Era

Si pudiese confesar que los atardeceres me parecen el paisaje más bonito ahora porque antes de mirarlos a ellos te tenía a ti como el paisaje más bello,

¿Sonaría un poco tonta?

Y si te hubiese demostrado que en todo este tiempo una parte de mí no te ha olvidado

¿Te quedarías a intentarlo esta vez juntos de la mano?

Y si te hubiera hablado claro sabiendo que mi llanto es incontrolable, pero teniendo tus abrazos me es todo más soportable, 

¿Me abrazarías hasta dormir?

Si supieras que el deseo y el erotismo que detonan las miradas que en mi resaltan no ocultan otra cosa más que las ganas sentir tu calor, tus caricias juguetonas llenas de amor 

¿Lo dejarías todo por venir a mí?

Y si te dijera que no me causas insomnio ni me quitas la alegría la mayor parte de los días, porque en ellos te incluyo como un secreto que se retrasa pero jamás se olvida, 

¿Podrías aparecer en mi vida?

El problema radica en él era al finalizar las cosas que me hubiera encantado ser, lo que fue y ya no será. ¿Porque sigo escribiendo a tu indiferencia? 

Dime cuáles son tus secretos, tus visiones, dime si es que acaso ya no existen razones, dime si así se siente el desamor.
Quiero saber que se hace cuando las casualidades se esfuman y en mi las ganas de buscarte se van agotando, pero luego pasa algo entre los dos y comienza la cuenta de nuevo con que esto no se va acabando.

Como aquellas canciones que no hacen otra cosa más que provocarme decepciones... 

¿Crees que te ame hasta morir?