—¿Es por el que me has estado ignorando? — la voz de Zep me saca de mis pensamientos.
Giro a verlo, el dolor en sus ojos en notable, sus puños están cerrados, su aspecto me preocupa, no parece el chico que conocí hace unos meses en la fiesta de Noah, parece cansado, ojeroso y que lleva bebiendo demasiado tiempo, su cabello esta desordenado, tiene lápiz labial en su mentón y en su camisa blanca.
Un deje de decepción aparece en mí, pero es ligero, es solo un pequeño piquete que rápido desaparece.
—No — lo veo a los ojos, le sostengo la mirada y no encuentro los ojos avellana que me gustaban tanto al punto de sentirme tonta y feliz —, quiero hablar contigo, no ahora porque no estas en tus cinco sentidos.
Giro y doy dos pasos cuando su voz hace que me detenga.
—Resultaste ser igual o peor que la chica que te conté — giro a verlo, tiene sonríe sin ganas —, no puedo creer que caí de nuevo por una chica patética y ridícula.
El dolor en mi pecho aparece, el recuerdo de esa tarde me llega rápidamente, quisiera regresar el tiempo, haberme alejado de él cuándo aun podía y evitarme sentirme así, confundida, harta, cansada y molesta.
—Te quedas callada porque sabes que tengo razón — continúa hablando, le da hipo pero aun así acorta la distancia entre los dos —, eras tú, esa chica que siempre te contaba eras tú, desde la fiesta de Noah me gustaste y quise saber que podía pasar entre los dos.
Su voz se quiebra, mis ojos comienzan a ponerse borrosos y siento cada una de sus palabras como cuchillos. Si tan solo hace unas cuantas semanas el me hubiese dicho eso ahora mismo tendríamos otra historia.
El hubiera no existe, no entiendo en que momento me perdí tanto, ni si quiera se porque Chase continúa a mi lado, cuando Zep me abraza, sostengo su camisa con fuerza porque ahora mismo solo quisiera sentir ese calor que hace tiempo me hacia sentir bien, no hay nada, no hay mas que sentimientos de tristeza y de preocupación por su aspecto deplorable.
Chase lo aparta de mi y con ayuda de amigos de Zep se lo llevan al baño, me quedo estática en el mismo lugar, tratando de digerir todo lo que acaba de suceder en tan solo cuestión de segundos.
Tomo la mano de Chase y lo arrastro conmigo a donde están los demás, mis amigas me observan con preocupación. Noah, Jack, Connor, Jacob, Michael y Thom vienen atrás de Chase y yo.
Me siento con Chase a lado y Noah se sienta al otro lado.
—¿Por qué no me dijiste que el “amigo” que te gustaba era el imbécil de Zep? — la voz le sale dolida y con mucha molestia.
Respiro profundo y las ganas de llorar incrementan a cada maldito segundo en el que sus ojos miel buscan una respuesta. Chase entrelaza nuestros dedos, dándome la fuerza y el apoyo que necesito para decirle.
—Porque creí que él era el chico indicado y quería esperar a que ambos nos dejáramos del típico “que se de lo que se tenga que dar” porque tú sabes que yo no soy así, que me encanta lo romántico, las citas, las cartas, las canciones y todas esas cosas melosas, el hacia ese tipo de cosas conmigo, pero jamás me dijo lo que yo quería oír y tenía miedo, miedo de confundir las cosas y que el solo me viera como una amiga y no como yo lo veía a él. — tomo aire y sus ojos miel siguen fijos en mi — me decepciono cuando entendí que jamás nos veríamos igual, porque yo quería conocer todo de él, incluirlo en mi mundo, que fuera parte de cada uno de mis logros, pero para el solo estábamos en la prueba de lo que puede pasar, yo no quería forzar nada y ahí fue que comencé a creer que solo yo sentía. Tú sabes que cuando quiero a alguien, mis sentimientos son intensos, yo no quiero a medias, yo entrego todo de mí, lo doy todo hasta quedarme sin nada.
Doy un leve apretón en la mano de Chase, el me lo devuelve y sus ojos conectan con los míos. La parte más difícil de entender que cuando creces debes enfrentarte a diferentes situaciones, es un golpe que te deja sin equilibrio por un momento.
No encuentras calma, tampoco encuentras esas sensaciones de cuando eras un simple adolescente que podía hacer lo que quisiera. Te detienes porque notas el caos alrededor, en cada una de las personas que te rodean, los ves y te das cuenta que has cometido errores, que has dejado ir oportunidades valiosas por simples migajas que alguien más te ofrecía.
Los ojos miel del chico que sostiene mi mano me hacen olvidar por completo a todo mundo. ¿entonces lo que sentí por Zep fue un espejismo? ¿Qué sentí por Zep desde un principio? ¿Por qué sus ojos avellana no causan ningún efecto en mi ahora?
—Enid, eres como mi hermana y créeme que no me hubiese molestado en lo absoluto que me dijeras que estaba saliendo con ese idiota — giro a ver a Noah quien se encuentra con la mirada afligida —, no quiero que la noche acabe mal, así que por ahora disfrutemos, ya tendremos tiempo para aclarar las cosas.
Besa mi frente y se pone de pie, Jack y Mia lo siguen, me quedo sentada en mi lugar procesando todo, viendo a la nada.
Cuando haces las cosas mal siempre terminas mal, la vida se encarga de demostrarte que debes enfrentar las decisiones que tomas. La noche que conocí a Zep creía que podría enamorarme perdidamente de él, que haber ido a la fiesta de mi mejor amigo fue la mejor decisión de toda mi vida, pero le mentí, creía que con él mi mundo podría ser color de rosa, pero me sentí insegura, creí que sus ojos avellana eran el centro de mi mundo hasta que las inseguridades ganaron ¿Por qué no fue diferente? Intenté cambiar a alguien que no quería cambiar, intenté acercarme a alguien que jamás había conocido en mi vida y que su mondo era totalmente diferente al mío.