Contradicción

Jamás pensé que un día podría compartirte fuera de mis pensamientos, al igual que aquellos momentos vividos ahora recuerdos que incluso ni aquellos a quienes llamábamos amigos lo saben. Jamás pensé un día escribir de ti y que se me formara una sonrisa de agradecimiento en cada verso.

Estoy en un punto bastante contradictorio en donde me encuentro feliz por estar consiguiendo lo que nunca creí como por ejemplo hacer las cosas por mí misma, vivir sin esperar a que llegues de la nada con ese típico ramo de rosas que los chicos suelen regalar cuando las cosas están mal, ir a comprar, salir, disfrutar, tomar fotografías sin buscar ayuda de alguien más.

Pero existen días en donde casi despierto llamándote y en mis actividades a cada hora presente estás en mi mente, es entonces cuando siento que la melancolía me parece el mejor refugio para imaginarte. 

¿Recuerdas cuando una vez te dije que la vida para mí no existía sin ti, y que en lugar de enfadarte me abrazaste tan fuerte y me dijiste que fuera una mujer independiente? 

Que si esto se iba al carajo recordara lo nuestro como un aprendizaje sobre lo que nos sucedía y que si durábamos para toda la vida el día que me faltaras no llorara por tu partida. (Aunque no estuvieras un día conmigo físicamente, bueno o malo lo nuestro dejaría huella en esta tierra). 

Cariño mío, quizás es tarde ya para entender que nuestro amor no era convencional, casi puedo afirmar que ni se acercaba en lo mínimo a un noviazgo común. Porque el amor entre nosotros iba más allá de un te amo. Porque el amor se transformaba constantemente, a velocidad de la luz iba y venía, aún no logro entender si era capricho o simple obsesión, solo sabía que cuando entraba en mi vida me hacía ver el mundo desde otra perspectiva, porque el amor entre nosotros hacía de las suyas lo que quería.

A veces pienso que más allá de eso, la experiencia de las primeras veces nos hacen inmortalizar momentos.