"La guerra me enseñó que la emoción es debilidad, que el poder exige frialdad. Pero hay una verdad que mi lógica no puede negar: en este mundo de sombras, ella es mi única luz. Y por ella… incluso el hielo puedo hacer arder."
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Alexander Williams no era el tipo de hombre que dejaba los detalles al azar y mas cuando se trataba de una fiesta sorpresa para su esposa.
El cumpleaños número 20 de Alison estaba cerca, Dae-Hyun y Hana lo estaban ayudando a planear una fiesta para ella, Todo debía estar perfectamente calculado, incluso cuando se trataba de algo tan aparentemente simple como un cumpleaños.
Pero claro, no era cualquier cumpleaños. Era el cumpleaños de Alison, su mujer
Sentado en la oficina de su empresa —ya que no quería correr el riesgo de que Alison se enterara—, Alexander sostenía una copa de coñac en una mano mientras revisaba imágenes de decoraciones en su laptop. Frente a él, Oliver y Dae-Hyun analizaban los costos de los arreglos florales.
Hana, quien había sido nombrada oficialmente como la encargada de la parte estética de la sorpresa, estaba sentada sobre el escritorio de Alexander, pasando las páginas de su iPad con cierta exasperación.
El motivo era simple: Alexander cambiaba de idea cada cinco minutos, y ella ya estaba perdiendo la paciencia.
—Esto tiene que ser grandioso. No cualquier fiesta, sino la fiesta del año —dijo, con emoción.
Alexander asintió, sin apartar la vista de su pantalla.
—Eso ya lo sé. Pero quiero algo que realmente la haga feliz. Algo que le encante.
—Ya tienes el Hospital que se va a inaugurar y sera de ella— Le recordo Dae-Hyun.
—Lo se, pero quiero algo más —. Dijo decidido.
—Bueno… algo que ella ame —Hana inclinó la cabeza, pensativa—. Quizás un detalle significativo… algo que siempre haya querido pero que no espere.
Dae-Hyun, que estaba hojeando una revista, soltó una risa burlona.
—¿Algo que ella ame? —repitió con diversión—. Manda a traer a su grupo de K-pop favorito. Que BTS venga a dar un show.
Hana estalló en risas, pero Alexander se quedó completamente en silencio.
Dae-Hyun frunció el ceño.
—No me digas que te lo estás tomando en serio…
Alexander levantó la vista con expresión neutra.
—¡Eso es!—. Exclamo feliz—¿Quién de ustedes los contacta?.
—Mejor preguntate cuanto costaría—. Le dijo Felix negando con la cabeza aunque sabia si era por dinero no habia problema.
—Eso no importa, les pago lo que sea —. Dijo decidido.
—¡Hermano, era una broma! —Dae-Hyun casi se atraganta con su café—. ¿Sabes lo imposible que es conseguirlos?
—Para mí, nada es imposible —respondió Alexander con frialdad—. Si Alison los quiere, los tendrá.
Oliver, siempre pragmático, ya estaba buscando la manera de hacer que eso pasara.
—Con la cantidad correcta de dinero, y si conseguimos las conexiones adecuadas… podría lograrse.
Hana miró a Alexander con incredulidad.
—Estás loco.
—Pense que ya lo sabias—. Dae-Hyun se cubrió el rostro con una mano, riendo incrédulo.
—No puedo creer que de verdad vayas a hacer esto…
Alexander lo ignoró, La fiesta sería épica, pero ahora, con la posible aparición de BTS, se convertiría en legendaria.
Dae-Hyun todavía estaba en shock con la idea de traer a BTS para el cumpleaños de Alison.
—¿Hablas en serio? —preguntó mirando a Alexander como si estuviera loco.
—Completamente —respondió Alexander, con su tono usual de indiferencia.
—Lex, es prácticamente imposible —intervino Felix—. No hay manera de conseguirlos con tan poco tiempo. Su agenda debe estar cerrada al menos con meses de anticipación.
Alexander no se inmutó.
—Eso no es problema.
Dae-Hyun suspiró, pasándose una mano por el cabello.
—Está bien, pero ¿cómo demonios planeas hacerlo?
—Tú y Felix se encargarán.
—¿Nosotros?
—Sí. Felix, usa tus contactos en la industria y averigua si hay una posibilidad de negociar con HYBE. Dae-Hyun, tú busca los números de los managers y haz las llamadas necesarias. No me importa cuánto cueste, los quiero en la fiesta.
Felix chasqueó la lengua.
—Alex, esto no es como comprar un hotel o cerrar un trato de negocios. Estamos hablando de artistas internacionales.
Alexander sonrió con arrogancia.
—El dinero mueve el mundo.
Dae-Hyun negó con la cabeza, pero ya estaba sacando su teléfono.
—Voy a necesitar café para esto.
Dae-Hyun y Felix se separaron para hacer llamadas. Felix activó sus contactos en la industria del entretenimiento, mientras que Dae-Hyun se enfocó en contactar directamente con la empresa de BTS, HYBE.
Después de una serie de llamadas y redirecciones, finalmente Dae-Hyun consiguió hablar con alguien de la división de eventos especiales.
—Hola, estoy buscando información sobre la posibilidad de contratar a BTS para un evento privado.
—Lo siento, pero el grupo tiene una agenda cerrada y actualmente no está disponible para eventos privados.
Dae-Hyun se esperaba esa respuesta.
—Estamos dispuestos a pagar lo que sea necesario.
Hubo un silencio incómodo en la línea.
—Señor, BTS no hace eventos privados a menos que sean acuerdos especiales con marcas o compromisos con la empresa.
Dae-Hyun suspiró y colgó. No iba a ser fácil.
Mientras tanto, Felix consiguió información de otro contacto dentro de la industria.
—Para asegurar la participación de un grupo como BTS en un evento privado, el costo podría oscilar entre 3 y 8 millones de dólares, dependiendo de la duración del show y la logística involucrada—. Felix se lo comentó a Alexander—Eso sin contar el alojamiento, transporte y seguridad.
Alexander ni parpadeó.
—Págalos.
Felix suspiro.
—Aún no aceptan la oferta.
—Haz que la acepten.
Después de la primera llamada con HYBE, donde rechazaron la solicitud, Dae-Hyun suspiró frustrado y miró a Alexander.
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Editado: 28.03.2025