Lo Que Me Pertenece: Esposa De Un Mafioso

Cap 24: Lo olvidaron.

Las últimas horas antes del gran día transcurrieron entre llamadas, confirmaciones y supervisiones finales.

Alison y Alejandro habian ido al parque junto a Oliver y Andrei, asi que aprovecharon la salida de ambos para reunirse sin que ella se enterara.

Todos los que ayudaban en la planeación de la fiesta estaban en el despacho de Alexander, las encargadas de la decoración, Sorya y Camila, regresaban de la mansión donde se llevaría a cabo la fiesta sorpresa.

—Acabamos de revisar todo en el lugar —informó Camila con entusiasmo—. La decoración está en su sitio, las luces, las flores y las mesas quedaron perfectas.

—Se ve increíble —agregó Sorya—. Justo como lo imaginamos, con un ambiente elegante pero acogedor.

—Nos aseguramos de que el nombre de Alison esté en la entrada del salón con una iluminación especial —explicó Leticia—. Todo está listo para recibir a los invitados.

Felix, quien estaba revisando la lista de proveedores, asintió.

—Los chefs también están preparados. Ya tienen claro el menú y el servicio estará coordinado para que los tiempos sean exactos.

—Bien —dijo Alexander, satisfecho—. Con eso, lo único que queda es asegurarnos de que Alison no sospeche nada.

Todos asintieron, conscientes de que la clave del éxito estaba en mantener la normalidad.

—¿Cómo vamos con la lista de invitados?

—Las invitaciones ya fueron enviadas y confirmadas —respondió Felix, revisando su teléfono—. Habrá empresarios, médicos y algunos políticos.

—Y sobre los amigos de Alison —intervino Dae-Hyun desde una videollamada—, ya he arreglado todo. Las hermanas Ramírez llegarán con su madre desde México, y ellas me ayudaron a contactar a algunas chicas con las que Alison se llevaba bien en la universidad, ademas de la familia de Oliver que también la quieren,vendrán amigos de Alison de su nueva universidad, los que conoció cuando asistía a clases presenciales.

Alexander asintió, satisfecho.

—Bien. Ahora, el problema más importante: mantener a Alison ocupada y asegurarnos de que llegue al hospital sin sospechar nada.

Lucía sonrió con confianza.

—Yo me encargaré de eso. Hace unos días, Alison me comentó que necesitaba algunas cosas personales, así que mañana le dire que vayamos de compras.

—Y ahí es donde entro yo —añadió Alexander—. Esta noche, en la cena, le diré que mañana en la tarde hay un evento de beneficencia de la empresa al que debemos asistir. Como es algo común en mi agenda, no sospechará.

—Exacto —continuó Lucía—. Cuando le diga que necesita un vestido de gala, aprovecharé para convencerla de salir temprano a buscar uno y por ahí comprar lo que necesita,Y si duda, tú, me apoyarás.

—El evento comenzará a las cinco en punto —recordó Felix—, así que debemos asegurarnos de que llegue justo a esa hora.

—Eso no será un problema —aseguró Lucía—. Le diré que hay que pasar por un estilista para arreglarla después de nuestra salida. Así la tendré entretenida hasta la hora indicada.

—Perfecto —dijo Owen, con los brazos cruzados—. Entonces nadie debe felicitarla mañana. Todo debe parecer un día normal.

—Sí —asintió Alexander—. Actuaremos con total normalidad.

Había emoción en el aire. Todos sabían lo importante que era esta sorpresa para Alison, y estaban dispuestos a hacer lo necesario para que fuera inolvidable.

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Cena en la Mansión Williams

La noche transcurrió con aparente tranquilidad en la mansión Williams. En el comedor, Alison cenaba junto a Alexander, su hermanito y Lucía. La conversación era amena, pero Alexander sabía que era el momento de poner en marcha el plan.

—Por cierto, amor —dijo Alexander con naturalidad mientras cortaba su carne—, mañana en la tarde hay un evento de beneficencia de la empresa.

Alison levantó la mirada de su plato con interés.

—¿Un evento de beneficencia?

—Sí. Es una gala en la que la empresa participa cada año. Asistirán empresarios y figuras importantes del sector. Me gustaría que me acompañaras.

—Oh… claro —asintió Alison sin sospechar nada—. No tenía idea de que había un evento.

—No te preocupes, no es algo muy anunciado —respondió Alexander con calma—, pero es importante para la empresa.

Lucía aprovechó la oportunidad para intervenir.

—Entonces mañana en la mañana podríamos ir de compras, Ali. Dijiste que querías comprar algunas cosas, y así encontramos un vestido adecuado para la gala.

Alison ladeó la cabeza, pensativa.

—No creo que sea necesario, tengo varios vestidos de gala en el vestidor.

Alexander frunció ligeramente el ceño y negó con la cabeza.

—No. Deberías comprar uno nuevo.

—Pero, Alex, de verdad tengo vestidos suficientes. No tiene sentido comprar otro cuando puedo usar uno que ya tengo —insistió Alison, sin notar la complicidad en las miradas de Alexander y Lucía.

—Es un evento importante, amor —dijo Alexander, fingiendo que el tema le preocupaba—. Me gustaría que llevaras algo especial.

—Además —intervino Lucía con un tono persuasivo—, Deberian ir convinados, ¿Qué color sera tu traje Alex?.

—¿Ah?—. Lucia le hizo un gesto de que respondiera rapido.

Alex penso en un color que Alison no tuviera en vestidos de gala.

—¿Negro?—. Respondio dudoso, Lucia se dio un golpe mental, ¡Hombres!.

—Tengo—. Dijo Alison.

—No, no tienes, recuerdas que se lo regalaste a Hana porque le gusto mucho—. Dijo Alexander rápidamente, Lucia solto un suspiro de alivio.

—Ah, si cierto.

Alison suspiró y miró a su plato con duda.

—Supongo que…

—Nada de suponer, ya decidí por ti —dijo Lucía con una sonrisa triunfante—. Mañana temprano nos vamos de compras.

Alexander tomó la mano de Alison y le dio un suave apretón.

—Confía en mí, amor. Quiero que luzcas perfecta.

Finalmente, Alison cedió, sin saber que todos los detalles estaban calculados.

—Está bien… pero solo un vestido.




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