Osvaldo no planeaba terminar su tarde haciendo tarea extra y menos en el salón de detención. Maldice sus impulsos, maldice su desconfianza y sobre todo maldice a Alexis. El resto solo se mantienen realizando los deberes. No tienen permitido usar el celular y sobre todo salir del salón. No esperaban ser reprendidos de tal forma y todo por la culpa de sus amados amigos.
El regaño del director y la mirada severa de la maestra fueron suficiente para saber su castigo. ¿Qué esperaban?, son un grupo problemático.
Las miradas están puestas en el azabache que suele usar gorros. Cansado de soportar la presión golpea la mano con la mesa levantándose siendo observado por todos, incluyendo la maestra, quien solo espera el actuar del joven.
— ¡Ya dejen de estar chingando!
— ¡Joven Alexis!
Mierda. Olvido a la maestra, quien resulta ser la hermana de su amigo, quien también se encuentra en detención por intentar ayudar. Maldita forma de iniciar la semana y sobre todo conocer a la nueva maestra. Cabe recalcar que solo llevan pocas horas tratando a la mayor.
— Sugiero que termine su trabajo y guarde silencio—sentencia.
Se sienta y asiente. Los intentos de evitar reírse por parte de sus amigos lo fastidian. Las risas no pueden ser calladas. Los minutos transcurren, no avanzan en su trabajo, sabiendo que ya tienen perdido las actividades curriculares.
— Joven Osvaldo y joven Noa pueden retirarse.
El sonido de varios lápices cayendo llaman la atención de ambos, ¿cómo?, ¿acaso ellos ya pueden irse?, los mencionados guardan las pertenencias, sabiendo que sus amigos los matan con la mirada. Siendo uno de ellos el hermano de la maestra.
— ¿Por qué ellos se pueden ir? —protesta Sebastian.
Los reclamos incomodan a Osvaldo, Noa por su parte intenta encontrar las palabras abstractas para apaciguar la ira de sus amigos. Las constantes quejas van escalando, siendo más notorio la inconformidad de Alexis, sabiendo que el de lente también participó en la pelea.
— Ya entiendo.
Todos prestan atención a Alexis. La maestra aparta la mirada del libro esperando la respuesta del estudiante. Lo que pocos saben es que lleva cociendo el carácter del pato desde que estaban en secundaria.
— Solo porque es su hermano y su mejor alumno tienen el derecho a salirse con la suya.
Noa y Osvaldo se golpean el rostro. Sabiendo el carácter de la azabache y la capacidad del pato, nada podrá salir bien. El resto guarda silencio esperando la consecuencia a su joven amigo.
— Informarle, joven Alexis. Sus padres vinieron a recogerlos—susurra—. Esa es la condición del director, ¿lo ha olvidado?
El golpe de la mesa y el repentino cambio de ambiente asusta a todos. La pareja decide dejar solo a sus compañeros, reconociendo aquella mirada que pocas veces pueden apreciar. En Grecia era conocida por su peculiar forma de educar.
— Al igual que todos. Por su atrevimiento y falsas acusaciones se gana otro día de detención.
Suficiente crueldad tuvo por un día. Ya no soportaron y las carcajadas se escuchan, la mirada esmeralda no se aparta y sobre todo no impide las burlas. Cruel, obviamente, pero tampoco permitirá que las burlas terminen lastimando sus sentimientos.
— ¡Suficiente! —. Hasta ella no soporta la humillación—. Los dejaré solos unos minutos, debo hablar con los familiares y hacer saber los motivos de su retención.
>> Recordar, que si salen sin permiso serán castigados una semana con trabajo extra.
La observan caminar, abrir y cerrar la puerta. Todos, absolutamente todos le lanzan bolas de papel, sabe que se las merece. Luzu interviene, sabiendo que también es responsabilidad de Osvaldo quien no pudo controlar sus impulsos. Clay intenta mantener a Charlie bajo control. Alexis, frustrado y cansado de lidiar con el problema, deja su actividad de lado, al igual que el resto de amigos.
Los minutos han transcurrido y al parecer tardará en llegar. Aprovechando la ausencia de un maestro deciden conversar, siendo Ivan el único en negarse a convivir, está dormido en el pupitre, mientras que su novio le hace mimos en el cabello.
El enfado, al parecer, se ha ido. Solo son amigos intentando tener una conversación. El idioma que están usando es el inglés, siendo esto que la mayoría suele hablar y todo gracias a las dichosas clases.
— Taking advantage of the fact that most are... (Aprovechando que la mayoría se encuentran...)
Todos sueltan un quejido. No pueden creer que el pato aún intenté forzar una amistad. Raul es el único que ha tenido mayor contacto con los angloparlantes, decide interponerse.
— Paito, sin ofender. ¡Eres un puto cabrón, después de las gilipolleces que nos has hecho!, ¿crees que queremos convivir, chaval?
No todos le entendieron, pero ver la expresión del nórdico les da a entender su enfado.
— Raul, calmado tío. Solo intenta hacer convivir con sus dos grupos de amigos.
Samuel, la salvación de todos. El ojo morado se acerca a su amigo y lo obliga a pedirle disculpas, acción que sorprende a los angloparlantes. Raul es su capitán, uno muy despiadado y que suele jugarles bromas y ahora está siendo doblegado.