Lo Que Nunca Esperas

Capítulo 2

Lo primero que percibo al abrir los ojos es que puedo mover mis manos y mis piernas libremente y la cinta en mi boca ha desaparecido; suspiro aliviada.

Todo fue solo un sueño.

-Quizá deberíamos hacer una parada antes de que despierte y estirar las piernas, joder tío estoy agarrotado- escucho decir a Levid y se me hela la sangre.

Miro a mi alrededor asustada pero sin moverme mucho o hacer ruido y puedo notar que me encuentro dentro de la camioneta, que el sol ya ha salido y que no sé dónde estoy o cuánto tiempo llevamos viajando.

No fue un sueño… No fue un sueño  Pienso aterrada sintiendo un dolor punzante en mi sien.

-No entiendo por qué la desamarramos- responde Alberth- lo primero que hará al despertar será gritar y atacarnos- dice como si aquello le causara aburrimiento.

Mi corazón se acelera, no sé si es una ventaja o no hacerme la dormida pero me quedo inmóvil y completamente callada.

-No podemos tenerla atada y amordazada todo el viaje- dice el conductor aburrido- Pronto llegaremos a nuestro destino y de poco servirá tenerla callada- les explica con molestia.

Mi corazón se acelera.

¿Cuál es nuestro destino? ¿A dónde vamos? ¿Seguimos dentro del país?

Escucho a alguien moverse hacia mí y cierro los ojos en automático tratando de verme totalmente inmóvil.

-Es muy hermosa- escucho que dice Alberth con tranquilidad- Es completamente distinta a las otras veces, ella parece feroz y con ganas de atacarnos- dice riendo- Es como un pequeño Chihuahua rabioso- se burla provocando que Levid se una a sus risas.

¿Otras? Así que… ¿Hay más como yo? ¿A cuántas han secuestrado ya? Pero parecen tan jóvenes...

-Alberth ¿Vamos preparando la boda o qué?- se burla Levid.

-Púdrete- dice Alberth riendo.

Lo siento y lo escucho alejarse y vuelvo a relajarme un poco, tengo que planear algo para escapar, no importa cómo, no importa a donde pero debo escapar, sabrá Dios que es lo que quieren hacerme y he visto las suficientes películas para saber qué es lo que podrían estar pretendiendo.

Mis pensamientos y mis planes se ven interrumpidos cuando la camioneta frena.

-Por fin hermano- dice Levid abriendo la puerta rápidamente y saliendo al exterior.

Mi corazón se acelera de la adrenalina, mis piernas me exigen correr al sentir el aire entrar en la camioneta.

-¿No bajaras Jack?- pregunta Alberth con tranquilidad.

-No lo sé... No deberíamos dejarla sola- dice Jack y siento retortijón en el estómago.

Por favor salgan, por favor salgan...

-Vamos Jack esta inconsciente, y no pararemos más hasta llegar, además, tardara más en tratar de escapar que nosotros en atraparla nuevamente- insiste Alberth.

Jack no responde, simplemente se escucha la puerta abrirse y ambos salen de la camioneta para mi gran alivio.

Es mi oportunidad y probablemente la única que tendré.

Me levanto sigilosamente tratando de no moverme mucho o hacer ruido y me asomo a ver la camioneta por completo. Esta vacía.

Estamos en plena carretera abandonada y puedo verlos a unos pocos metros de distancia al parecer orinando, pero aun si lograra salir de la camioneta y huir de ellos ¿A dónde iría? Ellos son 3 y yo solo soy una además, ellos tienen un auto.

No pienso más las cosas y comienzo a pasar los asientos traseros cuando detecto algo que llama totalmente mi atención.

-La llave- digo emocionada.

Los idiotas olvidaron la llave.

Sin pensarlo dos veces me siento en el asiento del conductor,  cierro las puertas rápidamente y muevo la llave arrancando el automóvil.

Los 3 chicos giran la cabeza rápidamente y uno de ellos suelta una maldición mientras comienzan a abrochar sus pantalones, no hay tiempo, así que piso el acelerador pero no arranca.

-Demonios, demonios- digo asustada, nunca había conducido un auto en mi vida.

Repaso rápidamente en mi mente ¿Qué se hace? ¿La palanca?

-¡Abre la puerta!- grita Levid al lado mío y suelto un grito moviendo la palanca y acelerando mientras el auto sale disparado hacia adelante.

El auto comienza a correr rápidamente y yo tomo el volante asustada tratando de guiar la dirección, sintiendo como el terror me invade el cuerpo entero, no sé manejar, ni siquiera sé cómo se hace esto.



#307 en Detective
#232 en Novela negra
#4070 en Novela romántica

En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.