Capítulo 37

Estoy recostada en mi cama mirando el techo sin poder dormir, hoy lunes fue un día bastante agotador, no solo por el hecho de que Aranxa no me dirige la palabra, sino porque no vi en todo el día a Henry y tengo la sensación de que me está evitando por algún motivo, Stacy me mira con molestia, hoy no tuve clase de combate y por lo tanto tampoco he visto a Jack y siento una punzada en el pecho y en el estómago cuando pienso en él y si no fuera lo suficientemente malo, Steven me ha rondado de preguntas sobre su hermano todo el día con molestia, ahora ya no parece coqueto, ahora parece realmente furioso.

-¿Podrías dejar de moverte? Quiero dormir- gruñe molesta Aranxa.

La miro desde mi cama.

-Hasta que te dignas a hablarme- digo rápidamente y ella me fulmina con la mirada desde el otro lado de la habitación y se sienta en la suya con molestia, dispuesta a encararme.

-¿Enserio quieres que te hable? ¿Después de que vi que te estabas revolcando con el profesor de entrenamiento? ¿Después de que ni siquiera fuiste lo suficientemente cuidadosa como para advertirme para que no viera… Eso?- dice y  abro la boca de la sorpresa.

-¡No me estaba revolcando con él!- me defiendo y ella pone los ojos en blanco. La presión del día, la presión de la semana y tantas cosas en mi mente y en mi cabeza finalmente logran quebrarme… Otra vez- Yo...- no puedo acabar, siento como un sollozo se escapa de mi garganta sin poder evitarlo y una lágrima recorre mi mejilla, cayendo presa finalmente de toda la presión.

Aranxa me mira detenidamente por un momento, como si estuviera sopesando mi mirada mientras se levanta y se sienta a mi lado abrazándome con un suspiro de frustración.

-¿Estás bien?- pregunta y niego con la cabeza- ¿Por qué estas llorando? Es acaso… ¿Te hizo daño?- pregunta aterrada- Elizabeth... si él te hizo algo...- comienza a decir pero la corto de tajo.

-Él no me ha hecho daño- digo rápidamente- Al menos no de la forma en que tú piensas que pudo haberme lastimado- le dejo en claro y ella suspira aliviada.

-Menos mal- dice pero aparta cabello de mi rostro- ¿Entonces por qué lloras? ¿Cómo es que lo conoces?- pregunta con incredulidad.

Siento como mi pecho se comprime y tengo ganas de decirle todo, de contarle, de desahogarme, de dejar de vivir en mi mundo de mentira para poder decirle la verdad a alguien finalmente... pero no puedo.

-No... Puedo decírtelo- digo con sinceridad sintiéndome totalmente frustrada y ella frunce el ceño concentrada.

-Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea Elizabeth, no deberías cargar con todo el peso de un secreto tu sola, a veces eso es obligatorio, al menos para nosotros pero...- dice sin terminar y suspirando- Pero tú no pareces ser la clase de personas que miente u oculta cosas, mírate… Pareces realmente desesperada, si no dices lo que está pasando al menos a una persona, vas a terminar explotando- susurra limpiando una lágrima en mi mejilla.

La miro detenidamente, realmente parece sincera, realmente no es una chica que vaya por la vida contando las intimidades de los demás, ni siquiera dijo nada sobre lo que vio en la habitación… Tal vez… Solo tal vez...

-El profesor de combate es el mejor amigo de mi novio- digo finalmente y ella abre los ojos con sorpresa- Ellos... son como hermanos realmente- digo torturada y ella se lleva una mano a la boca totalmente sorprendida y horrorizada.

-¿¡Y porque lo besabas!?- pregunta y la callo con un simple "sh" y ella me mira con disculpa- Lo lamento, me... altere- dice negando con la cabeza- ¿Por qué estaban solos en una habitación entonces? Y en una posición tan… Comprometedora- dice y yo trago saliva.

-Él... me ha gustado desde el primer momento en que lo vi- digo sinceramente- Lo cual es enfermo y extraño debido a la forma en la que lo conocí pero... por algún motivo termine siendo novia de su amigo y... aquí estamos ahora, él vino y sus razones no me quedan totalmente claras… Pero creo que lo hizo para verme- digo y ella sonríe llevando una mano a su pecho.

-Eso es tan hermoso…- la fulmino con la mirada- Lo siento… Me deje llevar- dice con sinceridad- Pero claro, eso explica muchas cosas, el por qué estás aquí, ellos te ayudaron a entrar para ser una agente ya que no podrían tener nada con una civil ¡Eso es tan romántico!- grita emocionada y no puedo evitar sonreír de medio lado al pensar en su loca fantasía- Vaya… Y que chico tan importante… Un Jackson… Wow- sonríe- ¿De verdad estás aquí por eso?- pregunta y me encojo de hombros.

-Algo así- miento y ella suspira con una mirada romántica- Oh Dios, que suerte la tuya, te daría mi riñón derecho por esa suerte- asegura- ¿Y tu novio es tan sexy e importante como el profesor Jackson?- pregunta totalmente curiosa.