1. La llamada que lo cambio todo

5 de julio, 2017

Es curioso como una simple llamada puede cambiar el curso de las cosas.

Y en mi caso así fue.

Por esa razón es que después de colgar el teléfono, me mantengo pensativa y con mi mano aún suspendida en el aire; mi amiga Darlys y su madre me observan intentando descifrar la expresión que de seguro se ha dibujado en mi rostro.

En realidad uno nunca sabe como sentirse ante un hecho inesperado, menos cuando se trata de algo tan trágico como la muerte de una persona. Y es que la muerte nunca se espera, ni siquiera pensamos en ella, la obviamos sin ser consciente de que algún día sucederá, tarde o temprano.

Es una lástima que este día... que había iniciado como el más importante de mi vida (hasta este momento), cambiará drásticamente para terminar siendo recordado de forma trágica en el futuro.

Pero así es la vida.

---Acaba de morir un hermano de mi mamá --logré decir, después de asimilar el impacto de lo que eso significaba---. Al parecer estaba mal y al mediodía sufrió un paro respiratorio --expliqué sin esperar a que ellas preguntarán.

Hice a un lado el celular y miré la pantalla de la computadora donde momentos antes habia abierto mi página de facebook para notificar a todos mis contactos que hoy, después de mucho sacrifico, al fin había obtenido mi título universitario.

Me había graduado con honores; la número cuatro de mi promoción.

---Oh, cuanto lo siento Aitana --se lamentó la mamá de mi amiga.

Hice una pequeña mueca, la verdad nunca se me dio bien eso de recibir pésames o darlos. Eso de que "entiendo tu dolor, sé como te sientes" es tan falso.

---Me imagino que tu mamá debe estar muy triste --escuché decir a Darlys.

Asenti recordando la voz llorosa de mi mamá al darme la noticia.

Inevitablemente comencé a divagar.

Sin duda lo sucedió opacaria por siempre el mejor logró de mi vida. Ya nadie recordaría este día como el día en el que obtuve mi título profesional, sino como el día que falleció uno de mis tíos.

Para mi desdicha, cada acontecimiento lleva su pesó y para mi madre, perder a un hermano pesaba mil veces más que un pedazo de papel dónde constaba que tu hija ya era toda una profesional.

¿Sería muy egoísta de mi parte confesar que en lugar de estar triste, me siento frustrada?