Lo que me pertenece

Cap 48: La llamada que cambio todo.

Antes que todo, les quiero agradecer a todos los que me han apoyado a lo largo de esta historia, la verdad les doy las gracias de todo corazón, no soy una escrita profesional, se que tengo errores, se que no soy la mejor en cuestion de narrar, se que tengo un largo camino que recorrer pero en algun punto ustedes podran ver una mejor version de mi, quisiera poder terminarla antes de Año nuevo y espero que para ese entonces aun sigan conmigo y conozcan cual es el final de Alexander Y Alison.

Mi sueño es poder llegar a ser como las autoras que tienen millones de vistas y likes, se que me falta mucho pero me esforzaré para eso, ahora solo quiero que este libro tenga apoyo y ustedes que me leen son los que han hecho que no me rinda y siga adelante.

Por ustedes es que aun estoy aqui escribiendo y esforzandome, cada comentario, cada like, cada vista es un impulso para mi, gracias, muchas gracias.

Att: Arellykp.

Si les está gustando denle like y siganme, esuero sus comentarios 😉.

Saludos desde México

◇◇◇◇◇

◇ALEXANDER ◇

Estaba en mi oficina, trabajando en algunos documentos importantes, cuando sonó el teléfono.

—¿Qué ocurre?—. Conteste la llamada de mi secretario.

—S-Señor, su esposa ha sido secuestrad—. Soltó sin más.

Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago. Mi mente se quedó en blanco, no podía procesar lo que estaba escuchando.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién?—. pregunté, tratando de mantener la calma, pero mi voz temblaba de rabia y preocupación.

—No lo sabemos todavía—Dijo—Pero estamos investigando. Tenemos a nuestros mejores hombres en ello.

Me levanté de la silla, mi corazón latiendo a mil por hora. Tenía que hacer algo, tenía que encontrar a Alison.

—Quiero que me mantengas informado de todo— dije, tratando de mantener la calma. —Quiero saber quién es el responsable de esto y quiero que lo paguen.

—Lo haré Señor. Te prometo que haremos todo lo posible para encontrar a Alison y traerla de vuelta a casa.

Colgué el teléfono y me quedé un momento en silencio, tratando de procesar lo que había escuchado. Pero no podía permitirme el lujo de sentirme abrumado. Tenía que actuar, tenía que encontrar a Alison.

Me paseé por la habitación, mi mente enfocada en una sola cosa: encontrar a Alison.

¿Quién se atrevía a secuestrarla? ¿Quién se atrevía a jugar conmigo de esta manera?

Me detuve frente a la ventana, mirando la ciudad que se extendía ante mí. La ciudad que yo controlaba, la ciudad que yo protegía. Pero ahora, alguien había entrado en MI territorio y me había robado lo más preciado.

Sentí una furia creciente en mi interior, una furia que amenazaba con consumirme. Pero la contuve, la canalicé hacia una determinación férrea. Encontraría a Alison, la encontraría y la devolvería a mi lado. No importaba lo que tuviera que hacer, no importaba a quién tuviera que matar.

Sonó el teléfono en mi escritorio. Era Jeremy.

—Alexander, he hablado con los líderes de la mafia—dijo—Están dispuestos a reunirse contigo para hablar sobre el secuestro de Alison.

Había hablado con Jeremy sobre citar a cada uno de los Líderes de los territorios de Estados Unidos para acordar un trato, cerrariamos Aerolíneas y Cual quier salida que pudieran usar para sacar a Alison del país.

No puedo hacer lo que yo quiera en territorio que no es mio, pero si logro una alianza con ellos o si no; los obligó pero de que lograre cerrar el país lo are a como de lugar.

—Organiza la reunión— dije—Quiero saber quién está detrás de esto. Quiero saber quién se atrevió a secuestrar a mi esposa.

Jeremy asintió al otro lado de la línea.

—Estoy en ello, Alexander. Pero debes calmarte. Debemos pensar con claridad si queremos encontrar a Alison.

Me reí, una risa amarga.

—No hay calma que valga, Jeremy— dije. —Hay furia, hay determinación. Y hay venganza.

Colgué el teléfono, mi mente enfocada en la reunión que se avecinaba. Encontraría a los responsables, y los hare pagar.

...

Mientras esperaba la reunión con los líderes de la mafia, recibí una llamada de uno de mis hombres.

—Jefe, tenemos un problema—dijo—Oliver, el guardaespaldas de Alison, está herido. Fue alcanzado por un disparo durante el secuestro.

Sabía que él la protegería con su vida y que algo malo le había pasado ya que él hubiera sido el primero en decirme lo que ocurrió pero no fue así.

Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago.

Oliver había demostrado que por Alison daría la vida, se que la ama, se que ella lo quiere y aunque me moleste no puedo permitir que muera o Alison sufrirá.

—¿Cuál es su condición?— pregunté tratando de mantener la calma.

—Está grave. Necesita atención médica inmediata.

No lo dudé. Oliver había arriesgado su vida para proteger a Alison, y ahora era mi turno de protegerlo a él.

—Llevadlo al hospital mejor equipado— ordené—Y asegúrense de que reciba la mejor atención posible. No importa el costo, no importa el esfuerzo. Quiero que se salve y si fallece me encargaré de que ese hospital cierre.

Ordené con voz autoritaria.

Mi hombre asintió al otro lado de la línea.

—Entendido, señor. Estoy en ello.

Colgué el teléfono y me quedé un momento en silencio, pensando en Oliver y Alison, en la situación en la que nos encontrábamos.

Llamé a mi secretario y le di instrucciones para que se asegurara de que Oliver recibiera la mejor atención médica posible.

Luego, me preparé para la reunión con los líderes de la mafia, sabiendo que iba a ser una batalla difícil.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.