Lo Que Nunca Esperas

Capítulo 14

-Giselle...- habla Levid alzando mi rostro y negando con la cabeza- ¿Qué demonios haces aquí? ¿Llegaste sola? ¿Dónde está el imbécil de Alberth?- pregunta horrorizado mirando a todos lados y solo bajo la cabeza.

-Levid- lo llamo con tranquilidad- Quiero ir a casa- pido con la quijada temblando.

Levid me mira fijamente a los ojos y veo alarma en ellos, sé que debe haber notado el cambio radical y me toma con firmeza de la mano.

-Vamos de aquí- dice rápidamente mientras caminamos hacia la salida a paso firme.

Todos los chicos y chicas que estaban lo suficientemente cerca para verme o escucharme llorar nos miran extrañados y cuchichean tratando de darle una explicación a mi comportamiento, pero yo solo miro el suelo sintiendo un nudo en mi garganta y la vista nublada.

-Dios Christina no puedo creer que bebieras así- me regaña Levid en tono desaprobatorio mirándome ligeramente molesto y lo miro sin comprender a que se refiere, pero él en respuesta aprieta mi hombro ligeramente y es cuando lo capto.

Otra vez actuando, siempre actuando.

Caminamos lentamente hacia la salida y no puedo dejar de sentirme el gusano más asqueroso de este planeta.

¿Dónde estás mamá?

Pienso en Jack y siento una punzada de tristeza al recordar aquel beso que nos dimos, lo feliz que me puse, lo especial que me sentí y ahora recuerdo lo que estaba haciendo o está haciendo en estos momentos.

Jugando conmigo, probablemente me vio como una maldita niña presa fácil, probablemente pensaba follarme y ya y ahora al no obtenerlo, vino a buscarlo en un bar.

Lo odio, lo odio.

¿Acaso todo el maldito mundo está dispuesto a jugar conmigo de todas las formas posibles?

Soy una chica con sentimientos demasiado sensibles para todo esto... esto es demasiado, no debería estar aquí quitándole el tiempo a estos chicos, ya lo dijo Jack si no fuera por mí ellos podrían estar haciendo algo verdaderamente útil, si no fuera por mí, mi madre estaría ahora a salvo en casa con mi hermana, si no fuera por mí, no habría agentes arriesgando su vida por la mía, si no fuera por mí... ni mi madre ni mi hermana temerían por su vida.

Salimos del bar mientras Levid me mantiene demasiado cerca de él, pero siento que mis piernas tiemblan como gelatina, quiero quedarme quieta, quiero que me dejen en paz, quiero estar en paz.

Me detengo en seco sintiendo las lágrimas brotar por mis ojos y Levid me sostiene cuando pretendo tirarme al asfalto a descansar.

-Giselle...- habla preocupado mirándome el rostro pero ni siquiera lo miro- Maldición- gruñe- No ahora Giselle... Por favor se fuerte, levántate, te llevare a casa- pide tratando de levantarme del brazo pero no me inmuto.

- Esa no es mi casa- susurro y es lo último que puedo decir.

Levid se sienta a mi lado en la banqueta y pega mi rostro a su pecho para reconfortarme lo cual agradezco demasiado.

-¿Que sucedió Giselle?- pregunta preocupado pero ya no puedo hablar, es como si mi garganta se hubiera cerrado. Suspira- ¿Es por Jack cierto?- afirma y cierro los ojos con firmeza. Jack no es el motivo de que me sienta de esta forma, quizá es el fuego pero no la dinamita- Voy a matar a ese imbécil- gruñe molesto aunque escucho en su voz que no lo dice enserio- Vamos- pide con tranquilidad.

Levid me toma en brazos ágilmente como si fuera un bebé gigante y comienza a caminar sin problema alguno, quiero decir algo, siquiera un gracias... pero no soy capaz siquiera de pronunciarlo.

Siento el movimiento del caminar de Levid reconfortante y siento como si flotara.

Comienzo a pensar en mi madre y siento un hueco en el corazón mientras todo se siente tan… Lejano.

Dejo de estar sostenida y siento como algo cómodo y acolchado se encuentra debajo de mí pero ni siquiera abro los ojos.

-¿Cómo se encuentra?- escucho preguntar a Alberth en la lejanía.

-No habla y no se mueve, ni siquiera sé si es consciente de que ha llegado aquí, se supone que debíamos evitar esto, se supone que no solo teníamos que cuidar de su bienestar físico- gruñe-¿Que mierda sucedió?- pregunta Levid molesto y escucho suspirar a Alberth.

-¿Quieres que comience por lo que sucedió con Jack esta noche? ¿O tal vez por el hecho de que se fue y nos dejó aquí tirados? O quizás sea el que no solo él interpuso su vida personal antes que la misión y también se fue- gruñe furioso- Pero creo que lo que realmente le afecto fue el hecho de ver a Jack… Ya sabes… Siendo Jack- suspira.

-¿Lo vio?- lo interrumpe Levid- Lo último que faltaba- gruñe- Yo también lo vi- explica- ¿Le gusta cierto? A Giselle ¿Le gusta Jack verdad?- pregunta sin rodeos en tono ligeramente molesto y Alberth suspira de nuevo.



#306 en Detective
#231 en Novela negra
#4016 en Novela romántica

En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.