atención a las peleas ya que no conozco a ninguno de los participantes. No se cuantas horas pasan pero sigo sentada viendo como anuncian ganadores y sacan a los perdedores para ser llevados a las mazmorras de la cueva. 
-Sólo quedan tres enfrentamientos- anuncian -aquí está nuestra novata que quiere demostrar que las peleas no son solo para hombres, Natasha contra el más conocido como Hierro.
Salen y entiendo por qué el apodo, mide como dos metros de altura con músculos que parecen de acero, la piel morena le reluce, sus ojos a pesar de que los Darksiders los tienen azules se le ven oscuros dándole una mirada a la chica que hasta a mí me asusta.
Mientras tanto Natasha mide no más que yo y es delgada por lo que junto a él podría decir que parece una hormiga.
-No la tendrán que apuñalar porque él mismo la va a matar- le digo a mi madre y esta sonríe.
-Todos los hombres tienen el mismo punto débil- me dice dejándome más que confundida por lo que vuelvo a la pelea cuando le dan inicio.
Hierro se va contra ella tratando de atraparla pero ella se agacha pasando por debajo de sus piernas y rápidamente se levanta y le clava una patada en sus partes que lo manda al suelo <<WTF?>>.
-¿Así de fácil?- pregunto sorprendida, los gritos y ovaciones a Natasha no se hacen esperar.
-Y nuestra ganadora ha demostrado que todos los hombres tienes una gran debilidad- habla mi madre y todas las mujeres sueltan a reír -bueno, que no se haga esperar la próxima pelea porque tenemos a otro novato que al igual que Natasha lucha por primera vez, que entren Alan y Cían.
Me inclino hacia alante esperando poder ver mejor a pesar de que tengo el mejor lugar, los chicos se ponen en posición al darles la orden de comenzar la pelea y Cían, un chico se piel negra, se va contra Alan mandándole puños a su cara los cuales evita con los brazos, espera el momento exacto y le lanza uno al estómago que no logra esquivar y lo manda atrás.
El blanco es rápido y se estabiliza, corre dando una voltereta en el aire dándole una patada en la nunca que lo manda al suelo. El negro se voltea rápido pero aún no está del todo boca arriba cuando ya tiene a Alan sobre él mandando puños a su cara, entre golpes y empujones se cambian los papeles y ahora es Cían quien está arriba arremetiendo contra el blanco que trata de quitárselo de encima y con una maniobra que sólo he visto en películas de acción manda la mano al cuello de su oponente dejándolo aturdido en el suelo.
-Los novatos siguen ganando- grita mamá -Cían a las mazmorras, Alan al Darkblood. 
Suelto el aire que tenía atascado por miedo a que perdiera.
-Es hora del último enfrentamientos, y ahora tenemos a un chico que a pesar de tener mucho tiempo... podríamos decir que muerto, es novato en las peleas pero aseguró venir a darlo todo para ganar y se enfrenta a uno de nuestros veteranos y ganador de muchas batallas por su puesto como cazador y dice que ha venido a ganar, con ustedes Adam y Jeremy- anuncia y se me detiene el corazón al ver al veterano.
Un hombre fornido y alto, Adam también tiene lo suyo pero su contrincante da más miedo que Hierro. 
Dan comienzo y Jeremy no tarda en atacar y Adam lo esquiva, cubro mis ojos para no ver la pelea y solo escucho los gritos del público, me niego a saber que pasa porque no quiero que lo apuñalen, no quiero que se vaya para siempre. Los gritos continúan y yo no observo nada. 
-Y tenemos un ganador, los novatos no continuaron venciendo- las palabras de mamá hacen que mis ojos se llenen de lágrimas -demostraron que no son buenos, demostraron que son los mejores- me descubro los ojos y veo a Alan de pié mirando a su rival que se encuentra en el suelo, no se cómo lo hizo, tampoco quiero saber,  solo comienzo a llorar de alivio y alegría.
Se dan por concluidos los enfrentamientos y vamos todos al gran comedor ya que prepararon un banquete para festejar que ya están elegidos los cazadores. 
-Hija quédate un tiempo más- me ruegan mis padres pero continúo negándome 
-Debo irme, la abuela y las chicas deben estar al despertar y notarán que no estoy- los digo por enésima vez.
