PRÓLOGO
Misteriosamente siempre supe que nunca fui la elegida y que yo no tuve buenas elecciones en mi vida. Siempre fui una persona llena de miedos, nervios e inseguridad por todas partes. No era mi culpa pero supongo que nuestro entorno tiene que ver con lo que somos y como desarrollamos nuestra personalidad. Me costó mucho darme cuenta que era así y a medida que fuí creciendo lo fuí entendiendo poco a poco y no era casualidad, era una realidad increíblemente dolorosa con la que he aprendido a vivir.