Cap 29: Un regalo Inquietante

21 De Noviembre 2021

El sol caía suavemente sobre los ventanales de la mansión Williams, tiñendo los pasillos de tonos dorados. Eran casi las cuatro de la tarde cuando Alison, aún con una expresión de ligera fatiga por la intensa celebración del día anterior más la noche intensa con su esposo, cruzó la puerta principal junto a Alexander, Alejandro, y Lucía.

Habían ido a dejar al aeropuerto a las hermanas Ramirez y la familia de Oliver, más todos los que habían venido desde México.

La casa había permanecido en silencio durante unas horas, un respiro necesario después de tanto brillo, música y emoción.

Pero la calma duró poco.

Al llegar al salón principal, Alison se quedó boquiabierta. Cientos de cajas de todos los tamaños, algunas envueltas con cintas de seda y otras talladas con detalles en oro, colmaban la habitación. Los regalos habían sido enviados en tres camiones blindados, y el personal de la mansión había tardado toda la mañana en colocarlos cuidadosamente en el salón. Desde pequeñas joyas hasta enormes cajas que requerían dos personas para moverlas, todo brillaba como un museo de lujo.

—Esto parece una galería de arte de Dubái —bromeó Lucía, mirando una caja tallada en cristal y metal plateado.

—No puedo creer que esto sea solo por una fiesta de cumpleaños —murmuró Alison, caminando entre las pilas de regalos con una mezcla de risa y asombro.

—Bueno… no cualquier cumpleaños. —Alexander le guiñó un ojo, abrazándola por la cintura—. ¿Lista para abrirlos?

Ella asintió. Los demás se acomodaron en sofás y alfombras, con refrescos y botanas, listos para ver el desfile de obsequios.

Primero se acercó a la sección donde habían colocado los regalos de los amigos más cercanos.

Owen, con su estilo elegante y sobrio, le regaló un piano de cola blanco, hecho a medida, con una inscripción en oro: “Para que tus dedos no olviden que también pueden crear belleza.”

—OK, tendrás que enseñarme a tocar el piano —. Le dijo Alison a Alex quien asintió.

—Por supuesto amor—. Le guiño el ojo.

También había otro regalo que venía dentro de una caja de madera negra, simple por fuera, pero al abrirla, un proyector se activó solo. En las paredes se proyectó un cielo estrellado, una noche eterna, mientras una nota aparecía proyectada:

“Para tus noches de insomnio, que te recuerden que siempre hay algo hermoso por observar en la oscuridad.”

—Está increíble —. Susurro encantada.

Kamil le mandó un vestido diseñado exclusivamente por Elie Saab, acompañado de un pequeño sobre que decía: “Que ningún escenario te quede pequeño.”

—Está hermoso, creo que es exactamente de mi talla—. Dijo emocionada al ver el hermoso vestido.

También le mandó un viaje completo en un jet privado por Europa del Este, con hospedajes en castillos antiguos y tours privados por ciudades ocultas. El pasaporte venía ya con el itinerario completo.

Gabriel le envió un juego de pintura de edición limitada que había pertenecido a un artista renombrado. “Para que pintes tu mundo como quieras,” escribió en una nota.

—Mis mejores dotes de artistas saldrán a la luz con esto, enséñame también a pintar —. Nuevamente le pidió a Alex, después de ver el hermoso retrato que le hizo sabía que Alexander era un artista sin igual.

Si bien Gabriel era el asistente de Alexander, por su primer año con él y haber demostrado lealtad le había dado acciones de la empresa de Inversiónes de las cuales había ganado dinero el cual después invirtió y su fortuna creció en poco tiempo, además, Alexander le pagaba bien.

Felix le mandó una escultura de mármol encargada a un artista italiano, representando la silueta de una mujer con alas. “Para que nunca olvides que naciste para volar.”

—Ohh. Felix es increíble —. Dijo al ver la escultura—Esta va a la habitación —Decidió.

También le regaló una caja musical de diseño victoriano. Pero no era una caja cualquiera. Dentro había un mapa secreto, que solo podía leerse bajo una lámpara especial que venía con el regalo. Cuando la encendieron, la tinta reveló rutas, coordenadas y fechas.

—¿Qué es esto? —preguntó Alison.

—Una búsqueda del tesoro… pero personal —respondió Alexander—. Es típico de Felix.

Dae-Hyun le regaló una caja lacada coreana antigua, rellena con cartas escritas a mano en coreano antiguo que hablaban del amor, la belleza y la fortuna. También envió un espejo de cuerpo entero rodeado de farolillos flotantes que se encendían al acercarse, como si respondieran a la presencia de quien lo usara. La nota decía:

“Que nunca olvides que la luz también vive dentro de ti.”

—Muy propio de él—. Dijo Alexander pues su mejor amigo le había estado preguntando sobre que le gusta leer a Alison y él le había dicho que sobre amor.

Leonard había contratado a un escultor suizo para hacerle una fuente de jardín con forma de un fénix elevándose sobre el agua. En la nota:

“Cuando todo parezca arder… que tú seas el fuego que renace.”

Sus ojos se llenaron de lágrimas, todos habían puesto empeño al elegir sus regalos además de haber puesto frases muy significativas sobre lo que querían decir con sus regalos.

Alexis envió un juego de té de porcelana francesa, pintado a mano, con filigranas de oro blanco. Cada pieza tenía una frase grabada en latín sobre el amor, el poder y la sabiduría. En la nota, simplemente decía:

“El poder no siempre ruge. A veces, susurra entre tazas de té.”

Rodrigo envió un auto deportivo de edición limitada, personalizado con su nombre bordado en los asientos pero este estaba afuera de la mansión lo que tenia en la caja eran los documentos y las llaves más una foto del auto firmada por un piloto famoso qué ella admiraba.

"Cuando quieras ir lejos que el auto te lleve a tu destino".

—Otro auto, creo que te haré competencia amor—. Alexander sonrió, Alison ya tenia 4 autos en su poder mientras tanto no se decidía en manejar ninguno a una distancia larga.