Prólogo:

Solo basto una tragedia.

Una en dónde un "accidente", le arrebató a las personas que ella más amaba.

Una llamada que derrumbó su vida al avisarle de lo que había pasado.

¿Qué aria?

Solo quedaba ella y su pequeño hermano...

Lo más lógico era que fueran a una casa hogar, pero ella ya era mayor de edad, la idea no le gustaba...

¿Por qué?

Pues porque ella sabía que los separarían y eso no lo permitiría.

Dicen que una cosa lleva a la otra.

Y una persona te lleva a conocer a otra más.

Thomas Williams junto a su esposa serán quien los salven de ir a dar a un orfanato.

Ahora tenía una nueva familia, no reemplazarían a sus padres, pero los acogerían como sus hijos, lo malo...

Es que a La vida la odia tanto que le quita la felicidad en un abrir y cerrar de ojos.

Ella solo quería una sola cosa, quedarse con la única persona que le quedaba, su hermanito.

Sabía que aria lo que fuera con tal de conseguirlo aunque eso significara casarse.

Lo aria sin protestar pero lamentablemente ese hombre era Alexander Williams...

El hijo de su nueva familia adoptiva y como si eso no fuera poco, también era...

El insoportable de su jefe.

°°°

-No tienes otra salida, te quitarán a tu hermano, no tienes lo suficiente para poder hacerte cargo tú sola, cásate conmigo y tendrás la custodia de tu hermano, eso es lo que quieres, ¿no?, sabes perfectamente que tú sola no podrías tenerla, es un trato justo.

-¿Tú qué ganarás con eso?

-Quedarme con lo que me pertenece.