Mi madre se encuentra sentada en un sofá viejo mirándome con lágrimas en los ojos cuando corro hacia ella.
Para mi sorpresa nadie trata de detenerme o impedirme ir hacia ella, ni siquiera los hombres que están a sus lados hacen algún movimiento para tratar de detener mi avance; cuando llego a su lado me lanzo a sus brazos con fuerza mientras las lágrimas recorren mis mejillas nuevamente.
-Mi pequeño angelito...- dice mi madre entre sollozos mientras me da un beso tras otro en la frente.
No sé qué está sucediendo, no sé porque tienen a mi madre encerrada aquí pero algo si sé y es que no voy a permitir que le hagan daño.
-Mamá todo va a estar bien- trato de tranquilizarla- Saldremos de esta, no sé qué quieren pero se darán cuenta que todo esto es un error y nos dejaran libres, ya lo veras- le aseguro acariciando su cabello de la misma forma que ella lo hace cuando yo lloraba en las noches de lluvia.
A mi madre se le escapa un sollozo de desesperación y niega con la cabeza tomando mi rostro entre sus delgadas y suaves manos.
Los hombres que están con ella se miran, dos de ellos parecen tener una edad aproximada a Levid y los otros dos restantes, de una edad aproximada a la de mi madre.
Examino a mi madre por completo y puedo darme cuenta que la ropa que trae no se la había visto jamás en la vida y que es muy parecida a la que llevo ahora, no parece tener rastro de ningún tipo de maltrato pero se ve demacrada y ojerosa.
-Esto no es un error cariño- dice mi madre adoptando una voz más calmada, mientras se limpia las lágrimas de las mejillas.
La miro sin comprender.
-¿De que estas hablando mama?- pregunto sin podérmelo creer y sintiendo como mi estómago se revuelve al escucharla decir aquellas palabras.
Miro a Jack en busca de respuestas cuando mi madre guarda total silencio, pero él mira a los hombres que se encuentran a nuestros lados y asiente con la cabeza en su dirección.
-Las dejaremos solas para que hablen- habla en tono autoritario mientras los demás hombres asienten con la cabeza y salen por la puerta por la que hemos entrado con Jack pisándoles los talones y posteriormente, la puerta se cierra.
Siento que mi cabeza va a explotar al no comprender absolutamente nada de lo que está sucediendo.
-¿Que está pasando mama?- pregunto aterrada- ¿Que le has hecho a estos hombres? ¿Debes dinero?- pregunto horrorizada y para mi sorpresa mi madre niega con la cabeza.
-Esto tiene que ver con tu padre, no conmigo- me explica con un pequeño suspiro.
-¿Simón?- pregunto ya que jamás le he llamado padre- Pero... ¿Él le debe dinero a estas personas?, él no dará ni un solo centavo por nosotras, lo sabes, ¿dónde está Tiffany? ¿Mis medias hermanas están bien?- la ataco de preguntas.
Mi madre me silencia con un dedo sobre mis labios y niega con la cabeza con tranquilidad.
-Tienes que entender cariño que yo era muy joven en ese entonces- dice mi madre mortificada- Simón me engañaba y sabía que me iba a dejar cuando... lo conocí- guarda silencio un momento- Era un hombre tan apuesto y gentil que jamás imagine que llegaría a ser un verdadero monstruo- casi se le corta la voz al decir esto último.
La miro sin comprender.
-¿De qué hablas mamá?- pregunto y mi madre suspira.
-Simón no es tu padre- me informa haciéndome abrir los ojos con sorpresa- Tu padre real es un hombre muy peligroso Giselle- suelta como si nada.
Niego con la cabeza sintiéndome cada vez más asustada y confundida.
-Eso es mentira- digo sin pensarlo- Mi padre es un bastardo que nunca quiso responsabilizarse de mí, que me abandono y me repudia…- no puedo seguir ya que mi madre me detiene poniendo nuevamente un dedo sobre mis labios.
Mi madre se levanta y me acerca a ella acunándome entre sus piernas y sus brazos como si fuera un bebe gigante, mientras hundo mi rostro en su cuello.
-¿Por qué estamos aquí?- digo con la voz entrecortada- ¿Ellos trabajan para él? Si es verdad lo que dices… ¿Entonces estamos en peligro ahora? - pregunto pero ella niega con la cabeza.
-Quiero contarte mi historia- dice con tranquilidad- Como sabes yo me embarace muy joven de tu hermana, Simón era mayor que yo y tan solo unos pocos años después de que Tiffany naciera... yo conocí a un hombre, yo solía trabajar como camarera en un restaurante costoso y lujoso para pagar todos los gastos de Tiffany ya que Simón no me daba ni un solo centavo para ella; cuando lo conocí, era un hombre muy apuesto, iba muy bien arreglado ya que era un restaurante elegante y nos interesamos el uno por el otro, nos veíamos a escondidas y el me daba dinero y me pedía que me mudara con él y nos casáramos- dice con nostalgia, como si recordar aquello le doliera de verdad, como si pensar en aquel hombre le partiera el corazón.