Empiezo a traer un poco de leña para la fogata, las estrellas han aparecido en el cielo, llevo un gran abrigo negro cubriendo mi cuerpo, el frio me ha hecho que mi nariz esté roja.
Mia y Jack hablan a unos metros de mi, Mía empieza a hablar por lo que veo y el solo desvía la mirada viendo a algún punto, arrepintiéndose de estar allí.
A Jack le cuesta decir lo que siente, cuando nuestras miradas se encuentran lo animo a que abra su corazón a Mía y tenga la conversación que lo hará sentir mejor, asiente con la cabeza, suelta un suspiro y comienza hablando, toma sus manos y se sincera.
Ayer no tuvo el valor de decirle, al volver a la cabaña con el atardecer cayendo, me quede un momento admirándolo desde el lago, el sol bajando lentamente, el naranja, rosa y rojo en el cielo, hicieron que me perdiera un momento en ese momento.
No pensé en nadie y tampoco busqué encontrar una mirada para sentirme completa.
No pensé en esos ojos avellana y ni tampoco en los ojos miel, tan solo me encontré en ese momento, admirando mi alrededor.
La cena fue un poco incomoda, ambos no dijeron nada y fueron a dormir a habitaciones separadas, en la mañana se dieron una corta mirada y cuando Jack quiso hablar, Mía se dio la vuelta y regreso a su habitación.
Mas tarde, nos metimos a nadar al lago, el agua estaba fría pero después nuestros cuerpos se calentaron, jugamos voleibol en el agua y nos divertimos. Emma y Connor prepararon la comida al regresar, mientras nosotros nos dábamos una ducha, tomamos los juegos de mesa y comenzamos a jugar.
Cuando la comida estuvo lista todos nos sentamos y a pesar del incomodo silencio proveniente de Jack y Mía comenzamos a comer, hablando sobre cualquier tontada del colegio, Mía jugaba con la comida, sin despegar la vista y Jack tenia sus ojos verdes puestos en ella.
Al terminar todos se perdieron en la cabaña, Sophie, Emma, Mía y Michael comenzaron a ver películas en la sala. Jacob, Noah y Thom se sentaron en la mesita de afuera de la cabaña, bromeando y jugando entre ellos. Jack, Chiara y Madison subieron a sus habitaciones a dormir un rato.
Antes de estar buscando la leña, leía un libro que me compro Noah y después de acomodar las cosas de la habitación, bajé por mi chaqueta colgada cerca de la puerta y salí a caminar un rato por el bosque.
Me quede admirando el rio, el agua corría en una sola dirección, llevaba hojas y ramas, más abajo de donde estaba, siguiendo el rio, había agua limpia, cristalina y unos cuantos metros más abajo estaba sucia.
Los pasos y voces de mis amigos, buscándome para volver a la cabaña me sacaron de mis pensamientos, al volver a casa, las chicas estaban teniendo una conversación pero al vernos en la puerta se callaron; me sentí un poco incomoda, Mía estaba en medio de todas mirándonos con el ceño fruncido y poco después se dispersaron.
Suspiro y dejo de verlos para caminar y dejar la leña en donde será la fogata, cuando camino, algunas luciérnagas salen, alumbrando el camino, algunas se posan entre las plantas y otras siguen volando.
Los chicos acomodan las sillas alrededor de la leña, en donde Connor comienza a ponerle fuego, tarda unos minutos y todos nos sentamos alrededor, esperando a Jack y Mía.
Una canción suena de fondo “Make you feel my love” de Adele, todos comenzamos a cantar y a reírnos cuando alguien mas canta con mas volumen y se adueña de la canción, Thom toma una rama que encontró y comienza a cantarla con más sentimiento.
Seguimos cantando, dejando que Thom sea la primera voz, me rio y me encuentro bien, realmente estar aquí con ellos se siente bien.
—When the rain it´s blowing in your face— canto y veo a Noah.
—And the whole wirdl it´s on your case— canta ahora el con una media sonrisa.
—I could offer you a warn embrace — respondo y pongo mi cabeza en su hombro.
—To make you feel my love— acaricia mi cabello y reposa su cabeza en la mía.
La canción sigue, cantamos en voz baja, ahora me siento tan cansada, me acomodo mejor a un lado de Noah y el me da su calidez, realmente la canción describe algunas partes que me hacen sentir bien y mal.
Cierro mis ojos y escucho como todos terminan de cantarla, dejándome la piel de gallina por tanta emoción.
Jacob baja su celular, pues ha estado grabando todo el rato nuestras reacciones, sonrió cuando saca una cámara y comienza a hablar.
—Hola a todos — comienza y sonríe —. Estos son mis amigos, yo soy Jacob Peterson, tengo diecinueve años y estos son mis amigos — empieza a grabar en nuestra dirección —, Ella es Emma Gaarder, tiene diecisiete años, dentro de dos meses dieciocho, aun es una bebe — despeina su cabello rubio y se queja.
—Jacob deja de despeinarme — frunce las cejar y lo mira mal —. Hola a todos, como ya este idiota me presento, ahora les diré algo de mí que nadie sabe. Llevo las mejores calificaciones y tengo un sueño que pronto se los diré — sonríe ampliamente y sus ojos verdes brillan.
—Ella es Chiara Dean, tiene dieciocho años, los cumplido hace tres meses y esta emocionada por un chico de Rubik — Chiara le lanza una mirada de advertencia, sus ojos azul cielo se oscurecen un poco y el pasa a la siguiente —. Es un poco pesada a veces — aclara la garganta — Él es Thom Kelsen, tiene mi edad pero es más alto que yo, pero es menos guapo — se encoje de hombros y Thom gira a verlo con un brillo en los ojos, inconfundible, el chico planea vengarse.