Ismael
Despertar en la cama de Daniel es bastante extraño, pero suponía que Paola seguiría a mi lado y eso mejoraba la situación, pero cuando abrí los ojos solo vi al estúpido Camilo quien se estaba poniendo los pantalones y en la puerta un Daniel que salía tranquilamente con su pijama.
—¿Ya se fue?— Camilo giro la cabeza para observarme y asintió, se levantó y salió de la habitación hice exactamente lo mismo levantarme de la cama ponerme el pantalón y bajar a la cocina me muero de hambre sea la hora que sea mi estómago me grita que le dé algo contundente, bajo las escaleras y noto que la llave de Samuel no están y por la ventana noto que únicamente se llevaron el auto de él, al intentar llegar a la cocina mis hermanos no me dejan pasar están los dos parados en el marco de la puerta de la cocina admirando algo fijamente, no tuve ni que preguntar, ya que cuando me hice un lugar entre ellos, pude ver a Paola moverse por la cocina haciendo café y dejando panqueques en cada uno de los platos que se encontraban en la mesa, es extremadamente extraño, me estaré volviendo más loco de lo que ya estoy eso sería más fácil de asimilar a pensar que Paola está haciendo el desayuno. Aunque por sus moviéndose suaves, pero nerviosos tengo el presentimiento que ha regresado nuestra querida Lilyet
—Pueden dejar de mirarme es abrumador— Dejo la taza de café en la mesa y nos miró —Ya no soy Paola volverá por la noche como siempre— Ojos más claros y sonríe era obvio que no era Paola.
—¿Ahora haces el desayuno? —
—¿Está envenenado?—
— Cuando estoy nerviosa cocino por eso el desayuno está en la mesa Daniel y para tu información Camilo no sé donde está el veneno así que no pude ponerle veneno — Sin importarme una mierda si me moriré por comer esos panqueques me siento frente a uno de los paltos y empiezo a comer y mis hermanos luego de ver que no me moría también se sentaron—¿Están buenos? —
—No—
—La verdad es que Daniel tiene razón están asquerosos—
—Pasables— Camilo tiene razón son asquerosas saben a mierda, saben tan saldas que es imposible tenerlas en la boca por más de 5 segundos, pero es Lilyet y la verdad no me gusta levantarme y ver llorar a alguien es desesperante.
—A si debe ser que a esos les puse sal y no azúcar esto son los buenos— Saca un plato que estaba a su derecha en la mesada llena de panqueques que si tiene buena pinta no como estos que se ven pálidos como una rata muerta, pero hasta las ratas muertas tienen más color, su risa inundó la cocina no paraban de reír y su sonrisa era es puta mierda que dijo Camilo ayer mientras pensaba que dormíamos es una tarta de fresa no podría describirlo de otra forma, como le explicas a alguien que piensa que acabas de conocer que la conoces desde hace mucho más tiempo, que sabes cada mínimo detalle de su vida como le explico a Lilyet que la conocemos, pero ella a nosotros no, somos sus sombras desde el día que ese hijo de puta decidió venir a por ella y condenarnos a ser sus verdugos, éramos perfectos para el plan apariencia de una familia normal tres chicos de su edad y nadie iba a sospechar que estábamos graduados de la universidad, somos muy jóvenes y nadie te cree eso hasta que no muestras tu puto título, éramos lo ideal ningún rango de psicópatas a la vista somos tres lobos que nacieron como ovejas, mi sentido del humor dice que nacimos para este plan.
Nosotros aceptamos ser parte de este circo porque si él la dañaba esto se iba a poner muy feo preferimos matar a una inocente a que maten a nuestra madre, no estoy enamorado de Lilyet ni de Paola el amor es algo que no comprendo no puedo ejecutar esos comando tan complicados en mi cerebro es casi estúpido pensar que podría salvar a un humano con tan solo un cuchillo y una venda de un disparo al pulmón, pero no puedo entender el sentimiento de amor es ridículo, pero cierto puedo fingir o simplemente copiar como las personas se sienten cuando están en ese estando, pero sentirlo, no, sentirlo es casi imposible por no decir nada posible, los humanos se ganan enemigos muy fáciles y Lilyet se ganó uno que no sabe cuando quiere dañarla.
—Ismael — La voz de Lilyet me saca de mi mierda y me hace fijarme que esta a mi derecha con una bolsa y sus panqueques buenos ya están en la mesa y siendo comidos por mis hermanos.
—¿Qué pasa?— La mirada burlona de la niña me hace sentir como siquiera comer esa tarta de fresa en este momento
—Tira esos panqueques y come de los ricos eres tonto te lo he expresado 3 veces — Sonrisas, esa mierda donde se te ven los dientes y haces muecas, nunca pensé que las sonrisas eran algo que podrías ver por un largo tiempo sin aburrirte, tire los panqueques y me serví de los buenos sin pensarlo estos son eran ricos sabían bien eran dulces y el café los hacía saber mejor no sé cómo lograba eso el café, pero logró, no hablamos ni siquiera intento sacar tema de conversación y eso era genial porque las charlas forzadas eran mi top cosas que odio bueno odio muchas cosas así que esa entra en el top 50, pero de la nada hizo la peor pregunta del mundo creo que esa pregunta si entra en mi top dos de preguntas que odio.
— Creí que ibas a por Analia— Primero que nada que asco dios esa mierda de tener una cita con ella, es una persona tan básica que no podría aguantar otra cita, opino que preferiría cortarme los huevos y comérmelos que salir otra vez con ella, sin embargo, no le diré Lilyet "me obligaron a salir con ella" para analizarla y saber como esta, es una pieza para el gran plan del hijo de puta, Analia es una niña aunque se hagan la fuerte sé la mierda que le ha hecho ese hijo de puta, no obstante no soy el héroe de su historia creo que no va a tener héroe, algunas veces no estamos destinados a ser salvados y creo que ella es una de esas personas, esa que nadie nunca va a salvar.
—Quería ser su amigo soy muy simpático— Mi sonrisa irónica y los ojos en blanco de Camilo no cooperan con la situación.
#5546 en Thriller
#2996 en Misterio
#22220 en Novela romántica
amor dolor dulsura, amor deprecion comfucion comfusion, amor romance dudas odio misterio
Editado: 30.01.2022