-11-
Un mundo de personas rotas.
LIAM.
—No puede ser.
Eso fue lo primero que escuche al abrir la cortina, en cuanto mire, me fijé en la chica que estaba en la cama. Parecía nerviosa, feliz e impresionada y quería empezar que esas tres emociones fueron porque yo estaba allí. La chica que le calculaba unos dieciséis años se sentó rápidamente sobre la cama mirándome con una gran sonrisa.
Pude darme cuenta que el chico que estaba a su lado era su hermano, por el parecido que había en ambos, su cabello era castaño y sus ojos eran oscuros, incluso al mirarla pude notar pequeñas pecas en su rostro. El chico que estaba a su lado me miró un poco impresionado para luego sonreír apenado, parecía que estaba conteniendo la emoción.
Sonreí pasando una de mis manos por mi nuca pensando en que decir, había llegado así, sin más, y aunque en mi cabeza parecía buena idea la mirada juzgona de Hailey pasó como si hubiera escuchado alguno de mis pensamientos.
En cuanto la vi, mi sonrisa se hizo más visible, aunque a los segundos frunció el ceño confundido. Como siempre, su cabello rubio estaba un poco despeinado pero estaba vez lo tenia en un moño, llevaba un conjunto gris, un mono y un suéter del mismo color, solo que este era corto dejando su abdomen al descubierto dándome cuenta que llevaba un piercing en su ombligo, aunque por mi mente paso la idea de preguntar que hacia con eso puesto cuando en las calles era imposible andar con un buzo al menos que fueran temporadas de lluvia, no lo hice.
Pensé que me echaría o me iba a preguntar que hacia aquí, pero a juzgar por su mirada se veía cansada y al parecer no había dormido del todo bien, por lo que solo hizo un ademan a que entrara para luego mirar a sus hermanos con una pequeña sonrisa.
No conocía a Hailey de toda la vida, diría que hace un par de semanas como mucho, pero para nadie era un secreto que las cosas no andaban bien por su mirada apagada y su rostro.
—¿Por qué no dijiste que vendría Liam Charles?
El comentario de su hermana menor me hizo salir de mis pensamientos. Tome una gran bocada de aire y termine de entrar cerrando la cortina de color azul a su vez. Los mire nuevamente esbozando una gran sonrisa, se me olvidaba el pequeño detalle que ellos me conocían.
—Tú debes ser Lizzy, ¿no? —Asintió rápidamente con una sonrisa en sus labios. Gire mi rostro encontrándome con la mirada del chico que estaba a su lado—. Y tú eres…Jack, ¿no?
Me había costado guardar los nombres, pero para mi suerte ayer revisé el expediente de Lizzy cuando mi madre me dejó solo, había entrado a emergencias por el hecho que se había desmayado y la habían mandado a hacer unos exámenes extras para descartar cualquier tipo de enfermedad.
Si, era un poco chismoso, pero al notar al hermano de Hailey llorando ayer mis instintos de saber que ocurría se activaron, asi que sabia muy bien que Hailey no iba a decirme nada, tenía que buscar por mi lado.
—Si, ese mismo. —Afirmó su hermano con una pequeña sonrisa en sus labios, quizás un poco tímida—. ¿Qué haces aquí?
—Buena pregunta, Jack.
El comentario de Hailey me hizo girar mi rostro en su dirección, tenía la manos en los bolsillos de su pantalón mientras se colocaba al lado de la cama mirándome esperando una respuesta, por su mirada intuye que no estaba de acuerdo de verme aquí.
Trague un poco de saliva pensando en qué excusa iba a poner ahora.
—Mi madre es enfermera, aproveche de pasar a verla un rato y me acuerdo que su hermana vendría hoy también. —Explique mirando a Hailey en todo momento. Ella alzó sus cejas interesada esperando que continuara. Tome una bocanada de aire mirando a sus hermanos nuevamente—. Hailey me habló mucho de ustedes ayer.
—¿Qué te contó en específico?
—Te dijo que te escuchamos, ¿no? —preguntó Lizzy al mismo tiempo que su hermano.
Solté una risa baja divertida mientras negaba al mismo tiempo. Hailey se sentó en la cama quedando a mi lado mientras miraba a sus hermanos sonriendo divertida. Lado positivo, se le estaba quitando el mal humor.
—Me dijo que son fans de mi música, y estoy casi seguro que la convencieron de ir al concierto.
—Claro que no.
—Claro que sí. —Dijeron los dos al unísono.
Nuevamente me reí y mire a Hailey, ella me miro rodando sus ojos para luego cruzarse de brazos mirando a sus hermanos y estaba casi seguro de que de una forma juzgona.
—También me dijo que Lizzy tiene un tocadiscos, ¿eso es cierto?
Su hermana se acomodo rápidamente asintiendo con una sonrisa en sus labios, a simple vista ninguno de los tres tenían algo en común, Hailey era muy distinta de manera física incluso su personalidad, ya que era más fría y apática, pero sus hermanos aunque eran parecidos por ser mellizos, no se parecían en lo absoluto, Jack se veía algo más reservado y Lizzy era lo contrario, se veía más espontánea incluso alegre.
Me preguntaba si estaba al tanto de lo que había sucedido con su hermano ayer.
—Me lo regaló mi padre, ahí escucho los discos que Hailey me ha ido regalando.
—¿En serio? ¿Cuál te gusta más?
Mi pregunta la hizo pensar un poco. Aun así, se apresuró a contestar.
—¿Blood Orange? Eso creo, sus discos viejos son muy buenos.
Aquello me hizo sonreír aun mas, era uno de mis cantantes favoritos, había escuchado sus canciones en la mayor parte de mi adolescencia, sus canciones eran buenas, transmitían algo que era inexplicable, mientras mas me atraia la música, sabia mucho mas de como él componía y lograba hacer sus canciones. Si, fue un influyente importante en todo mi proceso como artista, y lo es aún.
—No me deja dormir en las noches por los discos.
—¿Por los discos? —Fruncí mi ceño al escuchar a su hermano, él asintió.
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Editado: 23.06.2025