Lo que no se puede nombrar

Capitulo 7

El tiempo después de su encuentro en el club transcurrió lentamente. Alicia intentó seguir con su vida, pero algo había cambiado. La imagen de Gabriel seguía persiguiéndola, y aunque trataba de ignorarlo, las noches se volvían más largas y solitarias, llenas de pensamientos que la hacían sentirse culpable, pero también excitada. Sabía que lo que estaba ocurriendo no estaba bien, pero su deseo la empujaba a continuar.

Una tarde, cuando su teléfono vibró, su corazón dio un pequeño salto. Era un mensaje de Gabriel. La tentación había comenzado.

"Alicia, ¿cómo estás? Estaba pensando en lo que hablamos el otro día. Sé que es complicado, pero me gustaría seguir conversando contigo."

El simple hecho de recibir un mensaje suyo la hizo sentir una mezcla de ansiedad y excitación. Con manos temblorosas, respondió:

"Estoy bien, Gabriel. Pero ya sabes que esto no puede ser… es complicado."

Un par de segundos pasaron antes de que llegara su respuesta.

"Lo sé. Pero a veces lo complicado es lo que más nos atrae, ¿no crees?"

Alicia no pudo evitar sonreír ante esas palabras. Cada mensaje suyo parecía tener un poder magnético sobre ella. Sabía que debía parar, que lo correcto sería cortar todo de una vez, pero la necesidad de continuar era más fuerte. Así que decidió responder:

"Tal vez tengas razón. Pero no podemos seguir así, Gabriel."

"¿Por qué no?" respondió rápidamente. "¿Es tan malo querer conocerte más? A veces las cosas que más queremos están justamente donde no deberíamos buscarlas."

Esa última frase dejó a Alicia sin palabras por un momento. Sabía lo que estaba insinuando, lo que significaba en el fondo, y esa idea la hizo estremecerse. Por más que intentara racionalizarlo, algo en ella respondía al llamado de Gabriel, algo profundo y casi incontrolable.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.