Lo que me pertenece

Cap 30: El vals

Narra Alexander:

Por fin me he casado, no se como describir lo que siento, me he atado a una mujer cuando dije que jamás me casaría.

Esto es culpa de mi padre, sin tan solo no hubiera estipulado eso.

No hay marcha atrás, ya está hecho, estoy casado con Alison y así será por un año.

¿Cómo será mi vida durante este tiempo?

No lo se, nadie sabe como será el futuro.

He decidido que estar casado no será un castigo o una condena, lo tomaré como una experiencia diferente, después de ella no me volveré a casar así que esta bien, el tiempo se pasa rápido así que puedo vivir un año.

El problema está en que ella no sabe el peligro que corre al estar a mi lado.

La veo sonreír quitada de la pena a los demás invitados sin saber que el 40% de los que se encuentran aquí son parte del mundo al que ella no sabe que también pertenezco.

Hay Asesinos, traficantes, estafadores aquí y los saludo como si fueran personas normales, ella no sabe que al haberse casado conmigo; ahora también es parte de este mundo porque yo soy como ellos.

Por elección propia, claro.

Nunca quise que ella se viera involucrada en esto pero así paso, mi padre así lo eligió.

Él sabía que yo pertenezco a este mundo y aún así decidió dejarla a mi lado.

-Hunter, que gusto verte-. Escucho ese apodo por el cual me conocen en en bajo mundo.

Volteo a ver a la persona que me ha llamado asi y me encuentro con un rostro conocido.

Frédéric Rider.

Traficante de primera categoría además de que es un gran empresario en el mundo de la arquitectura.

-Lo mismo digo Frédéric, Creí que no vendrías-. Hace un año que no lo veía, vive en París, rara a la vez viene a Nueva York.

-No me perdería tu boda por nada, debía conocer a la Señora Williams-. Me dice mientras me abraza.

-Que bueno saberlo.

-Has hablado con Paul?-. Me pregunta al soltarme.

-Lo invite a la boda, pero dijo que no seria buena idea que viniera-. Le respondo.

-Tiene razon, sabemos que ha habido rumores de su verdadera identidad y eso te perjudicaria ahora que manejas las empresas de tu padre, ademas, hay quienes quieren ver muerto a Paul y uno nunca sabe si aqui alguien hubiera intentando atacarlo-. Él tiene razón.

-¿Tienes el cargamento 73?-. Le cambio el tema.

-Por supuesto, ¿Adrien te dejo en paz?-. Hace tiempo me quería matar pero llegamos a un acuerdo.

-Si, por el momento claro, dijo que si le entrego el cargamento 73 me dejara en paz.

-¿Por qué lo dejaste llegar a ese punto?, Alexander, tú no eres de los que se esconde, bien pudiste haberle dado el dinero que pedía.

-Si lo se, pero no era así de sencillo, mi dinero esta invertido en varias cosas, no puedo retirar solo así cuando yo quiera, podría haber sido demandado por incumplimiento de contrato, le pedi el dinero a mi padre pero se negó a dármelo-. Soy Alguien que se la pasa haciendo negocios, es mejor tener el dinero invertido para generar más y más.

Solo yo se como hago negocio y nunca me han fallado.

Sólo cuando el periodo de inversión termina es cuando puedo retirar el dinero.

-Me lo debiste pedir a mi-. Me dice serio negando con la cabeza.

-Y tener que aguantar tus regaños, no gracias-. Rio ante su rostro indignado.

Él tan solo es 6 años mayor que yo.

Pero me regaña y me da sermones de ancianos.

-Bueno, ya, paremos de hablar de eso, tu esposa es encantadora se llevo muy bien con mi esposa.

Volteó a ver a Alison quien esta hablando alegremente con Anastasia, la esposa de Frédéric.

Nunca la había visto tan alegre con personas extrañas.

Ella voltea y me saluda con la mano, le sonrió de regreso, ambas caminan hacia nosotros.

Anastasia abraza a Frédéric y Alison me abraza a mi.

-Tu esposa es tan linda, te sacaste la lotería Alexander, creímos que jamás te casarias, pero mira nada más definitivamente la vida tiene muchas sorpresas -. Me dice Anastasia sonriéndo.

-Lo mismo pensé, pero ella apareció y cambio mi vida -. Miro a Alison que esta mirándome como si quisiera ver a través de mi.

Sin pensarlo le robo un beso a lo que ella se sorprende.

-Muchas felicidades Sra.Williams, será un placer tenerlos algún día como visita en nuestra casa, ojalá puedan darnos esa oportunidad-. Le dice Frédéric.

-Espero Alex me lleve algún día, ¿viven aquí?-. Pregunta curiosa.

-O no,no,no, vivimos en París, pero por el momento estamos atendiendo unos negocios en Grecia, el siguiente mes estaremos de regreso haya-. Le Explica este.

-Oh, entiendo, muchas gracias por haber venido.

-Gracias a ustedes por invitarnos.

-Por supuesto que tenía que invitarte, eres como mi familia a pesar de que casi no nos vemos-. Le respondo yo.

Conoci a Frédéric hace 7 años, fue el quien me enseñó a moverme en este mundo, pero no fue él quien me lo mostró por primera vez.

Ese trabajo lo hizo Paul Escobar.

Él actual líder de cartel de España.

Paul y Frédéric son cuñados, Frédéric se caso con Anastasia quien es su hermana menor de Paul.

Es así como lo conocí.

Él se opuso a que yo entrará al mundo de la maña pero no pudo hacer nada, una vez que decido algo es difícil que me hagan cambiar de opinión.

Mi padre me mandó a estudiar a España un año, fue como conocí a Paul haya.

Una noche en un bar cambio todo.

-Es hora de bailar el vals, adelante-. Nos informa Marina llegando a nosotros.

-Adelante por favor, queremos verlos bailar-. Nos dice Anastasia.

-Jajajaja, será un placer, me permite esta pieza-. Le digo a Ali con una reverencia.

-Por supuesto caballero-. Me da su mano, caminamos al centro de la pista, la melodía de With You de Jimin empieza a sonar, esa fue la que elegimos para bailar como nuestro primer vals de casados.

Marina nos obligó a ensayar ayer por la mañana hasta que nos saliera a la Perfección.

-Un, dos, tres, un, dos, tres-. Le escucho contar en voz baja.




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