Lo que me pertenece

Cap 50: Una decisión Difícil

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🙂 gracias.

Att: Arellykp

Alexander

[En algún lugar]

—¡Te he dicho que yo no tengo a Alison!—. Levantó la voz, demostrando su enojo—Además, ¿por qué te preocupa tanto?—. Me pregunta, mirándome fijamente, puedo ver cómo intenta descifrarme.

—Porque la necesito—. Intento mantener la firmeza en mis palabras.

—¿Estás seguro de que es eso?—. Me pregunta. —¡¿Te has enamorado de ella?!—. Puedo ver la molestia en sus ojos.

—No, por supuesto que no—. Le respondo.

—Más te vale, Alexander. No tienes tiempo para sentimientos estúpidos. No puedes enamorarte de ella. Esa chica no nos sirve para nada más que para conseguir la herencia.

—Lo sé, no lo haré, no ne enamoraré. solo quiero que esté a salvo hasta que podamos obtener la herencia, pero ¿cómo confío en ti si también la quieres quitar del camino?—. Le pregunto seriamente.

—El plan no es ese, no nos sirve de nada ahora. Tú perfectamente sabes que no es el momento adecuado. Encuentra a Alison, sabes que la necesitamos viva—. Me ordena.

...

[2 horas después]

—¿Has checado las cámaras de seguridad?—. Le pregunto a Jeremy, que está sentado conmigo en mi oficina.

—Sí, Alex, tenemos las placas de los autos usados en el secuestro y estamos rastreando a los propietarios—. Me explica.

—Entiendo.

—¿Estás más tranquilo?—. Pregunta curioso.

—No mucho, sabes que no estaré bien hasta tenerla conmigo nuevamente—. La impotencia sigue en mí.

—La persona que tenga a Alison no es cualquiera, sabe lo que hace y no será fácil.

—Debe haber dejado alguna pista o algo.

—Lo más probable es que no sea un enemigo, si no que se la llevaron para pedir recompensa. Eres uno de los hombres más millonarios.

—Sí, puede ser una posibilidad, pero algo me dice que no es así.

—No creo, si fuera así ya deberían haber llamado.

—Tal vez solo están esperando que entres en desesperación para que aceptes cualquier cantidad que te pidan.

—Soy capaz de darles mi empresa a cambio de que me la devuelvan, quiero verla, quiero saber que está bien—. Siento un dolor en el pecho de solo pensar en que puede estar sufriendo.

—Pronto estará de regreso, ya verás—. Se levanta de su asiento y camina hacia mí, hasta poder abrazarme.

Es un abrazo reconfortante, uno que dice: "Estoy contigo, hermano".

—Gracias, Jeremy.

...

—Señor, le ha llegado un paquete—. Me dice mi secretario.

Tomo el paquete y lo abro. Dentro hay una foto de Alison. Mi corazón se detiene al verla. La foto está tomada en un lugar desconocido, su boca está cerrada con cinta y sus manos y pies atados con lazadas.

Abajo hay una nota que viene con la foto. Dice: "Si quieres verla de nuevo, sigue las instrucciones".

Mi corazón empieza a latir con fuerza. ¿Quién está detrás de esto? ¿Y qué quieren de mí?

"Ve al parque de la ciudad a las 12 de la noche. Ven solo. No traigas a nadie contigo".

—¡Maldita sea! No importa quién seas, te voy a matar—. Tengo que saber qué pasa con Alison y quién está detrás de su secuestro.

...

A las 12 de la noche, voy al parque de la ciudad. Está oscuro y silencioso, solo se oye el sonido de los grillos y el viento que mueve las hojas de los árboles. De repente, escucho un ruido detrás de mí. Me doy la vuelta y veo a una figura que se acerca hacia mí. Es un hombre alto y delgado, con un sombrero y un abrigo largo. No puedo ver su cara completa, solo su boca, y puedo sentir sus ojos sobre mí.

—¿Quién eres?—. Le pregunto.

—No importa quién soy—. Responde con una voz baja y grave —Lo que importa es que tengo a Alison y que quieres verla de nuevo.

Mi corazón se detiene al escuchar esas palabras. ¿Qué quiere este hombre de mí?

—¿Qué quieres de mí? ¿Quieres dinero? Te daré lo que sea, ¿cuánto quieres?—. Le pregunto.

—No, no quiero dinero—. Responde—Quiero que hagas algo por mí.

—¿Qué habilidad especial?—. Le pregunto, tratando de mantener la calma.

—Tu habilidad para... eliminar problemas—. Responde el hombre, con una sonrisa siniestra. Me doy cuenta de que sabe quién soy yo, qué es lo que hago. Y eso me preocupa.

—¿Qué problema necesitas que elimine?—. Le pregunto, tratando de ganar tiempo.

—Un problema que ha estado causando muchos dolores de cabeza a algunas personas—. Responde el hombre —Alguien que ha estado investigando cosas que no debería.

—¿Quién es?—. Le pregunto, tratando de mantener la calma.

—Alguien que se llama... Jung Jeremy—. Responde el hombre, con una sonrisa—¿Te suena?

Mi corazón se detiene al escuchar el nombre de mi mejor amigo, Jeremy, mi confidente.

¿Qué hiciste Jeremy?.

—¿Qué tiene que ver Jeremy con esto?—. Le pregunto, tratando de mantener la calma.

—Jeremy ha estado investigando cosas que no debería—. Responde el hombre—Y ahora, es un problema que necesita ser eliminado. Quiero que desaparezca para siempre. Mátalo.

La frialdad en sus palabras es evidente. No puedo permitir que le hagan daño a Jeremy.

—No lo haré—. Le digo firme.

—Te estoy diciendo que si.

—¡Dije que no!—. Le respondo, tratando de mantener la calma.

El hombre se ríe de nuevo.

—Ah, pero sí lo harás—. Dice. —Tienes 24 horas para hacerlo. Si no lo haces, Alison desaparecerá para siempre—.

Me enfurezco al escuchar sus palabras. No puedo permitir que me amenace.

—No te atrevas a amenazarme—. Le digo, dando un paso hacia él.

El hombre se sorprende por mi reacción, pero no se retracta.

—O lo haces, o pierdes a Alison para siempre—. Repite.

Me lanzo hacia él, decidido a hacerle pagar por sus amenazas. Pero él es más rápido de lo que esperaba. Me golpea con un puñetazo en el estómago y me deja sin aliento.




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