¿Acaso él sigue pensando en mí?
¿Fue por mi culpa que él se fuera?
¿Ya no me quiere?
Estas son las constantes preguntas que Grace se hace a diario en su mente, jamás en voz alta. Y es que, desde que su padre se fue, ya no lo ve a menudo. Las excusas que le dice ya no se las cree. Los regalos que le da, ya no la satisfacen.
"Debo trabajar."
"Hoy se me complica."
"Perdón, pero no puedo."
Grace ya se está cansando de la situación, pero al ser una niña de 10 años, no lo puede gritar al mundo. Al sentirse impotente, comienza a escribir cartas. Con un único destinatario: su padre ausente.
"Papá: ahora sabrás lo que nunca te dije..."