Lo Que Me Pertenece: Esposa De Un Mafioso

Cap 7: Reencuentro

Narrador Omnisciente ♡

12 de Noviembre

La mañana había llegado en Monterrey, Nuevo León, México. La ciudad despertaba lentamente, con el sol radiante iluminando las calles empedradas del barrio antiguo.

En una de esas calles, en una casa de dos pisos con una fachada de piedra y un jardín lleno de flores, las hermanas Ramírez se encontraban conversando mientras se arreglaban para la universidad.

—¡¿Qué son que?!—. Preguntó la menor de las Ramírez a su hermana.

—Amigos con derechos—. Respondió Melany, sintiendo su rostro arder.

Después de su llegada a México, se dedicaron a desempacar y contarle a su madre algunas cosas de lo que había pasado en Estados Unidos; desde el día de la boda hasta su regreso. Estaban felices porque habían visitado a su amiga, su primo y su tío después de que se tuvieron que ir del país.

Ahora Melany estaba siendo interrogada por su hermana, pues en la madrugada recibió una llamada de Dae-Hyun para saber cómo estaban después de su viaje. Al dormir en la misma habitación y perder sus audífonos, su hermana había escuchado toda la conversación.

—Joder, Entonces sí... —Sí, tuvimos sexo, Estrella—. A diferencia de su hermana, ella era más liberal en ese tema. A Estrella hablar de eso le daba pena, a pesar de que era algo normal.

—Joder, no lo puedo creer pero... espera, osea... no te gustaba Je...—. Sabía que diría eso, era más que obvio que se dieron cuenta por los sentimientos que tenía hacia el Rubio.

—Estrella, J-Jeremy, él... Dae-Hyun es Jeremy —. Soltó la bomba. Anteriormente, Melany había hablado sobre ese tema con el ahora pelirrojo. Odiaba mentirle a su hermana, pues era su confidente. Así que Dae-Hyun le dijo que podía decirle la verdad a Estrella, solamente que mantuvieran el secreto.

—Pero no puedes decirle a nadie sobre eso—.

—Espera... ¡¿Qué?!—. Preguntó su hermana sorprendida.

—Lo que escuchaste, El mismo me lo confesó, aunque yo lo descubrí. Muchas cosas que hacía como Jeremy lo delataron—. Le dijo.

—Entonces... Es Jeremy, él está vivo—. Susurró Estrella, aún en shock.

—Sí, pero no le puedes decir nada a nadie—. Le pidió.

—Por supuesto que no diré nada, pero... ¿Por qué fingió su muerte?—.

—Eso aún no lo sé. Sinceramente, quiero saber, pero no lo obligaré a decirme algo de lo cual aún no está listo para decir—. Algo que tenían ambas hermanas era que eran comprensivas. Sabían que cuando las personas quieren compartir algo, lo dicen sin la necesidad de forzarlas.

—En eso estoy de acuerdo...

—Chicas, se les hace tarde—. Interrumpió la señora Ramírez, madre de ambas.

—Mierda, es cierto—. Dijo Estrella, viendo su reloj. Ambas se apresuraron a tomar sus mochilas para bajar las escaleras.

—Abre la puerta, Estrella—. Ordenó su mamá cuando el timbre de la entrada sonó, mientras Melany tomaba un poco de fruta para ambas y 2 jugos que su madre había preparado para que se los comieran en el camino.

—Buenos días, ¿En qué le puedo ayudar?—. Preguntó Estrella al ver al señor que había tocado el timbre.

—Buenos días, Busco a la señorita Melany Ramírez Hernández —. Dijo.

—¿Quién la busca?—. Preguntó.

—Soy Francisco Reyes, le traigo un paquete de parte del joven Jung Dae-Hyun —. Le explicó.

—Permitame, ¡Melany!, te buscan —. Le gritó a su hermana, quien ya estaba a pocos pasos de ella con su mamá siguiéndola.

—Soy yo, ¿En qué le puedo ayudar?—. Preguntó.

—Le traigo un paquete de parte del joven Jung, firme aquí por favor —. Dijo el señor al darle unas hojas

Ella obedeció pues recordó que Dae-Hyun le había dicho que le haría llegar su regalo, lo que no entendía era porque no traía ningún paquete aquel hombre.

—Perfecto—. dijo el señor cuando Melany termino de firmar—¡Bajenlo!—. Le pidió a su trabajador el cual estaba a lado de un enorme camión, ninguna de las 3 mujeres se había percatado de este hasta ese momento.

Del camión descendió una rampa y posteriormente un auto negro con un enorme moño rojo, las 3 mujeres se quedaron viendo el auto hasta que fue estacionado frente a su casa, Melany se dirigió a paso lento frente el auto, sintiendo sus pies temblar pues nunca se imagino que el regalo sería ese.

Su celular vibro anunciando una llamada, el contacto era Dae-Hyun.

La video llamada se conecto dejando ver al Pelirrojo.

—¿Te gusta tu regalo?—. Preguntó al verla.

—¿Es..Es encerio?—. Preguntó sintiendo su voz quebrarse.

—Lo es, ahora es tuyo—. Le dijo con una sonrisa.

—Señorita sus llaves—. Le entrego el hombre junto a un gran ramo de rosas rojas y un enorme oso de peluche color gris, además de varios paquetes, algunos traían el nombre de Estrella, otros de Melany y unos más con el nombre de la madre de ambas hermanas.

Los vecinos no se hicieron esperar para salir a ver el Lamborghini Huracan EVO que había sido entregado como regalo a la mayor de las hijas de la señora Ramirez junto al enorme ramo de rosas rojas, el peluche y los demas regalos.

—G-gracias—. Susurro tímidamente mientras se limpiaba las lágrimas.

Los trabajadores se despidieron para después irse.

—Dae...—. Susurró.

—Dijiste que querías un auto para ir a la universidad —. Le recordó.

—Sí pero...

—Pero nada, no se aceptan devoluciónes—. Dijo Dae-Hyun sonriendo.

—Mel..— Hablo su madre al salir del shock qué le había producido ver que a su hija le mandaban un auto lujoso qué ni en 10 años podrían pagar.

—M-mamá...—. Susurró nerviosa pues no sabía como explicarle lo sucedido.

—¿Es tu mamá?—. Preguntó Dae-Hyun con un poco de nervios, Melany asintió—Dejame hablar con ella.

Pidió no muy seguro de si era una buena idea.

Melany trago saliva y hizo lo que él me pidió, volteo el celular de forma que Dae pudiera visualizar a la madre de ambas hermanas.

—Buenos días Señora Ramirez, soy Dae-Hyun el...él novio de Melany —. Estrella no pudo ocultar la sonrisa que se le pinto en el rostro y Melany el sonrojó de sus mejillas, era mentira que eran novios pero no podía decirle que eran amigos con derechos.




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