Lo que pudimos ser y no fuimos

Capitulo 8

—Eres muy linda…— un chico castaño me daba la espalda, estaba hablando con alguien.

—Pero no mas que tu chica. — respondió la chica que estaba enfrente del chico castaño.

—no es mi chica y nunca lo será. Ha sido solo un capricho de aquella fiesta— confeso el castaño con risa burlona.

—claro que sí, esa pobre estúpida esta ilusionada contigo. — habla la chica.

—Pues pobre de ella, a mi ya no me interesa en lo mas mínimo. — acomoda su cabello y da un paso a la chica. — Enid solo fue un capricho que quería tener, pero es muy reservada y cuando te vi con ella en la cafetería ese día me enamoré, ya le fallaste una vez a tu mejor amiga ¿Por qué no dos? — agarra a la chica de la cintura y la besa con deseo.

—¡NOOOOOOOOOOOOO! —grito con desesperación y despierto. —Fue un sueño, un muy mal sueño— digo agitada.

Observo mi reloj que marcan las nueve con treinta minutos de la mañana, los toques en la puerta hacen que reaccione.

—Adelante. — digo limpiando algunas gotas de sudor.

—¿Estas bien? — Noah se acerca a la cama— escuché un grito desde la cocina y vine en cuanto pude. — quita un mechón de mi cara y lo pasa atrás de mi oreja.

—Si, fue una pesadilla. — respondo restándole importancia. —¿Qué haces aquí tan temprano? — pregunto una vez bebo del vaso de agua que me ha traído.

—Se te olvidó. — afirma y lo veo con duda. —Hoy vamos a ir a Liverpool por mi cumpleaños. — toma mi vaso y lo coloca en la mesita de noche.

—Dios lo olvide. — me pongo de pie y corro a mi closet donde encuentro un jean mom y una blusa blanca con cuello en v y busco mis nike blancos junto con unas calcetas. Me doy una ducha y cuando termino me visto, seco mi cabello y lo acomodo un poco, al terminar salgo del baño y Noah se ha ido.

Busco mis accesorios, una sudadera negra con el nombre de Nike y procedo a ponerme un poco de perfume, al salir de mi habitación me encuentro con Emily que sale de la habitación de invitados.

—Buenos días Emy— digo con una sonrisa.

—Buenos días. ¿Vas a desayunar? — pregunta caminando a mi lado por el pasillo.

Asiento con la cabeza.

—Si, ¿Lista para el viaje? — bajamos las escaleras de mi casa.

—Algo así, me llevan contra mi voluntad — suelta un suspiro cansado y une su brazo con el mío —¿podrías convencerlos de quedarnos? — hace un gesto tierno con su cara y yo me rio.

—Lo siento linda; Noah tiene ganas de ir y no me gustaría que te quedaras sola aquí. — sonrió cálidamente, pero ella vuelve a soltar un suspiro.

—Lo entiendo. — se aleja de mi cuando llegamos al recibidor y se va a la sala de star.

Emily esta creciendo; ahora quiere pasar tiempo con sus amigos y disfrutar de su adolescencia, pero con nosotros saliendo en familia y haciendo muchas actividades, ella se frustra mucho. Los tíos Oliver y Amelia a pesar de apoyarla y mimarla mucho, siempre le dicen que debe obedecer y que un “no” es un “no”; la comprendo, ella es joven como Noah y yo, quiere divertirse y hacer un millón de cosas con sus amigas, pero siempre hay tiempo para todo.

Noah y yo tenemos la fortuna de que somos mejores amigos y nuestras familias también lo son, así que nunca nos aburrimos cuando estamos juntos, Emily es otro asunto, ella es divertida pero solo con sus amigos, con nosotros es apartada.

Escucho risas que vienen de la cocina, mi madre plática con la tía Amelia. Su amistad comenzó hace bastante tiempo, cuando eran unas jóvenes, iban en la universidad cerca de Windsor de donde mi madre es originaria, ahí inicio todo, mi madre una mujer de complexión pequeña, es un poco regordeta y tiene el cabello rizado donde algunas canas ya hacen en él, es joven y hermosa, sus ojos miel son muy característicos y encantadores, simpática y divertida, muy amistosa con todo mundo, si, así es Georgia Wayne.

—¿Entonces ya es oficial que Noah se ira a estudiar medicina? — la voz de mi madre se escucha desde mi posición,

—Si, Oliver y yo estamos buscando préstamos. Ya sabes que ser maestro de una universidad prestigiosa ni esta mal pero la carrera es cara y bueno yo que estoy de administradora en una de tus panaderías se me es difícil todo este asunto. — la tía Amelia habla con preocupación.

—Amelia si el problema es el dinero puedo subirte el sueldo. — mi madre le dice para tranquilizarla.

—Gracias Georgia, pero no es honesto. Oliver y yo buscaremos la forma de apoyar a Noah. — Suspira y comienza a picar algo en la tabla.

—Te subiré a otro cargo si me lo permites, llevas muchos años trabajando conmigo. — mi madre detiene a mi tía — acéptalo tú sabes muy bien que mereces ese puesto. — puedo asegurar que mi madre esta apretando su hombro para darle un poco de confort.

—No lo sé, tengo que discutirlo con Oliver; realmente te agradezco — la tía Amelia se toma unos segundos. — Georgia, no sé qué habría hecho ahora mismo, sino te hubiera contado.

—Amelia es lo que hacemos las familias, nos apoyamos.

—Gracias por considerarnos tu familia.

La tía Amelia y mi madre siempre han sido inseparables, son dos mujeres fuertes y emprendedoras, mi madre cuando inicio su relación con mi padre; empezaron a formar la empresa que hoy mi padre es dueño, el sueño de mi madre nunca fue vender café y ser una empresa tan exitosa, ella tenia el sueño de abrir una pequeña panadería y comenzar ahí a construir su propio imperio con un poco de ayuda de mi padre, por desgracia el estaba ocupado con nuevos inversionistas y un sinfín de ocupaciones, así que acudió a su mejor amiga Amelia, aunque mi madre ya tenía todo, ella requería de alguien audaz que tuviera fe en su negocio. Mi tía Amelia se convirtió en administradora de al menos cinco panaderías en la ciudad, cuando el negocio fue en ascenso mi madre contrato mas personal y ayudo a mi tía a crecer también.



#8801 en Novela romántica
#3809 en Fantasía

En el texto hay: esperanza, amor, depresión

Editado: 09.11.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.