-Por favor quédate y luego te acompañamos- siguen pidiendo.
-No puedo debo irme...
-Señora Scott necesitamos ayuda en la cocina- nos interrumpen.
-Voy en un momento- contesta mi madre -bueno está bien, pero sola no te vas.
-Yo la llevo- llega Adam quien aún sigue con el trozo descubierto mostrando sus abdominales y músculos marcados.
-Bien, te dejo en buenas manos- me da un beso en la frente y se dirige a la cocina.
-Bueno yo me iré a comer- se despide papá dejándome con el último ganador.
-Felicidades por el triunfo- lo felicito.
-Gracias, pero tú no viste la pelea así que no sabes lo que me costó- dice y comienza a caminar no se a donde.
-Pero claro que lo sé- lo sigo explicándole  -ese hombre era un gigante uno junto al otro parecían Goliat y David- continúa caminando y voy tras él -a mí me hubiese dando mucho miedo.
Se detiene de pronto haciéndome chocar con su espalda y me alejo al instante. 
-Voy a vestirme- abre una puerta y supongo que sea su habitación,  entra y me quedo en el pasillo -¿Qué esperas?
-¿Eh?
-Entra- me indica 
-Ah claro- lo sigo adentro y quedo maravillada con el lugar.
Las paredes están pintadas de blanco con figuras negras, las cortinas detrás de la cama son blancas y la cama está vestida con sábanas del mismo color que las paredes. 
-¿Eres Army?- pregunto riéndome al ver un póster de BTS. 
-Tienen buena música- contesta encogiéndose de hombros.
-Prefiero la música occidental- afirmo.
-También es buena- dice entrando al baño y tomo asiento en un puff negro.
Después de unos minutos sale ya cambiado y con el cabello húmedo.
-Bien,  ya podemos irnos- me levanto para dirigirme a la puerta pero justo cuando voy a abrirla me detiene volteándome y dejándome entre la puerta y su cuerpo. 
-Debo irme...- digo nerviosa.
-Antes tengo que hacer algo- mete la mano en su bolsillo y saca un collar plateado con una perla azul en forma de corazón y en el centro las piedras incrustadas dibujan una corona de reina. 
-¿Y esto?- pregunto confundida. 
-Te pertenece- mira a mis ojos y luego al collar que tiene el mismo color que ellos -la piedra sagrada de la reina.
Nos quedamos en silencio unos segundos hasta que levanta su mano indicando la puerta.
-Podemos irnos- dice. 
-Ah... claro- me aparto para que abra y sale, lo cigo afuera y nos dirigimos al bosque.
Caminamos en silencio hasta ver las casas del pueblo, es de madrugada y todo está calmado, solo se ven gatos y perros callejeros caminando por las calles. 
Llego a casa y nos detenemos en la entrada del jardín principal. 
-Debo entrar- es lo único que digo ya que no sé que decirle exactamente. 
-Está bien.
Me adentro en el jardín y ya cerca de la puerta...
-Sabrina- lo escucho. 
-¿Si?- me volteo y se queda mirándome. 
-Mi presa... será tu abuela- suelta y no se como pararme o que cara poner -no me odies, ella lo pidió, sabe de tus padres, sabe del ritual y su deber  siempre fue mantenerte intacta para ser la reina.
-¿Entonces...?- estoy demasiado aturdida como para poder pensar. 
-Todos lo supieron desde que estabas en el vientre de tu madre y su primer antojo fue matar- continúa -el día en que naciste, llovió sangre, luego fue hora de que tus padres formaran parte de los Darksiders, solamente por crearte estaban destinados a estar en los rangos altos de la especie.
-¿Entonces por qué pediste que no le contara nada?- indago tratando de entender.                                                    -Llegado un momento se negó a que te convirtieras en la reina, si sabía que ya era la hora te ocultaría y eso crearía una guerra entre Darksiders ya que al no aparecer tú muchos hubiesen querido ocupar el puesto.                          -Pero...-comienzo a llorar y él se acerca.                                -No llores- limpia mis lágrimas con sus pulgares - ella eligió ser una presa para poder estar junto a ustedes porque sabe que ya no hay vuelta atrás.
 




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