Analia
—Perdón, te juro que lo lamento tanto— No puedo parar de llorar, pero necesito a Paola la necesitó ahora, sé que si dejo pasar esto toda mi vida se volverá un infierno, un infierno del que fui salvada por Paola. Cuando eramos pequeñas y Lilyet me explico sobre Paola, me contó que ella salía en las noches que no le hacía daño a las personas y que era su ángel, alguien la cuidaba de las aterradores noches o eso le decían sus padres tenía poco más de 9 años tampoco le habían explicado mucho sobre Paola. Un día mientras jugábamos en el parque un chico me golpeó me tiro de las coletas, me dejo en el suelo llena de barro en ese momento Lilyet estaba llegando y cuando la vi a sus ojos y le pedí ayuda ya no era Lilyet la que fue y golpeó a ese niño era Paola, yo Analiapodía hacer que Paola saliera cuando quiera, yo, no la psicóloga no los psiquiatras sino yo.
—¿Estas bien?— Sus ojos cambiaron sé que ya no es Lilyet y eso me da pena pero también me tranquiliza saber que funciono —Siempre estoy bien,Analia,¿porque estoy aquí?— Su mirada oscura y sus cejas levantadas me explican que está muy molesta y que no quería venir aunque ella ama tener el control.
—Pasaron cosas y necesito tu ayuda— Mis lagrimas no paran de brotar de mis ojos y me siento cansada y fuera de mí y sé exactamente por qué tengo la sensación de ya no poder más con este día.
—¿Es culpa de ella cierto?— La voz de Paola es de aburrimiento, no le importa lo que sea que me pase o eso me demuestra, pero me ayudara y lo sé y lo sabe
—¿Que hizo esta vez?—
Mi habitación es la última y aveces no se escucha nada pero hoy, hoy se escucha cada grito de mi madre se escuchan sus pies retumban contra cada escalón como grita mi nombre y con el odio que lo grita, escucho su respiración entre cortada y sé exactamente que cuando entre en mi habitación mi mundo se derrumbara. —Eres una maldita puta, bastarda— Sus gritos son normales y sus insultos no me molestan pero cuando se acerca más a mí el miedo inunda mi cuerpo y como si acercarse a mí fuera una señal mi supuesta hermana entra por la puerta con algo en su mano derecha que no logre ver bien pero estoy segura de que me harán daño con eso —Te gusto tanto la paliza de ayer que querías otra hoy— No puedo moverme ni respirar Y hablar se vuelve casi una misión imposible, pero ellas se abalanzan hacia mí como lobos hacia su presa y una vez más lo hacen.
Mi llanto no se escucha sus manos están por todas partes, las siento tan profundo en mí que hasta respirar duele,quisiera dejar de sentir irme marcharme pero no puedo estoy encerrada en esta melancolía infinita lo eh intentado, escapar, pero ellas son más inteligentes y las golpisas son más fuertes incluso traen otras personas para que también me golpen casi siempre hombre,hombres que no solo me golpean,hacen cosas muchismo peores pero a ellas no les importa, para ellas soy una —BASTARDA— Mis gritos luchan por salir pero Ania me tapa la boca eh incluso aveces la nariz y el aire deja de llegar a mis pulmones y mi cerebro parece apagarse lentamente pero ya vuelve a dejar entrar aire y así sucesivamente,noche tras noche.
Contarle a Paola lo sucedido no es fácil pero lo intento y cada parte de mi desea que me ayude pero se que dirá que tenemos que matarla y yo se que no quiero eso nunca podría hacerles eso aunque sean las brujas de mi cuento aunque sean el villano de mi película, nadie se merece la muerte.
—Si no quieres eso ¿que quieres Analia?— Sus movimientos repentinos me apresuran a moverme y salir tras ella,el instituto aun sigue lleno ya que las clases extracurriculares se están imponiendo,vuelvo a la lucides cundo Paola frena y me doy contra ella bruscamente— ¿Que quieres Analia?—
—Escapar,ayúdame a salir de esa casa y irme fuera donde nadie me conozca — Los ojos de Paola son increíblemente inexpresivos
—Quieres que te ayude a escapar— Se que ella no siente absolutamente nada por mi se que aveces le parezco repugnante y odia tener que ayudarme,pero yo la quiero la quiero por ambas Paola me ayudo en mi moemnto más oscuros le debo la vida y creo que mañana también le deberé la vida.
Paola
Soy buena pensado y analizand incluso bajo presión pero hoy cuando deje a Analia en su casa con todo el odio de mi vida y camine hacia la mía y los vi entrar a su respectiva casa algo en mi se encendió algo en mi dijo es hoy.
Y yo,yo no le niego a mi cabeza lo que quiere y mucho menos negar mis instintos carnales,los ojos de Camilo y los míos se juntaron por un segundo,no se detuvo para hablarme cerró la puerta tras su espalda y yo continúe mi camino a casa.La última vez que Analia me trajo demoré días en irme,no me malinterpreten amo estar aquí ser la que controla pero todavía no era mi hora,necesitaba más tiempo para que todo funcione como quiero. Al entrar por la puerta de casa los ojos de mi madre se clavaron en mi y yo supe que lo sabía.
—¿Paola que haces tu aquí?— Mi madre me sigue viendo yo en la puerta y ella a menos de 4 pasos de mi con su cara de misteriosa, mientras que mi padre desde el sofá se va levantando lentamente — Paola no me gusta repetir las palabras y lo sabes— Es un misterio el amor que ella dice sentir por mi es como si no entendiera de donde sale cuando la veo solo veo una mujer que podría matar sin resentimiento y no lloraría al otro día,no me siento apegada a ellos nisuqiera siento ese sentimiento de familia ni esas mierdas de las películas de navidad que toda la familia se reúne y son felices no lo entiendo, perfectamente podrían morir frente a mis ojos y nisquiera lloraría,puede que hasta sea yo quien los mate
— Analia,ella me trajo — Sin pensarlo continúe mi camino a mi habitación y ellos me dejaron continuar sin más preguntas,sin miradas extrañas,como si hubiera solo llegado tarde de clase.
Tire mi mochila a un lado mientras miraba mi habitación lentamente analizándola como el primer día que desperte aquí,no soy de tirarme en la cama soy más de ver por la venta suena poético pero no te creas todo lo que suena lindo,me gusta ver por la ventana porque puedo espiar a mis vecinos es más fácil controlarlos, moviendo mi mirada llego a una de las ventanas de la casa de los Olaet y como si esta mierda fuera una película de terror de los años 80 una mano con sangre marca la ventana y un grito ahogado se escucha, mis ojos se centran en aquella mano que desvanece tras las cortinas azules pero cuando aquella mano desvanece un Camilo se asoma por la cortina y limpia la sangre lentamente sin percatarse de que su vecina acaba de convertirse en la testigo del crimen,Camilo desvanece y mi celular comienza a pitar sin control, lo juro estoy en una mala película de los 80s,lo cojo sin mucho entusiasmo
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Editado: 30.01.2022