Lo que pudimos ser y no fuimos

Capítulo 26

El peso en mi cuerpo hace que abra los ojos lentamente, no sé qué hora es, pero ahora mismo quiero seguir durmiendo y alguien está impidiendo que descanse como debe de ser.

La cabellera castaña de Noah aparece en mi campo de visión, me remuevo bajo su cuerpo, ahora mismo no quiero que me moleste y este aquí tan temprano, ayer llegamos y no esperaba tenerlo tan temprano el día de hoy.

—Despierta…— su voz ronca resuena por mi habitación — tu mejor amigo ha llegado, te ha extrañado demasiado…

Suelto un quejido y cierro los ojos nuevamente.

—Dame media hora y te prometo que los próximos cinco días me tendrás para ti — la voz me sale ronca y bostezo.

—¡Vamos, Enid! Te he esperado todas las vacaciones, estuve a punto de ir al dichoso campamento por ti y traerte para salir juntos. — dice fingiendo molestia y reproche.

—Lo hubieras hecho, créeme que no te perdiste de nada, solo estuve allí por los niños — y también por Zep, mi mente dice al instante —. Solo dame cinco minutos y ya.

Me rindo y él se quita de encima mío, hace un mini bailecito de felicidad, que por cierto aun trae su pijama y se tumba en el lado izquierdo de la cama. Pongo mi mano en mi frente y cierro los ojos.

Es extraño regresar, más sabiendo que Noah sabe lo del campamento, pero no de Zep.

—Durante tu ausencia he hecho muchas cosas— dice por lo bajo y abro los ojos lentamente viendo el techo —, comer, jugar, comer, dormir, leer libros y sobre todo pensar en que mi mejor amiga me dejo por un campamento.

Suelto una risa y niego con la cabeza.

—¿Tan indispensable para tu vida soy que no me puedes tener más de dos semanas lejos de ti? — me acomodo mejor, viendo directamente a su perfil. Parece más cansado, ojeroso y un poco… triste.

—No es eso, es solo que sucedió algo…— muerde su labio inferior y se gira, quedando frente a frente.

—Aja… ¿Qué sucedió? — pregunto confundida.

—No es nada malo — aclara en seguida —, es que hace unos días estaba pensando en si debería tomar la opción que mis papás me dieron y hacerte caso en eso de ir primero a conocer como es todo allá — pasa su mano por atrás de su cabeza y hace dibujos imaginarios con su dedo en las sábanas —, no lo sé, creo que estar lejos de ti me hizo pensar en muchas cosas y me demostraste que a pesar de que quiero hacer cosas contigo y quiero que ambos vayamos al mismo ritmo no puedo retener a nadie a mi lado, ahora que te fuiste al campamento comprendí que yo no soy indispensable en tu vida…

Sus ojos se apagan un poco y siento que un pequeño dolor se instala en mi pecho, no comprendo a que viene todo esto y mucho menos si sus pensamientos lo están llevando a un camino incorrecto.

—Noah — pronunció su nombre despacio y tranquila —, no es que no seas indispensable en mi vida, es que todos tenemos un camino que recorrer y muchas veces es solo, cuando recién iniciabas el colegio y yo estaba en secundaria, veía cómo te divertías con Jack y los chicos, sabía que no podía estar ahí porque aún era chica para comprender, pero créeme que estuve feliz al verte salir, reír y estar con más personas que no fuese yo — suelto un suspiro y sus ojos miel brillan un poco—, repito, no es que no seas indispensable en la vida, es que un día te enamoraras, te casaras y tendrás hijos y yo no encajo allí, porque a pesar de amarnos como hermanos, los hermanos también toman caminos distintos.

Sonrió débilmente, no sé porque quiero llorar, porque sé que alguno de los dos asistirá al funeral del otro y que tristemente, veremos como personas que amamos estarán allí o nosotros estaremos allí sintiendo ese dolor; sé que cuando él se case hará su vida y comprenderá lo que ahora le digo, porque eso sucedió con mis hermanas.

Es la ley de la vida — recuerdo a mi padre decirme aquello cuando mi hermana Ava se fue de casa.

Es tan cierto, es la ley de la vida, nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos, es una sensación extraña, porque pensé que nos veríamos hacer todas las cosas juntos, desde cumplir nuestro sueño en la universidad, casarnos, comprar una casa, viajar por el mundo, hasta ver como nuestros hijos se convierten en mejores amigos.

A veces lo que planeamos no sale como esperamos.

—Lo se pequeña luciérnaga — traga saliva y suspira —, ahora comprendo que no debería aferrarme a nadie y mucho menos hacer que todo en mi vida gire en su dirección.

Y es cierto, a veces planeamos todo, hacemos de todo para que esa persona se sienta cómoda, pero en ocasiones no es valorado y eso nos rompe por completo, porque damos todo y solo nos entregan mitades o a veces nada.

—Creo que es la mejor decisión Noah, ve a cumplir tu sueño — acaricio su mejilla, sonriéndole con un cariño y emoción que no sé cómo describir.

Mi mejor amigo, mi hermano mayor, se ira a cumplir sus sueños y hará su vida, se ira a muchos kilómetros de mí, encontrará su felicidad.

Tocan la puerta de mi habitación, así que me incorporo lentamente y digo que pasen.

—Hija, ¿Ya vienen a desayunar? — mi madre entra en mi habitación, lleva un mandil de flores y el cabello recogido en un moño.

—Si, ya vamos.



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En el texto hay: amor, crecer, amistad cariño

Editado: 16.08.2025

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