Lo Que Me Pertenece: Esposa De Un Mafioso

Cap 11: El pasado Me Persigue

● FÉLIX LAREY ●

—Mamá, por favor—. Pidió Estrella rompiendo el silencio incómodo que se había creado—Lo pones incómodo, nos vamos.

Me jalo para que caminara detrás de ella hasta salir de la casa.

—Lo lamento, no era mi intención —. Se disculpo—Vayan y diviértanse, por cierto chicos.

Ambos volteamos a verla, esta parada en el marco de la puerta.

—Les encargo a mis hijas, tienen permiso de no volver hoy—. Sonrió ladinamente.

—¡Mamá!.

—Solo ambos usen protección, soy muy joven para ser abuela.

—¡Mamá!—. Reclaman ambas, miro a Dae-Hyun quien esta divertido con la situación.

—Lo prometo—. Dice Dae levantado la mano en forma de promesa, la mamá de las chicas sonríe sastifecha, luego su mirada se centra en mi.

—Lo haré—. Le digo sonriendo para después mirara a Estrella quien me mira con los ojos abiertos y sus mejillas sonrojadas.

—Bien, me quedo tranquila—. Dice para después cerrarnos la puerta en la cara.

—Fantástico, me siento vendida—. Dice Melany.

—Tú mamá me agrada—. Dice Dae-Hyun aun riendo.

—A mi también —. Dije.

—Bueno, vamos, no hay tiempo que perder—. Dae-Hyun tomo a Malany cargadola sobre su hombro.

—¡Dae-Hyun bájame!—. Le Reclamo.

—No, eres mía.

Subieron al auto y se fueron como si nosotros no existieramos.

Nos quedamos parados viendo como el auto se alejaba.

—Genial, nos abandonaron—. Dijo Estrella en inglés viendo el auto alejarse.

—Vamos—. La jale al auto, le abrí la puerta para que así Entrará, después entre yo del lado del piloto.

Mi celular sonó, así que respondí después de ver que Dae-Hyun me estaba llamando.

—¿Qué?, ¿ya te acordaste de que estábamos juntos?—. Le pregunté.

—Perdón hermano, estaba emocionado, nos vemos en la mansión—. Propuso—Ire con Mel a pasear un rato, ustedes hagan lo que quieran, diviértanse.

Sin más, colgo.

—¿Quieres ir a algún lugar en especial?—. Le pregunté a Estrella, quien se encogió de hombros con una sonrisa.

—La verdad no pero... se me antoja un elote y esquites, ¿Quieres?—. Pregunto.

La verdad es que no sabía qué eran los esquites, pero su sonrisa al decirlo me hizo decirle que sí. Me gustaba verla feliz, y si eso significaba probar algo nuevo, entonces estaba dispuesto a hacerlo.

Empecé a conducir según las indicaciones de ella. La ciudad estaba llena de vida, las calles estaban llenas de gente que caminaba de un lado a otro, disfrutando del clima cálido. Los edificios altos y coloridos se alzaban hacia el cielo, y el ruido de la ciudad era constante.

—Llegamos, estacionate ahí —. Señaló, obedecí estacionando el auto a un lado de la calle.

Ella baja rápidamente yendo hacia un puesto que es atendido por un chico pelinegro, lleno de tatuajes y una vestimenta algo peculiar, bajo del auto para así caminar hacia ambos.

—Buenas tardes—. Saluda Estrella a ambos chicos, el que atiende y el cliente.

—Buenas tardes—. Contestan al unísono.

—¿Qué onda, linda?, hace mucho que no te dejas ver, hasta pensé que te habías ido de aquí—. Le dice el que esta atendiendo, ella sonríe y choca su mano con la de él.

—Estaba de viaje, fui a la boda de mi mejor amigo a Estados Unidos —. Le cuenta.

—Chale, no presumas, quien como tú que puedes salir del país, yo aún sueño con eso—. Termina de preparar lo que estaba haciendo y le entrega eso al chico que estaba comprando, él le paga y así se retira.

—Buenas tardes—. Saludo cuando llego a su lado paradandome a una escasa distancia de ambos

—Que onda, Carnal, ¿Qué te trae por mis rumbos?, ¿Qué te doy, Carnal?—. Dice viéndome con una sonrisa.

—Ah, ¿Cómo me dijo?—. Le pregunto a Estrella en inglés.

—"Carnal" Es como decir hermano—. Me dice.

—Ah, ya.

—No eres de aquí Cabrón, ¿Qué aires de trajeron para México?—. Pregunta Curioso.

¿Es normal contarle todo a un desconocido?.

—Es mi amigo, vino con el novio de mi hermana a visitarnos, ambos vienen de Estados Unidos —. Explica Estrella.

—A no manches, ¿La Melany ya tiene novio?, le voy a decir a mi Carnal que ya se la ganaron—. Estrella se empieza a reír como si ese chico hubiera contando el chiste más gracioso.

—Si. Ya tiene novio.

—Vientos, pues que chido.

—Pues si.

—Y bueno Rojita, ¿Qué te trae hasta mi humilde puesto?—. Pregunta divertido.

Inhalo y exhalo.

No debes matar a nadie, Felix, me repito una y otra vez.

¿Rojita?, solo yo puedo decirle Red.

—Claro, a lo que vine, quiero un elote y un ezquite, bueno que sean 2 de cada uno—. Pide.

—¿Van con tocho morocho?—. Pregunta.

¿Qué significa eso?, cuando aprendí español esa no me me enseñaron.

—Simón—. Responde.

—¿Para comer aquí?.

—Claro—. Afirma.

—Ya que hace mucho que no te veo les disparo la bebida, ¿Quieren un chesco o una chela?—. Pregunta.

¿Disparo?, ¿A quien?.

Me pongo frente a Estrella viéndolo amenazante .

—¿Qué pasa Félix?—. Me pregunta Extrella con la voz notablemente preocupada.

—Dijo "Dispara", ¿Tiene un arma?—. Le digo en ingles.

—Ahh. Jajajaja, no, disparar es como invitar—. Me explica.

—Ah. Entiendo—. Vuelvo a mi antigua posición detrás de ella.

—yo quiero un chesco, esta bien, ¿y tú?—. Me pregunta.

—Lo siento, no les entendí—. Le digo sinceramente.

—Oh, lo lamento, que si quieres un refresco o una cerveza—. Me traduce.

—Ah, una cerveza por favor—. Le digo.

—Perfecto Carnal—. Dice el joven—Hey wey, tráete una caguama y un chesco, ¿del que sea, nena?—. Le pregunta a Estrella.

—Coca por favor.

—¡Una negra de vidrio y una caguama bien muerta! —. Le grita a un chico más o menos de unos 19 años.

—Siéntense, ya esta su pedido—. Nos dice, Estrella toma asiento en un banco y yo repito su acción.

Nos entrega lo que pidió Estrella, un elote preparado y un esquite, al parecer eso es lo que nos dieron.




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