Elías caminaba por el pasillo del hospital con una bolsa de papel en la mano. Sabía que Amaya estaría agotada. Su turno había sido largo, y ella no había parado ni para comer. Al llegar a su oficina, la encontró de espaldas, mirando por la ventana con una expresión distinta. Silenciosa. Inquieta.
-Te traje sushi y jugo de mango, tu favorito. Y sí, ya sé... "no me debiste malcriar", pero igual te traje doble postre -dijo él, entrando con su sonrisa de siempre.
Amaya se volvió lentamente, con los ojos brillosos.
-¿Amor? -preguntó, dejando la bolsa sobre el escritorio-. ¿Estás bien?
Ella lo miró con una mezcla de nervios y ternura.
-Sí... solo que... necesito decirte algo.
Él frunció el ceño, sentándose frente a ella.
-Me hice una prueba esta mañana, después de sentirme rara toda la semana.
-¿Estás enferma?
Ella negó, esbozando una sonrisa suave.
-Estoy embarazada, Elías.
Él parpadeó. Una. Dos. Tres veces.
-¿En serio?
-Sí... y no fue planeado. Pero tampoco evitado. Y sé que puede parecer mucho. Pero yo...
Antes de que pudiera terminar, Elías se arrodilló frente a ella y le tomó las manos con una delicadeza absoluta.
-Yo te amo, Amaya. Y si esta vida nos está regalando algo más... no puedo imaginarlo con nadie que no seas tú.
Ella se lanzó a sus brazos y lloró, esta vez no de miedo, sino de pura emoción.
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Meses después, estaban en la misma sala de estar, la manta, los cojines, el sonido de la lluvia... y una nueva cuna a un costado.
Amaya, con una pequeña barriga ya marcada, acariciaba su vientre mientras Elías leía en voz alta un libro de cuentos.
-Creo que será una niña -dijo él, acariciando su cabello.
-¿Y si es niño?
-Entonces será un niño con el corazón más amado del mundo.
-¿Y si son dos?
-Bueno... entonces vamos comprando otra cuna.
Ella rió, apoyando la cabeza en su pecho.
-Gracias por no soltarme nunca.
-Gracias por enseñarme que lo que nunca fuimos... era solo el prólogo de todo lo que podemos llegar a ser.
Y así, entre la espera, el amor y la promesa de lo nuevo, supieron que su historia no tenía un final, sino muchas páginas por escribir.