Lo Que Nunca Esperas

Capítulo 15

Corro tan rápido como me lo permiten mis pies y respiro agitadamente.

Para mi sorpresa ninguna alarma sonó, realmente yo esperaba que todas las luces se encendieran, que una alarma comenzara a sonar por doquier o que incluso la policía llegara, pero no, igual eso no quiere decir que no hayan notado mi huida.

No sé realmente por qué corro, no sé realmente por qué me alejo o a donde, solo sé que no quiero estar ni un solo segundo más metida en esa casa, solo sé que no quiero volver a ser vista por ese trio.

Corro entre los jardines de las casas en zig zag para que no puedan encontrarme mientras siento mis pulmones y mi garganta arder del esfuerzo y pienso que debería detenerme, sin embargo no lo hago.

Corro por mucho tiempo bajando la velocidad ligeramente debido al cansancio mientras siento las lágrimas correr por mis mejillas haciendo que el aire las enfríe y me hele el rostro.

Mi respiración es agitada cuando me detengo a respirar, no reconozco absolutamente nada como es de esperarse y suponerse pero noto una gran reserva de un parque la cual esta enrejada y cerrada al público por la hora de la noche y pienso que sería un excelente lugar para descansar y aclarar mis ideas.

Miro la reja y veo que no es tan difícil entrar así que comienzo a trepar con rapidez hasta lograr saltarla pero en un movimiento brusco me he lastimo la mano, pero eso es algo que no me interesa en lo más mínimo, al menos, no ahora.

Corro hacia los arboles cercanos mirando hacia atrás notando que nadie me sigue y entro en un pequeño lugar escondido entre arbustos y árboles y me siento ahí encogiéndome mientras abrazo mis piernas y comienzo a llorar con fuerza.

Todo está mal, todo está mal.

¿Por qué escape así? ¿Debería volver? ¿A dónde iré para empezar si no vuelvo?

No puedo pensar, no puedo aclarar mis ideas, me siento aún temblorosa, mi mente esta confundida, estoy asustada ¿Por qué hice esto? ¿Por qué no puedo volver con mi mamá? Estoy harta, estoy cansada, no puedo con esto, no soy tan fuerte.

Si desaparezco sería lo mejor para todos.

-Vaya, vaya- escucho decir una voz desconocida sacándome de mis ensoñaciones y me sobresalto mirando hacia el frente en automático- ¿Que hace una hermosa morena aquí a estas horas?- pregunta un chico saliendo de la nada y lo miro confundida.

¿Morena? Es cuando recuerdo que aun traigo la peluca puesta.

-¿Te comió la lengua el gato hermosa?- pregunta otro más a su lado y los miro con terror.

Estoy sola en un maldito parque cerrado donde nadie se va a preocupar por mirar, es de noche y no hay nadie afuera que me escuche gritar...

Trago saliva asustada mientras los miro viendo mis opciones,  hay 3 chicos parados frente a mí, deben tener la edad aproximada de Jack o quizá mas y todos visten con ropa nueva, traen chaquetas de cuero que se ven realmente costosas pero en su rostro, en su expresión y en la forma en la que me miran, puedo notar que no las han conseguido honestamente.

Mi corazón se acelera cuando el primero en hablar se acerca a mí y retrocedo un paso en el suelo gateando hacia atrás en automático pero choco contra el árbol en el que me recargaba y los tres ríen ante eso.

De nuevo me siento... De nuevo estoy sola, de nuevo es de noche… vuelvo a estar vulnerable frente a alguien que puede dañarme de todas las formas posibles... De nuevo... Vuelvo a tener 4 años.

Una de mis más grandes fobias…

Mi corazón se acelera de una forma preocupante.

Uno de los chicos se hinca a mi lado a pesar de que trato de retroceder y me  toma del rostro con fuerza obligándome a mirarlo, pero yo en automático lo golpeo con fuerza en un autor reflejo, cerrando mi puño de forma torpe y golpeando su rostro con tanta rapidez que incluso yo me sorprendo.

Escucho una maldición de su parte.

Sus sucias manos sobre mi... Prefiero que morir antes de que le toquen, no voy a permitir que me toquen de ninguna forma, no voy a permitir que me lastimen.

Me levanto rápidamente sin siquiera pensarlo, sin darles la oportunidad de lastimarme o de tocarme nuevamente y comienzo a correr con todas mis fuerzas, sintiendo la adrenalina correr en mi cuerpo entero haciéndome salir de mi trance de depresión al instante.

Siento algo impactar contra mi espalda haciéndome perder el equilibrio mientras caigo de cara al suelo sintiendo el ardor del golpe en él rostro y la presión en el pecho haciéndome sacar el aire y suelto un grito con todas mis fuerzas.

-¡Cállate!- grita uno de ellos agarrándome del falso cabello para alzar mi cabeza pero en el acto arranca mi peluca- ¿Qué demonios?- pregunta confundido mientras lo lanza lejos y toma mi verdadero cabello y lo extiende mirando con asombro.

-Que chica rara- dice otro de ellos riendo mientras el último toma con fuerza mi cabello haciéndome soltar un grito de dolor mientras trato de zafarme para que se quite de encima de mí ya que se ha sentado en mi espalda, pero es inútil siquiera tratar de moverlo- Esto será más que divertido- ríe entre dientes el chico a mi lado.

Siento los labios del tipo que me aplasta en mi oído y trato de zafarme nuevamente mientras este agarra mi cabello con más fuerza.



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En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

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