—¡Maaamáaaaaaaaaaaa! — grito desde mi habitación.
—¿Qué sucede? — entra con su traje que usa siempre y el cabello recogido.
—¿Has visto mi vestido de flores azules de tirantes? — abro mi armario para buscarlo otra vez.
—Debe de estar ahí, cariño — escucho que sus tacones resuenan en la loseta y se para a un lado.
—No lo veo — suspiro pesadamente.
—¿Si lo encuentro que te hago? — giro a verla y ella también, tiene levemente su ceño fruncido y yo sonrió inocentemente.
Me encojo de hombros y ella suspira pesadamente.
Han pasado dos días desde que volví del campamento, me encuentro más descansada y cómoda; Zep y yo hemos estado chateando sin parar, preguntándonos cada cinco o diez minutos que hacemos.
Ayer en la noche hemos quedado de vernos hoy para comer algo, o ir al cine, pasara por mí en un par de horas e iremos a cenar a un restaurante que a Zep le gusta.
Noah y yo hemos estado viendo muchos maratones de películas y “recuperando” el tiempo perdido desde que me fui al campamento. Mis papás han estado trabajando mucho y casi no los veo en casa, aunque en la cena hablan de distintas cosas que hicieron y me incluyen en la conversación cada que pueden.
Realmente se siente bien volver, aunque tengo un mal presentimiento, tengo la sensación de que sucederá algo y no sé qué es.
Termino de colocarme perfume y acomodo el vestido de flores azules, me veo en el espejo por última vez y tomo mi bolso de mano para bajar a la sala. Noah esta tumbado en la sala viendo televisión, pasa por muchos canales y ninguno le gusta; alza su vista cuando escucha que bajo las escaleras.
—¿A dónde vamos? — se incorpora ligeramente de su asiento.
—A ningún lado, saldré con— no sé cómo llamarle, ¿casi algo? ¿novio? ¿el chico que me gusta? ¿Un amigo?, si tal vez sea mejor llamarle así, amigo— con un amigo.
—¿Y se puede saber quién es ese amigo? — pregunta incorporándose bien en su asiento.
—Aun no, ya lo conocerás. — omito decir que ya lo conoce porque sé que las cosas no saldrán bien.
Después de la riña que traen gracias al soccer quisiera tomarme el tiempo para pensar mejor como le diré que Zep, es el chico que me gusta.
—Está bien, pero debes decirme donde estarás por si sucede algo y necesitas que vaya por ti. — vuelve a tumbarse en el sillón buscando algo que ver.
—Si, si, te mandare mi ubicación en cuanto estemos allí— acomodo mi pelo nuevamente y aliso mi vestido como una manía.
—Te veo emocionada, ¿es del chico que hablamos en la cabaña? — pregunta distraídamente.
—Si, es él. Debería de llegar en unos cinco minutos. — veo la hora en el celular y los nervios incrementan.
Esta es mi primera cita con un chico y que mis padres saben que salgo con alguien, mi madre sabe que estoy conociendo a alguien, ha papá no he podido decirle porque se cómo se podría de celoso, así que prefiero hablar con ellos cuando las cosas se tornen más serias con Zep.
—¿Has hablado con Emine? — su pregunta me confunde, ya que desde que volvimos del campamento no hemos hablado mucho, solo unas cuantas palabras por mensaje de texto y ya.
Niego lentamente con la cabeza y frunzo mi ceño.
—No, solo hemos texteado un poco. ¿Por qué? — me acerco dos pasos al sillón y sus ojos miel conectan con los míos.
—No es nada, es solo duda, quisiera que saliéramos los tres y hacerle una videollamada a Alice.
Sonrió emocionada y doy un pequeño brinco.
—Si, tienes razón, hace mucho que no salimos y sería bueno volver a vivir esos tiempos de hace un par de años.
Asiente y sonríe al ver mi energía desbordarse.
—Oye Enid, quisiera hablarte de al— no termina de decir la frase, porque un pitido de auto hace que me gire emocionada a la puerta.
—¿Es importante? — pregunto con un poco de nervios y prisa.
—Algo, pero podría esperar.
—Gracias Noah, entonces nos vemos más tarde o mañana — beso rápidamente su mejilla y corro a la puerta.
Zep está dentro del auto, viendo algo en su celular, cuando escucha que me acerco sale rápidamente y abre la puerta del copiloto.
Lleva su cabello bien peinado, una playera negra con un pantalón de vestir gris, su reloj y un delicioso olor a perfume.
—Estas hermosa — dice cuando estoy cerca de él.
—Gracias — sonrió y beso su mejilla rápidamente.
—¿Estás lista? — pregunta y me ayuda a entrar al auto.
Asiento y el cierra la puerta, sube rápidamente al lado del conductor y pone un poco de música en la radio.
“Standing Next to You” de Jungkook comienza a sonar en las bocinas del auto, Zep rápidamente cambia la música y yo omito decir algo para no hacer un momento incomodo.
Amo a BTS, no entiendo porque a él no le agrada.
—¿Qué tal estos días? ¿Extrañas el campamento? — me giro un poco para ver su perfil, realmente se ve guapo.