He estado llamado todo el día a Levid y su teléfono siempre me manda a buzón, lo tiene apagado, que conveniente.
Estamos comiendo unas miserables e insípidas pechugas que Víctor hizo para todos mientras ninguno de nosotros emite un solo sonido, Jack y yo fulminamos con la mirada nuestra comida y Víctor mira con aburrimiento la suya.
-Jack- digo finalmente dejando el tenedor en la mesa de golpe, sin poder resistirlo más y él me mira- ¿Tiene otra no?- pregunto con obviedad- Fue a ver a la otra, estoy segura, dime lo que sabes- le exijo.
Evalúo la expresión de Jack y no encuentro absolutamente nada, ni siquiera parpadea, nada fuera de lo común, solo se dedica a mirarme con frialdad.
-Ya te dije algo antes- me recuerda y siento como mi corazón late con fuerza de la rabia e incertidumbre.
-Eso es un sí ¿Cierto?- digo con la voz firme pero un poco estrangulada y él simplemente suspira frustrado.
-Significa exactamente lo que te dije antes Giselle, además incluso si así fuera, eso es algo que a mí no me importa- dice molesto levantándose de la mesa y el nuevo nos ignora simplemente mirando su plato y comiendo sin inmutarse de lo que pasa a su alrededor- Giselle, si quieres hablar de algo así ¿Por qué no lo haces con tu novio?- pregunta molesto- Tu tomaste una decisión, así que no me metan en sus cosas- gruñe saliendo del cuarto.
Suspiro con fuerza.
Me siento frustrada, dolida, necesito respuestas y no solo o precisamente por Levid, necesito desahogarme... necesito a Alberth.
Ojalá no estuviera en África, ojala estuviera aquí conmigo sentado al frente y haciendo algún comentario sarcástico del momento, sin embargo tengo a su soso remplazo que come valiéndole todo a su alrededor y frunzo la boca.
Veamos que tan buen Alberth eres.
-¿Tú que piensas al respecto?- le pregunto a Víctor y él me mira confundido, mira a su alrededor esperando ver a otra persona, para después mirarme nuevamente con sorpresa.
-¿Yo?- pregunta señalando su pecho y ruedo los ojos.
-Obviamente- digo molesta y él suspira nuevamente aburrido.
-No lo sé, no entiendo el 95% de las cosas de las que ustedes hablan, se dicen o hacen, así que mejor los ignoro- dice simplemente picando la pechuga con su tenedor.
-Mira Víctor, se supone que estás aquí como remplazo de Alberth y es tu trabajo remplazarlo así que dime qué demonios es lo que piensas sobre lo que ha pasado, si sabes algo o cualquier cosa- le advierto.
El chico parece pensarse bien lo que va a decir.
-Pues si quieres mi opinión personal sobre algo…- mira hacia atrás con miedo de ver a Jack pero cuando no ve nada vuelve a mirarme- Escuche a tu novio al teléfono antes de irse, estaba discutiendo con tu otro novio el pelinegro respecto a la llamada que recibió porque no lo quería dejar ir- vuelve a mirar detrás- Tu novio recibió un mensaje sobre unos resultados de algo, él estaba preocupado y al final Jackson lo dejó ir con un límite de tiempo de cuatro días y se fue con rapidez después de ir a mirarte a tu habitación y asegurar que estabas dormida- vuelve a mirar atrás- Creo que su hermana estaba enferma o algo por el estilo- se encoge de hombros- ¿Ahora puedo terminar de comer con tranquilidad? ¿O es acaso que Alberto también era tu novio?- pregunta cruzándose de brazos.
Le alzo el dedo medio en respuesta mientras miro mi comida pensativa.
Bueno, el remplazo de Alberth no resultó del todo inútil.
Me quedo quieta y callada un momento procesando lo que me ha dicho.
Ni siquiera sabía que Levid tuviera una hermana y siento la culpa invadirme.
Soy una estúpida, su hermana está enferma y yo pienso mal de él.
...
Hace dos días desde que hable con Jack, él parece realmente enfadado y me ha evitado todo el tiempo que ha podido. Levid no ha vuelto y no ha llamado ni dado señales de vida al igual que Alberth.
Me siento vacía y aburrida, me siento abandonada, me siento olvidada.
Estoy recostada boca arriba en mi cama contando del 1 al infinito cuando mi teléfono comienza a sonar para mi enorme sorpresa y sonrío sin pensarlo al reconocer el tono de la llamada que le di específicamente.
Lo tomo con una sonrisa y respondo al instante.
-¡Alberth!- grito sonriente respondiendo el teléfono con un movimiento.
-¡Giselle!- grita Alberth desde el teléfono y sonrío, se escucha mucha excitación del otro lado del teléfono.