Lo que le paso a una hétero en Canadá

Viejita adinerada

Mamá Tere es todo un misterio sin resolver el cual me da un poco de miedo.
Últimamente usa unos lentes de estrella rosa que se le ven muy bien para ser verdad, la figura va con sus grandes ojos verdes y sus pestañas tan bonitas.
Es muy linda cuando comemos y creo que es una persona muy actualizada, ya saben no importa la edad sino la mentalidad,ella entiende que aunque el tiempo cambie las cosas también evolucionan y algunas otras se deterioran.

—¿Hacia donde vamos abuela? Ya sabes que todo esto para mí es nuev...— comencé a toser sin parar y sentía que cada vez podía respirar menos, mis ojos comenzaron a ver todo oscuro y de pronto me sumergi en un sueño profundo.
Sentí una paz inmensa, me deje ir, después de todo no había tanta relevancia en mi vida, sabía lo que la paz significaba, el fin de mi historia.

...
Desperté en el hospital con varios cables por mi cuerpo, la sabana blanca estaba manchada de sangre, supongo que era por las veces que intentaron canalizar me, mis venas eran dificiles de encontrar y quizá algún practicante se desespero conmigo. Me sentía débil y confusa, a lo lejos escucho voces y de pronto veo entrar a mamá tere con un gran vaso de café.

—Qué todo salga bien, que todo salga bien, por favor mi niña tiene toda una vida por delante— Repetía en un tono suplicante casi rogando, en su mejilla derecha una lagrima bajaba a la mínima velocidad.

—Todo está bien ya estoy aquí, no llores se te arruinar el rimel—. Le dije de forma suplicante para que cesafa su llanto u estuviera más relajada.

—Lamento decir que las noticias son malas, al parecer han encontrado algo en tu cuerpo, algo malo que no debería estar ahí— Más lágrimas bajaban pos sus mejillas y ella me miraba muy triste y preocupada.

Volví a perder la conciencia...

Me encontraba en un jardín lleno de mariposas y muchos tulipanes, a lo lejos veía un perro color paja, de aquellos perritos que no sabes si su color es amarillo, una mezcla de vainilla con café o color paja.
Corría para todos lados, iba y venía sin prisa, me observaba curioso y luego se acercó a darme la pata.

—Creo que yo te conozco. — le acaricie la frente y el movió la cola asegurando qué se sintió bien.

—No ha sido tu culpa, deberías soltar ese pensamiento, mirame, estoy feliz, es un hermoso lugar aquí, pero tu no perteneces, tienes que irte. — Senri caer en un gran hoyo el escucharlo hablar.

Desperté...

—Señora alejese necesitamos recuperarla, ¡sáquenla!.
Una enfermera le gritaba a mamá tere.
¿Que esta pasando con mi cuerpo?
Senri una gran descarga y luego otra.

Y luego me sentí muy cansada y dormir y dormí.

...
Al siguiente día desperté muy temprano, aun no salía el sol y estaba oscura la habitación, solo había un pequeño foco azul que era inútil, no alumbraba a más de 5 centímetros de el.

—¿Ya pasó todo? —Pregunte esperando que alguien me respondiera.
Nadie estaba solo eramos yo y me respiración cansada.

Horas más tarde entro mamá tere con un par de hojas y lloraba a mares.

—¿Que esta pasando,cuando nos vamos?.

—Oh cielo, ya despertaste, estaba terminando el papeleo para llevarte a casa. Voy a vestirte con ayuda de una enfermera y podemos irnos.

—¿Pero que pasa? ¿Que te dijeron sobre mi?.

—Nada cariño —Una lagrima resbala por su mejilla —Estas bien, solo fue un desmallo por falta de plaquetas, anemia. Nos iremos pronto a casa.




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