Lo Que Nunca Esperas

Capitulo 9

Alberth me toma de la mano con cariño para darme apoyo mientras bajamos las escaleras y siento mis mejillas arder de la vergüenza porque ellos hayan visto uno de mis ataques; me aterra pensar en lo que pueda estar pensando Jack de mí, si ya creía que era una niña enferma y loca… Ahora debe pensar cosas peores.

Al bajar puedo olfatear que hay un aroma delicioso en el aire y al entrar a la cocina diviso a Levid haciendo panqueques y crepas caseras de nutella y fresas frescas.

Sus ojos están fijos sobre la sartén pero cuando Alberth se aclara la garganta gira la vista y cuando me ve, me dedica una sonrisa.

-Sorpresa- dice mostrando su pila de panqueques y crepas en el plato de su lado y automáticamente sonrío mientras mi estómago gruñe.

-Wow- digo sorprendida acercándome y aspirando profundamente- Huele delicioso, muchas gracias Levid- digo con sinceridad.

Levid me dedica una sonrisa y posa su mano en mi cabeza, revolviendo mi cabello en el acto.

-No hay de que- dice con tranquilidad- Ve a sentarte, te los prepararé yo mismo- asegura haciendo que me sonroje un poco cuando me guiña un ojo y me aleje en automático escuchando su risa al notar aquello, sin embargo no dice nada al respecto.

Me siento en la mesa con tranquilidad mientras miro a Levid de aquella forma, con un mandil cubriendo su ropa, amarrado a su cadera y dejando ver su increíble y bien formado cuerpo; lo imagino sin nada de ropa y solo con el mandil puesto siendo una de mis primeras fantasías.

Cuando Levid mira en mi dirección como si notara mi mirada, me dedica una sonrisa cariñosa y juguetona.

-No tenías por qué molestarte Levid, de verdad te lo agradezco- digo mirando como comienza a poner una bola de helado de vainilla, mi favorito de los 3 sabores comunes.

Levid toma el plato con panqueques y crepas preparadas con nutella, frutas y helado y lo posa frente a mí.

-No me gusto verte triste, quería animarte, por favor no vuelvas a apartarte así, nos preocupas- asegura con tranquilidad, con un tono de voz tan bajo que al ser la chica que nunca había siquiera tenido un amigo o recibido palabras de aliento por el sexo masculino, me sonrojo por completo, sin embargo aquello no es nada comparado a cuando pone una mano sobre mi cabeza y me acerca a el para depositar un beso en mi frente, apartar su rostro y sonreírme a escasos centímetros del mío- Sonríe, así eres más linda- asegura.

Sus labios son tan suaves que al tocar con mi frente y apartarse, la sensación de sus labios y la calidez de ellos se ha quedado impregnada en ese lugar.

Nunca he siquiera tomado la mano de un chico… Y ahora me han besado la frente.

Alguien se aclara la garganta haciéndome volver a la realidad mientras que Levid deja de inclinarse hacia mí y se levanta, sin embargo sus manos siguen puestas sobre mi rostro cuando giramos la vista y vemos a Jack parado en la entrada de la cocina.

Sus brazos se cruzan en su pecho dejando ver lo enormes que son mientras sus ojos se encuentran fijos sobre mí y mi rostro totalmente rojo.

No quería ver a Jack aun por la vergüenza de lo sucedido hace rato, no quería verlo porque sé que él sabe que me puse así por sus palabras y no sabía que diría o que hacer para que no se diera cuenta del poder que tuvo sobre mí, quería poner una mirada enojada, tal vez fruncirle el ceño o fingir que no existía, sin embargo ahora y en la situación en la que me encontró, solo lo puedo ver con asombro.

-Jack- habla Levid sonriente a modo de saludo ignorando por completo su mal humor- He preparado crepas y panqueques caseros- le cuenta señalando la mesa y Jack lo mira a regaña dientes y le dedica una mueca.

-Eso veo- dice groseramente sentándose en una de las sillas de la mesa mientras vuelve a posar su mirada furiosa sobre mí.

Me siento nerviosa ante su mirada, me siento… Juzgada.

Alberth y Levid se sientan también y todos comenzamos a comer mientras Levid trata de hacernos hablar, sacarnos algún especie de platica, sin embargo Jack parece dispuesto a no decir ni una sola palabra y solo mirarme con molestia y Alberth parece igual o más irritado que Jack.

Quiero volver a la habitación.

-Jack hablemos un momento- habla finalmente Alberth y él lo mira.

Sin decir nada, Jack se levanta de la mesa y sale del comedor seguido de Alberth.

Miro a Levid en busca de respuestas pero él se encoge de hombros.

-No me mires a mí, yo estuve en la cocina todo el tiempo- me explica.

Miro con preocupación la entrada.

-¿Jack está muy molesto conmigo porque me encerré en el baño verdad?- pregunto preocupada.



#207 en Detective
#167 en Novela negra
#2820 en Novela romántica

En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.