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Antes de empezar, si eres lector fantasma por favor te agradecería si apoyas el libro votando y comentando, asi la historia tiene más alcance, gracias <3
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-02-
Liam Charles, el chico más egocentrico y sensible.
LIAM.
No odiaba algo más que me llevaran la contraria, lo detestaba con todas mis fuerzas y al ver a la chica del café haciéndolo me hirvió la sangre, aun así, me contuve porque yo mismo me lo había buscado al hablarle de la forma en la que le hablé.
Me lo merecía en cierto punto.
Aunque no la recordaba luego del día que mis amigos y yo salimos por unas cervezas para tomar en casa de Axel. Cuando me respondió aquel día pensé que había sido educada, pero recapitulando lo que les había dicho a mis amigos, había sonado incluso asqueroso. Solo recuerdo su cabello rubio y su forma tan indiferente al hablar, aunque era algo agresiva.
Claro que supe quién era en el momento que nos atendió, así que no me resistí y le busqué la lengua, por lo que me lleve mi merecido en cierto punto.
¿De verdad no tenía leche de almendras y caramelo? ¿Qué clase de café era este?
—¿Cómo está tu madre? ¿Aún sigue trabajando en el hospital?
Al escuchar a Marie, volví saliendo de mis pensamientos rápidamente para prestarle atención. Asentí con una pequeña sonrisa.
—Está muy bien, aunque últimamente la veo poco porque voy a ensayos y ella se va a trabajar, me ha dicho que el ambiente en el hospital está algo pesado.
Marie me conocía desde muy pequeño, su hija y yo éramos grandes amigos al punto de tener algo más allá solo que ninguno decía nada, era como nuestro pequeño secreto. Realmente no sabía en qué momento ocurrió aquella cercanía, pero desde siempre mi madre y Marie han sido grandes amigas, se han apoyado mutuamente. Desde que Marie abrió el negocio de crear su propia cafetería, mi madre casi salta de alegría por ella, luego del terrible accidente de que su marido no la dejara ni la mitad de los bienes decidió buscarse la vida haciendo lo que más le gustaba.
—Bueno, ya sabes como son las cosas en los hospitales. —Negó un poco haciendo una línea en sus labios—. Espero que vengan más seguidos, les había apartado una mesa, porque el lugar estaba muy lleno, aunque…—Miro el lugar dándose cuenta que había incluso un poco más de silencio—. Me fui cinco minutos y al parecer mis chicos llevaron todo muy bien, ¿Cierto, Ethan?
Marie giro en dirección a la barra y note que tanto la rubia de ojos oscuros, como su amigo nos miraban. Compartí una mirada con la rubia por lo que ella me sonrió a duras penas como si quisiera llevarse bien conmigo ahora.
Si, claro.
—Si, realmente la fanaticada nos quitaba mucho espacio. —Hablo el chico finalmente rubio de ojos color miel—. Aunque supimos manejarlo.
—Disculpen por eso. —Hable finalmente captando la atención de los tres para luego acercarme a la barra y agarrar mi café. Mire a la rubia que tenía frente a mis ojos—. Las fans llegan a ser un descontrol.
Tomé un sorbo de mi café, no tenía azúcar y era mejor así, luego de que me negaran todo lo que quería tomar decidí irme por la cosa más amarga que existe en el planeta.
Un café.
La rubia mantuvo su mirada sobre mí, haciéndome sonreír un poco antes de que le diera nuevamente un sorbo a mi café. Era atractiva, no miento. Su cabello estaba amarrado en una coleta alta, pero pequeños mechones rubios salían y se colocaban sobre su frente, sus ojos eran almendrados y oscuros, su mirada era profunda, pero sobre todo muy desafiante, nariz definida, mejillas ruborizadas, pero parecía que era normal en ella, y sus labios carnosos.
Subí mi vista rápidamente para luego dejar de mirarla, no quería ser obvio y mucho menos con ella.
—Bueno, vine a buscar algunas cosas para Claire, me preguntó si podía ir al concierto del próximo fin de semana. —Habló Marie dirigiéndose a mí, sonreí un poco al escucharla.
—Ella sabe que tiene una entrada apartada. Alissa me recordó. —Sonrió un poco dándole un sorbo a mi café mientras ella negaba dándome unas palmadas en el hombro para empezar a caminar.
Claire era la chica con la que salía desde hace más de siete meses, nos conocíamos desde siempre, pero cuando le planteé la idea de empezar con la música, no dudó en apoyarme. Iba a cada uno de los encuentros con los chicos para escucharnos cantar, incluso le sugirió a Asher nuevos beats para las canciones.
Le prometí que iría a mi primer concierto, así que le guardé su entrada antes de que salieran a la venta.
—¿Te ha gustado el café sin caramelo ni leche de almendras?
Aquella voz me hizo salir de mis pensamientos rápidamente, me giré en dirección a la barra y supe quién era, la misma rubia de hace unos minutos, ¿realmente no se cansaría de molestarme?
Le regale una sonrisa falsa.
—Si, gracias por no colocarle azúcar.
—Hay que ser amables con los clientes.
Había entendido mi sarcasmo y yo el de ella, por lo que decidí asentir nuevamente con una sonrisa llevando la taza a mis labios nuevamente, y así, finalmente irme del mostrador para empezar a caminar hacia la mesa nuevamente.
Esa chica cómo me quitaba la paciencia tan rápido.
Ni siquiera sabía su nombre.
—¿Te has peleado otra vez con la misma chica? —Escuche la voz de Axel a mi lado cuando me senté, lo mire frunciendo el ceño para luego negar resoplando un poco.
—No, claro que no, me puse a hablar con Marie.
—Claro. —Hablo con ironía Asher riendo un poco—. Te demoraste mucho para ordenar, eh.
Axel y Dylan se rieron un poco viendo a Asher. Los mire sin muchas ganas para luego negar y ver por la ventana. Al principio quise ser amable, pero me di cuenta que no nos soportamos ni un poco.
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Editado: 23.06.2025