Lo Que Nunca Esperas

Capítulo 39

Al llegar al techo del edificio más alto, puedo ver un helicóptero gigantesco fijo sobre el lugar, provocando que de mi boca salga una exclamación.

-¡Wow es enorme!- grito emocionada mirando aquel aparato que me va a sacar de mi infierno personal.

Levid me sonríe.

-Es que no es un helicóptero normal Giss, es mucho más potente incluso que el avión en el que llegaste, con esto esperamos reducir el tiempo de viaje- asegura por lo que yo asiento con la cabeza.

Levid se acerca a uno de los hombres que preparan todo mientras yo miro por debajo del edificio a todas las personas que caminan sin inmutarse o corriendo presurosas a sus clases y tengo ganas de ponerme al borde, alzar ambas manos al aire y gritar:

¡¡¡Hasta nunca bitches!!!

Sin embargo no lo hago y en cambio camino hacia Levid quien me toma por la cintura y me ayuda a subir para posteriormente subir él y ayudarme a sentar en un asiento central donde comienza a ponerme un número exagerado de cinturones y también pone unas orejeras con micrófono.

Poco después de eso y de intercambiar palabras, el helicóptero comienza a moverse y puedo ver a Levid tomar su respectivo asiento pero sin medidas de seguridad como yo, sin embargo Jack se queda parado sin importarle una mierda que el helicóptero se tambalea y solo se agarra de un tubo mientras mira por una de las grandes aberturas el paisaje con casi medio cuerpo afuera mientras su cabello se remueve con el viento.

Jack nota que lo mira por lo cual sus ojos se posan sobre mí por un segundo y yo aprovecho aquello para fruncirle el ceño y alzarle el dedo medio y él solo me guiña un ojo para posteriormente volver a reír y mirar el paisaje afuera con una enorme y radiante sonrisa como aquel chico del comercial de televisión que es sumamente feliz de vivir y te dice que disfrutes cada día al máximo.

No me importa que tan feliz sea ese maldito desgraciado, porque ni crea ni por un solo segundo que esto se quedará así.

Jackson Hallow estás muerto.

...

Después de lo que a mí me parece todo un día de viaje, el helicóptero comienza a descender y poco después Levid me ayuda a bajar con sumo cuidado mientras Jack baja las respectivas maletas.

Miro a mi alrededor y puedo notar que estamos en lo que creo es un desierto, no una carretera desierta, esto es verdaderamente un desierto.

El calor es asfixiante y la arena es espesa y provoca que tus pies se suman en la caliente arena si no tienes cuidado y yo solo puedo tratar de refugiarme del intenso sol mientras procuro que mis respiraciones sean lo más tranquilas que me es posible con este espeso y caliente aire, sin embargo no estamos solos.

No muy lejos de nosotros puedo ver un auto azul y cuatro hombres rodeándolo con tranquilidad haciéndome saber lo equivocada que estaba, bueno al menos un poco ya que si hay un camino, simplemente que no está completamente pavimentado.

Levid me toma por el brazo ayudándome a caminar, mientras nos acercamos y Jack con sumo fastidio intercambia un par de palabras con ellos lejos de nosotros para después acercarse a uno de los hombres que se encuentra con ellos y mirarlo casi con asco.

No sé qué está pasando, sin embargo Jack asiente con la cabeza hasta que nosotros nos acercamos finalmente a ellos y los otros agentes se alejan al helicóptero y suben a él.

Nuestras miradas se posan sobre el chico y él nos mira uno por uno.

-Soy Víctor- dice con tranquilidad- Remplazare a su anterior compañero hasta que vuelva…- asegura.

No alcanzo a escuchar el resto de lo que dice o lo que dice Jack, ya que el helicóptero se pone en marcha y se va.

El chico parece no tener más de 18 o 19 años, tiene un cabello rubio como el mío, ojos castaños y rasgos demasiado toscos que lo hace ver como un cavernícola por su frente pronunciada y sus gruesos labios, eso sin contar su enorme nariz que si desentona con sus rasgos ya que se ve puntiaguda, pero igualmente puedo apreciar la musculatura bajo su ropa.

Los ojos del chico se posan sobre mí por un segundo.

-¿Y qué esperan? ¿Un abrazo grupal? Suban al puto auto- gruñe Jack ligeramente molesto y totalmente autoritario mientras subo al auto con el chico en la parte trasera y Levid se encarga de las maletas.

Apenas hemos comenzado y Jack ya ha vuelto a ser un cretino de mierda.

Jack sube despreocupadamente al asiento del conductor y es cuando veo mi oportunidad al ver su guardia baja.

No pierdo el tiempo y me lanzo contra Jack agarrándolo desprevenido y tomando con mi brazo su cuello como me enseñaron en la academia y gruño a su lado.

-¡Volviste a hacerlo imb...!- no alcanzo a terminar de decir lo que planeaba ya que el chico nuevo me da un fuerte golpe en la espalda y todo se vuelve negro.



#308 en Detective
#233 en Novela negra
#4022 en Novela romántica

En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.