Mi vida siempre ha estado llena de comentarios negativos y exigencias por más que hacía parecía que no hacía nada. Por aquellos comentarios cambie, por aquellas exigencias deje de hacer lo que me gustaba, por complacer a personas me perdí a mi misma, pero gracias a ello aprendí que no todos los comentarios hay que responder y no toda exigencia hay que complacer.
Mi padre me dijo alguna vez “solo quiero lo mejor para ti” insinuando que lo mejor era alejarme de mi madre, ser más disciplinada y seguir sus reglas, lo hice porque en mi tonta cabeza solo nadaba la posibilidad de que el algún día me digiera “te amo” o un estoy orgulloso de ti, pero jamás eh escuchado esas palabras salir de su boca refiriéndose a mí.
Las personas decían que debería engordar, que tenía que dejar la escuela pues no voy a prender solo voy a molestar, a mis oídos llegaban comentarios no muy bonitos que digamos y como si era poco mis padres y sus exigencias… “eres una idiota” “no sirves para nada” “eres un cuero” no me ayudaban a querer salir al mundo y luchar por lo que quería o por lo menos intentarlo. El error de muchos padres es la falta de comunicación piensan que porque sus hijos le cuentan una que otras cosas tienen la mejor comunicación cuando en realidad no es así, no sabes cuantas veces he deseado escuchar un te amo de mis padres, cuantas veces he dado lo mejor de mí por escuchar no un estoy orgulloso sino por lo menos un muy bien, no está de más dejar de hacer unas cuantas cosas para pasártela con tus hijos, no está de más decirle ¿Cómo estás? O preguntarle cómo le fue, los padres tienen que entender que somos adolescentes, niños que ahora es que estamos viendo el mundo. Está claro que vamos a cometer errores, pero cometeríamos menos sino tenemos que hacer algunas cosas para llamar su atención o por lo menos sentir que le importamos.
Jamás eh escuchado de la boca de mi padre un te quiero, aunque me han llegado algunas exigencia y quejas de él, pero un te quiero, ¡eso jamás!, de mi madre solo paso una vez y eso porque ese día iba a viajar, recuerdo eso como si fuera ayer. Me iba a quedar con mi hermano sola en la casa por primera vez, ella me indico todo lo que tenía que hacer antes de irse cuando estaba a punto de partir se giró y me dijo “te quiero” no lo olvides por si me pasa algo tu sabe uno nunca sabe me dijo con su usual sonrisa.
Se empeñan más en reclamar, en regañar que tomarse un tiempo y averiguar el problema y ver cómo pueden solucionarlo, necesitamos saber que nos quieren, que somos importante para ellos no solo con hechos sino con palabras. Un poco de tiempo, dos o una vez a la semana o al mes que mis padres me recuerden lo mucho que me quieren, interés, que se adentren más a mi vida hubiese solucionado los problemas que tenía en mi vida.
El error de mis padres fue pensar que como la hermana mayor tenía que saber lo que está bien y lo que está mal, que tenía que guiar a mi hermano, el error de ellos fue creer que al tener 14 años ya era lo suficiente madura para tomar mis propias decisiones que podía guiarme por si sola cuando lo que más necesitaba era unos oídos que me escuchen, unos abrazos que me protejan, un hombro que sea mi soporte, no necesitaba que me tiraran al abismo y esperaran que aprenda a volar si ni siguiera alas tener.
La falta de amor me hizo ver el mundo de otra manera, la falta de atención hizo que fuera independiente y fuerte. Tal vez si mis padres me hubieran llevado más pendiente no hubiera hecho todo esto que hice y no fuera todo esto que soy, pero el hubiera no existe.