El intercambio de escuela puede ser un proceso fácil cuando quieres huir de tu realidad. Justo en agosto me llego la el correo de aceptación en una universidad de Canadá, mi sueño hecho realidad.
El mar siendo tan inmenso, tan profundo me alentaba a no rendirme, quizá yo también tendría tantos secretos maravillosos que al ir creciendo podría ir descubriendo.
Ser bióloga marina era mi sueño desde niña, no necesitaba pensar si debería o no ir, no importaba lo que tuviera que dejar atrás con tal de color mis sueños.
—No quiero ser entrometida, ¿él te ha vuelto a buscar? —Pregunto mamá un tanto preocupada por mi.
—No mamá, la última vez fui más grosera y dudo bastante que el vaya a buscarme lo que me resta de vida. —Seguí empacando mi ropa y mamá solo me miraba desde la puerta.
—¿Segura que estarás bien en Canadá? Jenny, hay muchas cosas que aún tú no sabes de la vida, es muy difícil llegar a otro país y querer encajar, si te molestan mis comentarios es mejor que te aguantes y escuches a mamá, ¿Puedo darte un abrazo?. —Mamá hizo esa mirada de mamá, obvio no le iba a negar algo tan especial.
—Estoy bien, quien realmente necesitaría más atención es él, me quiso mucho pero no podía seguir en aquel lugar donde no me sentía cómoda, me atormenta la idea que ese muchacho sufra por mi, por alguien que no ha podido definir tus emociones, yo ahora tengo otros planes, otras metas, otra vida, mamá, oscar no puede ser parte porque no quiero que sea. —Termine de empacar y cerré la maleta, algunas lágrimas caían de mis mejillas y me sentía realmente tonta al pensar que si expresaba mis emociones quizá ellos entenderían.
Pero aïs era, cuanto más dolía, trataba de que menos me importara.
—¿Ya llamaste a tu abuela para comentarle que te vas a quedar en su casa? —Mamá comenzó a cargar mis maletas y me ayudo a subirlas al coche.
—Lo hice ayer por la noche y siento que esta feliz de tenerme cerca de ella por los próximos 11 meses, soy la favorita.
—Por favor Jenny, no antros ni alcohol. Te amo cielo, todo estara bien. —Mamá me despidió con un beso en la frente y fuerte abrazo y subi al coche.
Durante el viaje no me sentí nerviosa ni asustada, estaba feliz pues dejaría mi lugar de origen por cumplir mis sueños, eso era más que perfecto.
*En el aeropuerto*
No quise voltear a ver a mamá, tantas despedidas dirían que yo no quería irme, las ansias me comían por salir de aquí.
Durante el viaje hubo un poco de turbulencia, a lo cual no me sentía asustada,me sorprendía la calma qué había dentro de estar tormenta siendo tan yo, como si fuese el centro de un huracán, demasiado tranquilo el centro y un desastre a mi alrededor.
Después de varias horas de vuelo al fin llego el momento, al bajar por mis maletas la abuela vino a recogerme, parte de la familia de mis papás están acá aunque muy dispersos y es un total alivio saber que no tendré que toparlos seguido.
Y ahí estaba la abuela tere, con un Cartel gigante con letras doradas qué decía : "Bienbenida Jeny", sí, la ortografía no era lo suyo pero al menos lo intentaba y por lo visto aún no aprendía a escribir mi nombre. Ella corrió a abrazarme, a pesar de tener 59 años aún era muy fuerte y una mujer muy bella.
—¡Bienvenida mi cielo hermoso! ¿Que tal tu viaje, mi amor? ¿Comiste algo? ¿Te falta algo por recoger? —Mamá tere estaba llorando de la emoción de verme, me abrazaba con tanta fuerza que comenzaba a faltarme el aire.
—Mamá tere, que gusto verte yo también te extrañe mucho, estoy bien, gracias, comí muy bien, lo que me urge es descansar en una amplia cama. —Mi aspecto ya era terrible, quería irme y tomar un baño antes de dormir.
—Vamonos, te prepare tu habitación y todo está listo para que te instales. Durante el camino te muestro los lugares a los que puedes asistir después de la universidad.
—Es un completo alivio que seas parte de mi vida.¡VAMONOS!.
Subimos al auto de la abuela, a pesar de todo, la abuela tenía su chófer y un buen estilo de vida.
Llegamos a la casa y me sorprendió lo grande que era, tenía una terraza muy linda y nos recibieron 2 perros de raza grande las cuales yo no conocía.
—Vamos a comer, Jen, más tarde te dejo descansar. —Me miro con aquellos ojos tan tiernos los cuales no podía negarle algo.
—Esta bien, subiré a dejar esto, ¿Como distingo mi habitación? ¿No incomodare a tus animales?.
—Sube por el asensor que esta detrás de las escaleras, cuando uno es viejo tenemos que ver facilidades—Se encogió de hombres y sonrió—reconocerás tu habitación a primera vista, espero que te guste, lo hice yo misma y hay un regalo de bienvenida, eres más que necesitada aquí, tenerte me dará un poco de vida.
Llegue a la puerta de la habitación y entonces había una tortuga dibujada, una maravillosa tortuga en trozos abstractos de colores, y nuevamente en letras doradas decía "Pertenece a jen". era un sentimiento inexplicable.
Me di un baño rápido y entonces caí rendida, me dormir toda la tarde y olvide que había quedado de comer con ella. En cuanto desperté me fui rápido a la cocina y ahí estaba ella,me miró muy sonriente y entonces dijo —Vi que te quedaste muy dormida, tranquila solo voy hacer unas quesadillas y después a descansar".
Sonrei junto a ella y terminamos de preparar las quesadillas.
—¿Mañana te iras muy temprano?.
—Parece que todas mis clases comienzan a las 8am así que mi alarma sonara desde las 6:30 para poder arreglarme y organizar mis libros. ¿Necesitas algo o ayuda en algo?.
—No, me da curiosidad saber, yo no fui a la universidad, eran otros tiempos y me dedique al hogar, espero que te vaya muy bien, ahora ve a descansar que te espera un nuevo capítulo en tu vida. —Ella me sonrió y se fue a descansar.
Me quede en la barra de la cocina pensando en lo que ella había dicho, realmente me esperaba un nuevo capítulo en mi vida, nueva escuela, nuevas amigas, quizá un nuevo socio.
#18577 en Novela romántica
#3365 en Chick lit
amorlgtb, dolor del pasado y un nuevo comienzo, dolor de perdida
Editado: 29.12.2025