Lo Que Me Pertenece: Esposa De Un Mafioso

Cap 26: Helsia Health Foundation

"Por ti, por mí, por todos. Porque el mundo no cambia solo… necesitamos más personas dispuestas a hacerlo." – Akp.

✦ Nota de la autora ✦

Este capitulo profundiza la fundación de Alexander y el próximo capítulo sera intenso y Estará disponible muy pronto, quizás hoy, quizás mañana… ¡Gracias por cada voto y comentario, ignifican el mundo para mí!

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El suave murmullo de la música ambiental acompañaba a Alison y Lucía mientras recorrían la lujosa boutique.

Despues de lo que habia pasado en la anterior Lucía le dijo a Alison que debería comprar en otro lado pues los vestidos que había en esa no eran muy bonitos o para la ocasión, la verdad era que necesitaba hacer tiempo, porque no podían regresar a casa, aun no.

Así fue como llegaron a otra Boutique.

Los m aniquíes elegantemente vestidos y perchas de terciopelo exhibían las creaciones de los diseñadores más prestigiosos. Alison hojeaba con calma las opciones.

-No sé qué elegir -murmuró Alison, pasando la mano por una tela de seda.

Lucía sonrió y tomó un vestido negro de un perchero.

-Bueno, este esta muy bonito, deberías probartelo-. Le dijo, Alison tomó el vestido y sonrió.

-Me gusta, Pero tú también necesitas un vestido.

Lucía la miró con sorpresa.

-¿Yo? No, no, yo solo vine a acompañarte.

-Nada de eso, Lucía. Vas a venir conmigo al evento, y no permitiré que vayas con cualquier cosa. Además, quiero que disfrutes esta experiencia.

Lucía suspiró, pero una sonrisa traviesa asomó en su rostro.

-Está bien, pero tú me ayudas a elegir.

Pasaron varios minutos probándose vestidos, entre risas y comentarios. Alison eligió el sofisticado vestido negro de Chanel con un escote en V y una falda fluida que realzaba su figura con elegancia. Lucía, por su parte, se decidió por un vestido de Carolina Herrera en tono azul celeste, con mangas cortas de encaje y una falda con volumen que resaltaba su juventud.

-Te ves hermosa -dijo Alison mientras Lucía giraba frente al espejo.

-¡Tú también! Pero falta algo más... -Lucía se llevó un dedo a los labios, pensativa-. ¡Zapatillas!

Recorrieron la sección de calzado y, después de varias pruebas, Alison eligió unos tacones de Christian Louboutin negros con detalles de pedrería. Lucía optó por unas zapatillas de Valentino en tono plateado, elegantes pero cómodas para su edad.

-Ahora sí, estamos listas -anunció Alison, pero Lucía negó con la cabeza.

-Todavía no. ¡Falta peinado y maquillaje!

-¿No crees que es demasiado? -preguntó Alison, alzando una ceja.

-¡No! Eres Alison D' Williams, la esposa de Alexander. ¡Debes deslumbrar!- Dijo Feliz, y es que ella más que nadie sabía que la cumpleañera debía brillar en su cumpleaños y ella se encargaría de que fuera así.

Entre risas, Alison accedió y se dirigieron a un exclusivo salón de belleza. Allí, estilistas y maquilladores las recibieron con entusiasmo.

-¿Qué estilo buscan? -preguntó una de las estilistas mientras las hacía sentarse frente al gran espejo iluminado.

-Algo elegante y sofisticado para ella -respondió Lucía señalando a Alison-. Y algo bonito y natural para mí.

Alison rió.

-¿Desde cuándo tomaste el mando?

Lucía le sacó la lengua divertida.

-Desde que Alex me encargo de decirles que te dejen mucho más hermosa de lo que ya eres.

Las estilistas les ofrecieron varias opciones. Alison optó por un recogido pulido con algunas hebras sueltas que enmarcaban su rostro, mientras que Lucía llevó su cabello suelto con ligeras ondas naturales. El maquillaje de Alison era sofisticado, con un delineado impecable y labios en un tono nude, mientras que a Lucía le aplicaron un maquillaje suave, con un ligero brillo en los labios y rubor rosado.

Los accesorios no podían faltar. Alison llevó unos elegantes pendientes de diamantes de Tiffany & Co., un brazalete Cartier que combinaba a la perfección con su vestido y, finalmente, el regalo de Alexander: un collar personalizado. La cadena de oro blanco tenía un colgante con un diseño de dos mitades de corazón entrelazadas, con sus iniciales grabadas en un lado y una pequeña piedra de zafiro incrustada en el centro. Lucía, por su parte, llevó unos pequeños aretes de perlas de Dior y una pulsera delicada de Bvlgari.

Cuando estuvieron listas, la hora del evento se acercaba. A las 4:20 pm, un elegante auto negro con cristales polarizados las esperaba en la entrada del salón. El trayecto fue corto, pero en cuanto llegaron al lugar, Lucía se tensó al ver la alfombra roja, los reflectores y la multitud de reporteros apostados a los lados.

-Tal vez sea mejor que baje en otro lado y después me una a ti -susurró con nerviosismo.

Alison le tomó la mano con suavidad.

-Nada de eso. Vamos juntas.

Lucía tragó saliva.

-Nunca he estado en un evento así... No sé cómo actuar.

Alison le sonrió con ternura y apretó su mano.

-Es más fácil de lo que parece. Manten la mirada al frente, una sonrisa natural y camina con seguridad. No te apresures, deja que las cámaras hagan su trabajo. Y, sobre todo, disfruta el momento.

Lucía respiró hondo y asintió.

-De acuerdo. Pero si me tropiezo, me recoges.

-Siempre -respondió Alison con una sonrisa cómplice.

La alfombra roja se extendía a lo largo de la entrada del majestuoso edificio de la Helsia Health Foundation, con luces estratégicamente colocadas iluminando cada rincón del evento. Los reporteros se agrupaban en los laterales, sosteniendo cámaras y micrófonos, esperando la llegada de los invitados especiales. Entre ellos, celebridades, empresarios y políticos de renombre se hacían presentes, aportando su imagen y recursos a la causa.

-Respira hondo, Lucía -murmuró Alison con una sonrisa serena-. Mantén la cabeza en alto y camina con confianza. No dejes que los flashes te intimiden. Sonríe, pero sin exagerar. Solo sé tú misma.




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