[En algún lugar]
Alexander y sus hombres se encontraban en las calles desoladas de Seúl, esperando a Park Se-Heon, el líder de la mafia de Corea. Era un lugar peligroso, pero Alexander confiaba en su poder y en su capacidad para resolver la situación, el trato era justo según las palabras de Park Se-Heon; él tendría lo que quería y Alexander tendría al traidor que lo vendió a sus enemigos.
Jeremy, su mejor amigo y confidente, se acercó a Alexander.
-No sé qué pasará cuando nos encuentremos con Park Se-Heon pero, ¿Crees que no nos traicióne?
-No te preocupes, Jeremy. Tengo todo bajo control. Park Se-Heon sabe que no puede cruzar ciertos límites conmigo, además él tiene palabra.
-Eso espero-. Susurro Jeremy.
Por algun motivo, él tenia un mal presentimiento, no sabia como explicarlo ni tampoco como decirle a Alexander y que este no se ríera de él.
Si alejo un poco de Alexander para poder hablar con francotiradores.
-¿Todos están en posición?-. Pregunto jeremy por el radio que tenia para comunicarse con los ellos.
-Todo listo señor, Águila 1 en posición
-Aguila 2 y 3 en posición
-Anguila 5 y 6 listos.
-Perfectos, todos atentos a todos los movimientos de los visitantes.
-Si señor-. Respondieron todos al unísono.
En ese momento, Park Se-Heon apareció, acompañado por su hombre de confianza. Alexander se levantó y se acercó a él con una mirada fría y desafiante.
Pudo visualizar a kim Juho, el traidor que lo habia entregados hace 2 años y a a quien no habia podido encontrar hasta que Se-Heon lo contacto.
-Park Se-Heon, amigo mio, hace tiempo que no te veo-. Lo saludo como si fueran amigos de toda vida.
-Hunter, un gusto volver a verte-. Sonrio al abrazarlo.
-Si no fuera por negocios nunca me hubieras contactado, eso me duele -. Fingio índignacion ganando una sonrisa de parte de Park Se-Heon.
-Debia darte tu regalo de bodas, me he enterado de que te has casado
-Que rapido corren las noticias, pero es verdad, me he casado-. Sonrió al pensar en la pequeña Castaña que se volvio su esposa.
-Felicitaciones mi amigo, estoy feliz por ti, es difícil para quienes viven en esto formar una familia, cuidala-. Alexander no sabia si lo decia de buena manera o si era una advertencia.
-Lo are, por ella soy capaz de todo asi que mientras este con vida nadie podra tocarla, todo lo que es mio es intocable y ahora ella esta bajo mi protección y pues ya sabes, con Mr. HUNTER, nadie se mete—. Le regalo una sonrisa ladina, volteo a ver a Kim Juho, quien se mantenia a escaso un metro de distancia, le sonrio pero este vez de una manera siniestra.
Un escalofrio recorrio el cuerpo de Juho, hasta ese momento creyo que Alexander estaba muerto pero al verlo parado enfrente de él miles de pensamientos lo invadieron.
¿Como podia seguir vivo?, Torres le habia asegurado que lo habia matado.
¿Que fue lo que paso?
¿Como podia estar enfrente de él?
A caso... ¿Alexander sabia que fue él quien lo habia traiciónado?
No solo Alexander estaba detrás de su paradero así que se había asegurado de que nadie diera con él, vivió oculto y es por eso que no estaba al tanto de lo que pasaba a fuera, se había aliado con Se-Heon quien le había pedido hoy que lo acompañará a recoger los cargamentos que había pedido.
—pero bueno, a lo que hemos venido—. Hablo Alexander llendo directo al tema que los llevo a estar reunido a altas horas de la madrugada—parece que tienes algo que ofrecerme.
Park Sejeon sonrió de manera siniestra.
—Hunter, siempre tan directo. ¿Traes lo que te pedí?—. Alexander asintió con la cabeza, le hizo señas a sus hombres de que acercaran los cargamentos a lo que ellos obedecieron.
—Soy un hombre de palabra querido Park, aquí esta lo que me has pedido, armas y droga de primera categoría, ¿Quieres checar que todo esté en orden?
Pregunto Alexander abriendo las maletas donde estaba lo que le había preparado a Se-Heon.
—No es necesario, confío en ti.
—Bien, ahora dame lo que me has prometido, quiero que me entregues a Kim Juho—. En el momento en el que Juho escucho su nombre levanto la mirada y se encontró con la sonrisa burlona de Alexander.
2 hombres se posicionaron detrás de él.
Forcejeo para soltarse de estos pero no lo logro.
—Tu y yo tenemos una cuenta pendiente, ¿Lo has olvidado?—. Le pregunto Alexander al llegar a él.
Con una navaja afilada corto parte de su rostro causado que Juho gritara, Alexander tenia una mania de marcar a todas sus víctimas, les cortaba el rostro para luego dibujar una H en sus frentes con la misma navaja.
Así, quien los encontrará sabían que Mr. Hunter los había matado.
Aunque, probablemente sólo aquellos que corrían con la suerte de ser abandonados a su suerte para morir lentamente eran a los que se les podía ver aquel sello; ya que la mayoría de los cuerpos de sus víctimas habían sido desechos con múltiples acidos que ocupaban para deshacerse de los cuerpos.
El corazón de Kim Juho latía de una manera desenfrenada, a su mente llego la carta que había recibido el día de ayer...