Lo que pudimos ser y no fuimos

Capitulo 2

—¡Listo chicas! —la entrenadora de voleibol grita—es todo por hoy.

Los martes y jueves practico voleibol con mis amigas, la mayor parte de estos días vamos a dar un paseo a la plaza para distraernos de nuestra jornada de estudio de doce horas, por lo regular vamos a tiendas de ropa a buscar nuevas adquisiciones para nuestro closet, pero otras veces solo vamos a comer un poco de helado y después a casa o algún otro lado.

—¿Iremos hoy al cine? —Madison una chica de pelo largo y asabache, ojos color café, de estatura un poco baja, complexión media, alguien alegre y simpática. Al entrar a los vestidores se quita su blusa sudada.

—Mejor hay que ir a mi casa —respondo sacando de mi casillero una toalla y la ropa que usaría—ahí podemos pedir pizza, soda y no se alguna golosina —digo entrando a una de las regaderas.

—Me parece bien— Mia es bajita, sus ojos son color ámbar, tez blanca, cabello corto, pero ondulado, con rasgos en la cara marcados, de carácter fuerte pero agradable y amistosa, hace lo mismo que yo.

Al terminar, las seis nos fuimos en la camioneta de Emma ella es la más alta de todas, de tes pálida, ojos grandes y de color verde esmeralda, complexión delgada y muy inteligente. Nos subimos a la camioneta donde yo conducía ya que las demás decían que era la que más sabia y tenía practica en conducción.

En el camino las seis íbamos cantando sin parar, la camioneta se abría de la parte de arriba, ahí mis amigas sacaban la mitad de cuerpo y cantaban; Sophie una chica de cabello rizado y castaño, estatura promedio, complexión delgada y ojos grises, iba a mi lado riendo y viéndome con curiosidad.

La gente nos veía, algunos nos ignoraban y muchos otros hablaban entre ellos de nuestro show nosotras reíamos sin parar, el cielo estaba con tonos tristes, pronto llovería, pero ¿Qué importa? La diversión que llevábamos nada la puede detener.

—Enid, párate en la siguiente tienda— Nicole una chica de cabello corto y lacio, ojos color café obscuro, tez pálida y complexión baja, hablo ordenándome desde uno de los asientos de atrás. Aparque la camioneta cerca de un mini super, donde bajamos riéndonos de las tonterías que decía Emma.

—Extraño a Chiara —hablo Madison entrando al establecimiento. Desgraciadamente Chaira había tenido que irse de emergencia a su casa y no nos pudo acompañar saliendo de clases.

—¿Por qué no la llamas? — Meto un par de paquetes de palomitas en la bolsa de compras.

—¿Por qué no se me ocurrió antes? Iré ahora mismo— chilla Madison saliendo del establecimiento.

—Enid, ¿Por qué eres así? Deberías de decirle que no vaya y que deje de quejarse tanto, no toda la vida estaremos las siete juntas — Nicole llega de repente metiendo algunas cervezas al carrito.

Negué repetidas veces con la cabeza, quitando estos envases, metiendo botes de helado y algunas sopas instantáneas.

— Deja de ser así Nicole – digo cansada de su actitud — si sigues así terminaras sola — giro en el siguiente pasillo.

—Pero Enid, ve cómo te tratan, se aprovechan de ti — Nicole me sigue y comienza a hablar como una niña pequeña a su madre.

—Deja de meter cervezas al carrito. Nicole se que no pasas por un buen momento, pero tampoco deberías de estar todo el tiempo tomando te hará daño en algún momento y no quiero verte así. — Digo enfada por la actitud que ha tomado desde hace unos minutos.

— ¡Ve! — agarro su cabello con frustración — ellas pueden meter en ese carro cosas y yo no — Dice haciendo berrinche como una niña de cinco años.

—¡Carajo Nicole!, te quiero y respeto tus decisiones de lo que haces con tu vida, pero deja de hacerte daño ¡tenemos diecisiete años! — camino con frustración para el siguiente pasillo deseando que todo esto acabe de una vez.

—Pero te meten ideas en la cabeza, prueba una cerveza y te gustara — Trata de convencerme incitándome a tomar un trago.

—No sé porque sigo siendo tu amiga— digo cansada y camino en dirección a la caja.

—Yo tampoco entiendo que hago mal, todo el mundo piensa que soy la mala y creí que tú también pensabas como yo, pero veo que solo nos estamos alejando más— dice de manera dolida.

—Nicole no lo hago por tu mal, lo hago por tu bien solo quiero que estes bien. — suspire con cansancio. Ella se da la vuelta y se termina perdiendo entre alguno de los pasillos del local. Madison me alcanza y mete algunas palomitas, sodas y un poco de fruta. Nicole se molestó y poco después se fue a la salida, me hizo sentir pena por ella y también culpable por todo lo que le había dicho, esa chica no es tan mala, es un ser incomprendido, cree que envidiando o haciendo que las personas se peleen hará mejor su vida. Sus padres son contadores, pero desde que tiene siete ha estado sola, su abuela paterna la cuida la mayor parte del tiempo, pero ella suele tratarla mal y desquitarse con ella todo el tiempo. A los once años empezó a fumar y tomar, solía decirme que la acompañara, pero aun cuando mis padres no estuvieran en casa, nunca quise hacerlo, prefería ir con Mia al cine o a tomar una nieve. He sido la que más ha estado con ella, cuando entramos hace un año y medio al colegio, solo se hablaba conmigo y cuando yo le hablaba a Sophie, Madi, Emma, Chiara y Mia ella actuaba de manera grosera



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En el texto hay: esperanza, amor, depresión

Editado: 21.09.2024

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