Lo Que Nunca Esperas

Capítulo 11

Sus palabras me sorprenden pero me siento totalmente avergonzada para hablar con él en estos momentos.

-Hablemos en otro momento- pido girándome para huir cobardemente pero él me toma del brazo con fuerza pero sin hacerme daño alguno, dejándome en claro con ese simple acto que no me va a dejar ir por nada del mundo.

Su mirada me evalúa por completo.

-Ahora- me deja en claro con los dientes apretados, tomando la puerta del baño y cerrándola en el acto mientras me jala dentro de la habitación soltándome finalmente.

Trago saliva y lo miro fijamente, no voy a dejar que me intimide y no voy a permitir que me lastime de ninguna forma como lo hizo hace un rato.

-¿Que sucede?- pregunto tratando de que mi voz denote seguridad.

De los labios de Jack se asoma una mueca de molestia, parece estar pensando que decir o como decirlo correctamente antes de pronunciar las palabras.

-Quiero hacerte una advertencia Giselle- dice clara y fuertemente- Lo que estás haciendo, lo que acabas de hacer es una tontería- me deja en claro frunciendo la boca.

Mi corazón late con fuerza sintiendo que me ha descubierto, que pudo ver que parte de lo que hice fue tratar de molestarlo y aquello me pone mucho más nerviosa.

-¿A qué te refieres?- finjo demencia y él solo sigue mirándome fijamente.

-Tienes que entender algo aquí y ahora Giselle, ninguno de esos dos puede involucrarse contigo de ninguna forma y tienes que entenderlo perfectamente, eres una simple misión para nosotros y no hay forma en que podamos involucrarnos ni siquiera en una amistad hacia ti- dice con tono frío- En cuanto esta misión termine y estés a salvo en tu casa, ten por seguro que no volverás a saber nada de nosotros, jamás- me deja en claro- No volverás a tener el más mínimo contacto y no puedes involucrarte sentimentalmente ¿Entiendes?- me reprende con molestia.

Veo el frio de sus ojos mientras sus palabras golpean en mi mente rebotando haciéndome sentir como la cucaracha más insignificante del mundo, pero por alguna razón frunzo el ceño y lo miro desafiante.

-Suenas como si lo que estás diciendo lo dijeras para ti realmente- le digo sin dudarlo, sin pensarlo demasiado y solo gruñendo las palabras.

Puedo ver la sorpresa una fracción de segundo pasar por su rostro para después cambiarla rápidamente.

Su mirada aún es de molestia, sin embargo en sus labios se dibuja una media sonrisa.

-¿De verdad lo crees? Que ilusa- se burla de mi- Jamás me fijaría en alguien como tú niña- me deja en claro.

El odio y la molestia hacen de las suyas en mi cuerpo al escuchar aquellas palabras por lo cual me acerco acortando la poca distancia que quedaba entre nosotros, casi tocando su pecho mientras lo miro desafiante.

-Y yo nunca me fijaría en un idiota engreído que no es capaz siquiera de expresar sus más mínimos sentimientos- le dejo en claro- siento pena de la pobre chica que se llegue a fijar en ti o se llegue a casar contigo algún día- digo con valentía y él aprieta la mandíbula furioso ante mis palabras- Tú te crees demasiado sintiéndote el súper agente especial pero déjame decirte algo, esos dos chicos que están allá abajo, valen más de lo que tu vales- le dejo en claro.

En sus ojos puedo ver por una fracción de segundo como el dolor pasa con rapidez, sin embargo y cuando me doy la vuelta para alejarme, él toma mi brazo con brusquedad nuevamente y de un movimiento rápido me pega contra la puerta sin que pueda hacer absolutamente nada y que mi rostro quede frente a frente con el suyo cuando inclina su furioso rostro a escasos centímetros del mío.

-Y yo siento pena por el pobre chico que se llegue a fijar en una niña que no puede siquiera controlar sus emociones- gruñe acercando su rostro peligrosamente al mío pero lo aparto al instante y de un empujón, sintiéndome repentinamente mareada y expuesta, abriendo la puerta de un tirón mirándolo con furia.

-Entonces siente pena por ti- es lo último que digo mientras salgo por la puerta.

Siento mi corazón latir al mil por hora mientras la sensación de sentirme poderosa disminuye, siendo remplazada por la vergüenza y la euforia, así que camino directo hacia un cuarto de baño en el pasillo y me encierro dentro para respirar agitadamente y mirarme al espejo cubriendo mi boca.

No sé qué es lo que va a suceder de ahora en adelante con Jack o Levid pero algo si se, no voy a permitir que nada de esto me afecte más, tengo que aprender a controlar mis emociones.

Comienzo a desnudarme por completo y abro la llave del agua para comenzar a lavar mi cuerpo rápidamente para aclarar mis pensamientos y comienzo a pensar en todas y cada una de las cosas que Jack me ha dicho.

¿Será verdad que no volveré a saber nada de ellos en cuanto esto termine?

¿En qué momento llegue a tenerles un cariño así, como para no querer que mis propios secuestradores se alejaran de mí? Al menos no por completo.

Siento la sensación tan familiar de la tristeza recorrer mi cuerpo entero al pensar en un cambio radical nuevamente, siento tristeza de pensar que tal vez solo sea temporal su amistad pero rápidamente muerdo mi labio para contener ese sentimiento.



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En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

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