|Narra Alison|
Al día siguiente
Son las 9 de la mañana, y no dormi nada, ¿fantástico no?
Tengo una ojeras que serán imposibles de cubrir con maquillaje, nuevamente las pesadillas han regresado, tengo miedo, no lo puedo negar, decidimos seguir quedándonos en hotel hasta la boda; para estar al pendiente de todos los preparativos así que volví a dormir con Alexander, él estuvo abrazándome cada vez que despertaba por las pesadillas.
Me da pena que él esté atento y tampoco haya dormido, también tiene ojeras.
Mis ojos están rojos por todo lo que llore cada vez que despertaba, creí que esto nunca me volvería a pasar pero no fue así, odio a ese tipo lo odio con todo mi ser, me destrozo la vida cuando era niña y me ha vuelto a atormetar justo ahora.
—¿Alison ha estas?—. Me pregunta Alexander recargado en el marco de la puerta.
—Ya, vamos.
—Bien.
Tomo mi mano y salimos hacia el ascensor.
Me dijo que me areglara que teníamos que ir a un lugar, pero no me dijo a cual, la cita con la Sra. Steven es a la 1.
Tenemos mucho tiempo todavía.
Llegamos a la parte de estacionamiento subterráneo que tiene el Hotel.
—Buenos días Señor Williams—. Saludan Oliver y Antonio cuando nos ven.
—Hola Ali—. Me saluda Antonio con una sonrisa me suelto de Alex y corro a abrazar a Antonio.
—Hola tío—. El me recibe con un abrazo también, se siente también recibir su cariño, le digo tío apesar de que no lo es pero me ha cuidado desde niña.
—¿Y para mi no hay abrazo?—. Se queja Oliver.
—Claro que si tonto—. Lo abrazo también sintiendo como su pecho vibra por su risa.
—¿Cómo has estado pequeña?—. Me pregunta.
—Más o menos—. Le digo al soltarlo.
Él sabe el motivo de mis desvelos, se lo conté hace unos meses atrás, ambos saben que paso y es por eso que me cuidan mucho.
Regrese a lado de Alexander el cual solo estaba esperando que dejara de abrazarlos, rodeo mi cintura con su brazo y me pegó a él.
Llegaron 3 autos negros los cuales me parecieron sospechosos, el miedo no lo pude ocultar por lo que me pegue más a Alexander sintiendo que estando junto a él nada malo me pasaría.
—Tranquila, no pasa nada—. Susurro en mi oído
Los 3 autos se detuvieron y de estos bajaron varios hombres vestidos de negro parecen sacados de alguna película de espías y policías.
Si no mal cuento son 12 o 15 hombres, como de 25 a 35 años, 5 traen armas grandes, no se como le dicen a ese tipo de rifles.
Oliver y Antinio se les quedaron viendo y sacaron sus pistolas también ellos.
—Tranquilos son de los nuestros —. Les dijo.
—Buenos días Patron; patrona buenos dias, disculpen la tardanza, mucho tráfico—. Saludo un hombre como de unos 30 años, algo cabello negro y rostro serio.
—Buenos días—. Le Respondí— Buenos días a todos.
Salude a los demás que se quedaron atrás formados en una sola línea.
—Buenos días patrona—. Hablaron todos al unísono haciendo una referencia.
No pude ocultar la sonrisa que se pinto en mis labios porque recordé los kdramas que veo.
—Chicos, ella es Alison Hesley mi prometida como ya saben, su deber será protegerla, la seguirán a donde sea que vayan, no pueden dejar que nadie le acerque a menos que ella lo autorice, si algo le pasa juro que ustedes lo pagaran con su vida—. Amenazó con su rostro realmente serio— La llevarán a donde ella quiera y usarán los autos blindados, el equipo 2 se encargará de mi seguridad a partir de hoy, y ustedes se encargarán de la seguridad de ella, cuando aceptaron trabajar para mi aceptaron dar la vida por mi pero ahora la tienen que dar por ella.
La sangre se me congelo cuando ahí eso, no quiero que nadie muera por mi culpa.
Necesito hablar con Alexander.
—Antonio y Oliver se unirán a ustedes, son los hombres de confianza de mi prometida además de que los considera su familia así que apesar de que son del equipo de seguridad igual estén atentos a su seguridad—. Eso sí me sorprendió y creo que a ellos igual.
—Amor, ellos son el mejor equipo de seguridad que tiene mi empresa, están altamente capacitados y preparados para todo tipo de situación, pídeme lo que sea menos que te deje sin seguridad, no siempre puedo estar a tu lado y no quiero que nada malo te pase espero y me entiendas—. Me pidió mirándome a los ojos.
—Esta bien—. Acepte pues creo que realmente le preocupa que algo me pase.
—Bien, suban a los autos, vamos al aeropuerto—. Caminamos a los autos.
Creí que íbamos a ir en el de él pero subimos a una camioneta con los vidrios polarizados.
—Antonio, sube al frente, y Oliver ve en el de atrás —. Ordenó Alex.
Ambos asintieron he hicieron lo que les dijo.
—¿Por qué vamos a ir al aeropuerto?—. Le pregunté curiosa.
—Lo veras cuando lleguemos—. Sonrió de lado.
No indague más puesto que se que no me dirá nada.
...
Aeropuerto.
|30 Minutos Después|
Ya llegamos al aeropuerto, antes de bajar de la camioneta el equipo de seguridad bajaron de los autos y rodearon la camioneta, las personas se quedaron paralizadas cuando vieron las armas.
—¿No es ilegal cargar armas de ese modo?—. Le pregunto a Alex preocupada por qué nos arresten.
—No te preocupes amor, todo es legal, algo que es raro en mi—. Susurro lo último.
—Bueno—. El líder del equipo nos abrío la puerta dejándome bajar primero, me tendió la mano para ayudarme.
Después de bajar le agradecí después Alex bajo también.
Realmente la gente nos mira como si tuviéramos 3 ojos, los guardaespaldas se posicionaron en dos filas dejando un espacio entre ambos por donde nosotros pasamos, nos adentramos al aeropuerto siendo seguidos por esto quienes ahora hicieron un círculo a nuestro alrededor.
Esto se siente muy pero muy extraño.
—Vamos a ir algún lado, n0 traje maleta ni pasaporte—. Le digo preocupada, él me mira y solo sonríe.
—Mira haya—. Levanto la mirada para ver hacia donde me señala y veo a mis dos amigas primas de Oliver bajando por las escaleras automáticas.