Me levanto estirándome en la cama y sintiéndome totalmente limpia y sonrío a mi pesar, entro al baño y reviso mi cuerpo mientras me baño exhaustivamente.
Al fin la regla se fue.
Amo que mi regla solo dure 3 días.
Me baño totalmente alegre, me pongo un lindo pantalón ajustado blanco para celebrar y una blusa de tirantes que hace resaltar mi pecho al momento que me hago una coleta alta y me sonrío frente al espejo.
Me veo linda.
Bajo con una sonrisa topándome con Alberth y le sonrío en el acto.
Una media sonrisa se apodera de sus labios cuando mira descaradamente mi ajustado pantalón.
-¿Al fin libre?- pregunta y asiento con la cabeza.
-Al fin- digo alzando la mano y chocando la palma con la suya.
Él es el que me ha estado soportando estos últimos días.
Entro en la cocina donde se encuentran Jack y Levid comiendo como acostumbran, mientras tomo unos panqueques del montón que seguramente Levid cocino y sonrío en su dirección.
-Están deliciosos- lo halago y Levid sonríe en respuesta.
-Me alegra que te gustaran pequeña- asegura vertiendo miel de maple sobre sus panqueques- Por la tarde puedo enseñarte a cocinar un asado y mostrarte como debes marinar la carne- me sugiere.
Asiento con la cabeza entusiasmada.
Toda la comida de Levid es sumamente deliciosa por más sencilla que sea.
-Me encantaría- digo con sinceridad y es hasta el momento en que Jack alza la vista hacia mí y alza una ceja burlón.
-Creo que ya no tiene la regla- se burla Jack y lo amenazo con mi tenedor.
-Una palabra más sobre mi regla y te clavare este tenedor por el trasero Jack- lo amenazo y él sonríe en respuesta- Pero si, al fin estoy libre- digo relajada.
Me siento sumamente feliz de poder ser capaz de controlar nuevamente mis emociones… Al menos lo normal.
Comenzamos a comer mientras Alberth y Levid hablan sobre el lugar donde van a comprar la carne esta vez cuando el teléfono de alguien comienza a sonar y puedo ver que todos se tensan notoriamente cuando escuchan el sonido del teléfono mientras Jack toma el teléfono que guarda en su bolsillo y lo pega a su oído lo más rápido que le es posible.
Todos guardan silencio sepulcral mientras Jack se levanta, posa los ojos sobre mi y se aleja de la habitación mientras los rostros de Alberth y Levid me hacen saber que quien ha llamado no es alguien de quien esperaban una llamada.
-¿Quién es?- le pregunto a Levid en voz baja.
-Probablemente sea mi padre- dice con tranquilidad y yo me relajo mientras él niega con la cabeza- Y eso no es nada bueno Giselle- me informa en voz baja.
Miro a Alberth.
-¿Por qué es algo malo?- pregunto y Alberth mira a Levid.
-¿No se lo has dicho?- le pregunta y Levid me mira.
-Giselle, mi padre es la cabeza de toda la organización en el continente europeo, todo lo que suceda en ese continente bueno o malo esta monitoreado por la cabeza de todo que en este momento y desde más de una década, es mi padre- me explica para mi enorme sorpresa- Él es el que suele llamarnos personalmente cuando algo malo sucede, solo los rango elite tienen el acceso a hablar con él de una forma directa ya que él asigna personalmente esas misiones y aunque esta no es una rango elite, si es monitoreada por él porque dos de nosotros estamos aquí- me explica detalladamente mirando a Alberth con disculpa, como si lo hubiera insultado- Además…- Alberth suspira- Se supone que te tenemos que enviar a la academia antes de dos semanas, mi padre cree que ahí estarás más segura- me recuerda y aquello me hace olvidar el primer dato, haciendo que se me revuelva el estómago y lo mire con miedo.
-Pero... ustedes me cuidan muy bien, además… Es tu padre… Debe de sucumbir a tus peticiones… ¿Eso hacen los padres no?- pregunto no muy segura ya que yo no crecí con un padre real y el real intenta asesinarme- Quizás si le pides que los deje aquí conmigo él…-
-Ojala las cosas fueran así de simples Giselle- me interrumpe poniendo una mano sobre la mía- Mi padre no es como cualquier padre, ninguno de nuestros padres lo es realmente- me explica- Mi padre no mete sentimentalismos y no le importa la sangre cuando se trata de mantener una misión exitosa, no digo con esto que no me ame pero las cosas son diferentes para nosotros, las cosas son muy diferentes para aquellos que hemos nacido con un arma en las manos- me explica.
Alberth asiente con la cabeza.
-¿Tú padre también era así?- le pregunto al recordar que él me dijo que su padre había muerto.
Asiente con la cabeza.
-Las cosas para nosotros son muy diferentes Giselle, fuimos criados de una forma muy diferente a la tuya o la de cualquier otra persona común, nuestros padres jamás sucumbirían ante una petición, lo siento Giselle, las cosas no son como lo piensas, incluso como lo podrías imaginar- me explica poniendo su mano sobre mi mano libre.
Miro a Levid nuevamente.
-No quiero ir a la academia…- murmuro con la voz rota y él suspira paseando la mano por su cabello, mirándome con impotencia.
-Lo siento Giselle, es una orden directa, no podemos zafarte de esto- me explica simplemente- Pero te prometo Giselle, que no será por mucho tiempo, si bien no puedo convencer a mi padre con chantajes puedo hacerlo de forma diferente- me explica.