Prólogo

"Entre más alto sea el árbol, más tiempo tomarán en caer sus hojas"...

Esta historia no va a empezar con un: "Erase una vez" tal y como empiezan los cuentos infantiles que dan lugar a relatar una historia de amor, ficción, o incluso de princesas que son rescatadas por príncipes azules subidos en sus imponentes jinetes para ser salvadas de alguna feroz bestia que ronda su castillo. NO está historia definitivamente no empieza con un " Erase una vez". Esta historia empezará con un: Desde ese día deje de vivir, desde ese día el corazón de Jane palpitaba simplemente porque era demasiado cobarde, como ella mismo solía decirse, para acabar con su miserable vida, simplemente estaba viva por que en una parte recóndita de su interior sentía que algo podría cambiar que algo podría llegar a ser diferente, pero quien no se ha sentido alguna vez de esa misma forma; yo creo que todos.

Esta es la historia de Jane, una joven de 23 años, hija única consentida y sobreprotegida de sus padres, esta solo tiene permitido tener amistades dentro de la iglesia en donde asisten, ella sólo conoce de los placeres carnales por lo que escucha en las prédicas del Pastor Albert cada domingo en la mañana, sólo tiene permitido sacar buenas calificaciones, esta nunca ha tenido novio, no sabe lo que es besar, nunca ha experimentado la adrenalina de salirse a hurtadillas de su casa mientras todos duermen como otros jóvenes de su edad, nunca había tomado alcohol, Jane nunca ha experimentado nada cercano al sexo más allá de la información dada en clase por el maestro gordinflón de Anatomía.

Mejor dicho Jane nunca había hecho nada que se pueda considerar divertido.

Sin embargo también fue a la edad de 16 años cuando Jane comenzó a revelarse ante las estrictas demandas impuestas por sus padres, fue a esa misma edad cuando comenzó a extender su círculo social, fue a esa edad cuando Jane comenzó a abrir páginas prohibidas a escondidas luego de la clase de computación, fue cuando bajo su rendimiento escolar, también fue la edad en la que dio su primer beso a un total desconocido en medio de una alocada fiesta; fue cuando salirse a escondidas dejó volverse un miedo para luego convertirse en un hábito cuando el reloj marcaba la media noche, fue la edad cuando se enamoró perdidamente hasta el punto de entregarse por completo al chico que amaba.

En un mundo donde el dolor viene disfrazado de amor y donde la adicción viene disfrazada de deseo.

Te doy la Bienvenida..