-¿Por qué los aliens nunca nos responden gritando?
-Por qué aún no nos pueden oír.
-Lo haré más alto la próxima vez.
Diálogo de la película "La habitación"
Analia Mayo Domingo 15
Nunca me había sentido tan asquerosa como cuando me desperté en ese lugar, no sabía que día era y no me acordaba de mucho.
La fiesta de Camilo.
Felipe el ser que se hace llamar mi padre era el que conducía el taxi.
Ismael y Daniel lo ayudaron a secuestrarme.
Y luego de eso oscuridad, todo fue silencio no me desperté hasta ahora, supongo que habrán pasado horas o día no lo sé no tengo mi mochila ni mi celular estoy en una habitación que no tiene ventanas no sé si es de día o de noche no sé que está pasando.
Me intenté mover, pero mi mano estaba esposada a una cadena que estaba agarrada a la pared, podía levantarme y ponerme de pie, pero no moverme más de dos pasos, la habitación en la que estoy está completamente vacía solo resalta una puerta que parece la puerta de un sótano.
-¡AYUDA!- Grite y grite nadie me escuchaba, pero oía ruidos arriba, y de la nada alguien estaba abriendo la puerta.
-Cariño mío por fin despiertas-Solo escuchar su voz me dan ganas de morir, no me tendría que haber escapado era obvio que todo iba a salir mal desde cuando creo que puedo salir adelante, nunca podré ser feliz porque estoy destinada a ser el personaje que solo está ahí el que no es importante para la trama.
Nunca seré la protagonista ni siquiera de mi propia vida.
Se acercó a mí yo me aleje y me pegue a la pared él aun así se acercó y me acorralo, me oleo el cabello y la piel, paso su nariz por mi piel como si me estuviera acariciando. Intente retener las lágrimas, pero no pude hacerlo estaban ardiendo en mis ojos así que las dejé caer, pero él las limpio quería moverme gritar, pero estaba acorralada y tenía tanto miedo que no podía reaccionar.
-No me hagas esto Analia de mi corazón no me llores soy tu padre-
-Tú no eres mi padre- Le escupí en la cara se merecía muchísimo más que solo mi odio se merecía morir, él me pego luego de escupirle.
-No lo me hagas enojar- Respiro y volvió a tocar un costado de mi cara -Ven vamos a comer- Se sacó una llave del bolsillo y abrió las esposas, intente correr de él, pero me agarro del cabello y me tiro al suelo no dijo nada solo me tiro y me vio y supe lo que quería decir, si lo desobedeció una vez más todo acabaría peor.
La habitación era un sótano, cuando salías de aquel sótano espeluznante, una casa de madera te daba la bienvenida estaba lleno de fotos mías de pequeña en algunas estaba mi madre en otras solo yo y en ninguna mi hermana.
-Puedes estar por la casa, pero intenta correr y la pasarás mal ¿entendido?-Asentí-Palabras- Grito mientras me jalaba del cabello.
-Entendió- Seguí viendo las fotos, hasta que llegue a un muro repleto de fotos de una familia que no conocía había un hombre y una mujer con los ojos iguales a los de Lilyet, al lado de la mujer una niña con dos coletas y justo frente a ellas sentados en tres sillas tres chicos uno más grande que el otro, vi a Felipe estaba segura de que era él, parecía el más pequeño de los chicos, no reconocí a ninguno de la familia a excepción de Felipe, el marco del cuadro estaba firmado y decía:
"De tu mamá para ti Felipe no te olvides de la familia, somos los Olaet y estamos juntos, todos somos especiales.
ATT: mamá"
Los Oalet, era todo lo que retumba en mi cabeza.
Nunca había conocido a mi abuela, jamás me la presentaron un día me contaron que toda la familia de Felipe había muerto y que por eso nunca los conocería, seguí viendo las fotos hasta que llegue a una en la que todo parecía encajar todas las piezas de aquel puzle encajaban a la perfección, los hermanos Olaet junto a su padre, Felipe y un señor mayor que supongo que sería mi abuelo y otra vez estaba firmado.
"No los busquen los juguetes llegan solos, acuérdate que estaremos aquí, ojalá algún día conocer a tu pequeña hija.
ATT: Samuel tu hermano preferido"
-¿Soy una Olaet?- Estaba totalmente desconcertada, no solo me acaba de enterar de que estoy secuestrada por mi propio padre, sino que soy prima de los Olaet y ellos ayudaron a que me secuestren.
Felipe salió de una puerta y se acercó donde estaba y contemplo las imágenes y empezó a señalar.
-Esta es tu abuela Ámbar esta muerta, tu abuelo Francisco este que está aquí es Tretan por aquí Samuel y sus hijos y esta pequeña con coletas tu tía Pía, fin del recorrido familiar ve a comer-
La noche fue lo más duro, todo parecía desvanecer en la noche por las mañanas era Felipe y por las noches era un monstruo que me hacía querer morir.
Lunes 16
Deje de comer él me golpeo, todo me daba asco, vino por la noche, solo con verlo me hacía querer morir lo intenté me golpeó contra las paredes él me golpeó más fuerte.
Martes 17
Me obligó a comer y como no funcionaba me prometió responder una pregunta cada día si comía y eso me parecía un buen trato necesitaba respuestas.
-¿Mi madre sabe todo esto? -Él se río y yo comencé a comer.
-Tu madre para poder casarse conmigo tuvo que entrar a la secta, aunque eso no responde a tu pregunta, si lo sabe todo. -
-¿Qué secta?-
-Esa pregunta te la guardas para mañana-
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Editado: 30.01.2022